Jugar con el color, bailar con él en los proyectos, incorporar su poder y hacerlo con elegancia, dinamismo y acierto no es tan fácil como pueda parecer. Estos ejemplos lo hacen con facilidad y acierto, dando lugar a interiorismos vibrantes y repletos de personalidad.
Paneles que combinan con los colores del suelo hidráulico
Yeyé Estudio es una artista en esto de usar el color en sus proyectos con personalidad y acierto. Sabe cómo recuperar elementos originales de casas antiguas e integrarlos en espacios reformados y adaptados a la vida hoy y a las necesidades de los propietarios. Casa Campari es un ejemplo, uno de muchos con los que cuenta en su porfolio, donde el color guía los espacios interiores. Aquí lo ha llevado a paneles opacos y transparentes, combinando granate y naranja, prolongando este último color en la pintura del techo de la cocina.
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Color en el techo cuando está especialmente elevado
Otro ejemplo similar al anterior, en el que el color se lleva al techo con pintura aquí en tono amarillo suave. Ese color "desciende" ligeramente por la pared para acercar el techo alto. Este recurso es perfecto para recoger una estancia en la que la altura excepcional del techo marca el interiorismo. Es una propuesta del estudio Egue y Seta.
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Color en una pared, mueble integrado y radiador oculto
Pero no solo en una pared pintada, sino que integra otros elementos como el radiador. Además, el mueble que apoya sobre este frente también mantiene el mismo acabado. Se juega aquí con el azul profundo y los detalles en latón de la estructura de la estantería, que se llevan a la pared con perfilería. Es un trabajo de Martín Maján Arquitectos.
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Azul Klein y amarillo en elementos verticales
En esta casa también se juega con el color en los elementos verticales, paneles, paredes, tabiques y mobiliario alto de almacenaje. Se combina el azul Klein de la librería -que se prolonga en otros elementos que se ven a la derecha- con el amarillo del panel alistonado de la pared del fondo, coordinado con el detalle del foco del techo; en un amarillo vibrante. Colores que empastan bien y que resultan muy atrevidos, aquí equilibrados por el blanco de techos y paredes, la luz y el suelo de madera. Es un proyecto de Loca Studio.
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Y también en amarillo, en una pared que es mucho más
En este otro proyecto de Gon Architects, una pared en amarillo yema de huevo guía la distribución del apartamento. Todo un frente que ocupa el largo de la vivienda que integra en ese espacio y a través del color, la puerta de entrada, estantes y armarios y el acceso al dormitorio. También una mesa móvil que se convierte en isla o barra de comidas. El color personaliza el interiorismo de un espacio definido a medida, con suelos en gris oscuro. Además, se prolonga esta combinación en la terraza y mini piscina exterior revestida con gresite de Hisbalit en el mismo color amarillo. Aquí puedes descubrir el proyecto completo.
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Comedor con pared en granate a media altura
Pia Capdevila Interiorismo lleva el color granate a la pared en este espacio de comedor, combinado con un zócalo en blanco con molduras. El techo y las molduras que decoran el encuentro con la pared también se incorporan en blanco, lo que resta peso visual al color de la pared. Es un tono atrevido y marcado, elegante, que encaja bien en ambientes de estilo clásico. Aquí, el mobiliario se escoge en madera y la lámpara en latón.
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No solo color en las paredes
Es posible introducir notas llamativas de color en un espacio y no a través de las paredes y su pintura u otros revestimientos. Basta con hacerlo en piezas de mobiliario y textiles. Pero para que sea especialmente llamativa su presencia hay que arriesgar en cantidad de color e intensidad de este. Por ejemplo, este dormitorio proyectado por Molins Design, se atreve con una combinación de rosa en varias tonalidades y algo de verde y naranja. Topa de cama estampada, una cama con cabecero en rosa fresa y una mesita auxiliar en rosa chicle, a juego con la obra pictórica que decora la pared principal.
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Cabeceros tapizados en color amarillo sobre una pared blanca
Este recurso sirve para hacer que el color gane en presencia en un dormitorio. Los cabeceros de color sobre una pared blanca aportan mucho contraste en un elemento que tiene un peso importante en la decoración de una habitación y de su frente principal. Aquí, Tinda's Project ha querido iluminar una base neutra con amarillo en cabeceros altos. Luego ha llevado pinceladas más discretas y con distinta intensidad a los textiles de la ropa de cama.
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Azul y rojo en una barra de cocina
Chispazos marcados y muy llamativos, pero que no lo llenan todo gracias al equilibrio que pone el blanco y la luminosidad del proyecto. La interiorista Maria Lozanoa de The Dream Lab juega con el color con maestría en este proyecto, donde la fachada acristalada llena de luz natural la estancia. Taburetes altos en color burdeos brillante ante una barra con base en azul intenso. Esta última tonalidad se traslada a la lámpara que ilumina el rincón y al jarrón sobre la encimera.
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Muebles concretos en color
Una forma sencilla de introducir esas notas en color en el interiorismo y hacerlo con acierto es a través de muebles concretos. No hace falta que sean muchos, sino que debe destacar ese color respecto al ambiente general. Una butaca, un reposapiés, una alfombra, un cuadro… Elementos llamativos y generosos en dimensiones que destaquen en un color respecto al resto de tonos y materiales, como sucede con este sillón, en un proyecto de Kinze Studio.
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Un frente de color para dividir cocina de salón-comedor
The Dream Lab lleva el color a este proyecto donde la mezcla de estilos define el interiorismo. La idea es separar el salón-comedor de la cocina con un frente en el que aparece el color azul y el verde tanto en el revestimiento de la pared -integrando la puerta- como en la estantería y mueble de almacenaje a medida -en el comedor-; como en el cerramiento que comunica con la cocina. Además, en el salón, no faltan otros guiños coloridos a través de elementos decorativos de menor tamaño.
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