Todos sabemos que realizar reformas en casa implica una gran inversión. Por eso, es importante que al final del proceso estemos convencidos al 100% con el resultado. Para lograr este nivel de satisfacción, es crucial que, antes de nada, lleves a cabo una planificación minuciosa, que definas claramente cuáles son tus objetivos. Es cierto que, en cualquier obra, por pequeña que sea, siempre hay que tomar decisiones fundamentales. Pero tómate tu tiempo. Escucha tus propias necesidades y gustos; busca inspiración en revistas, sitios web y proyectos de estudios de interiorismo y arquitectura; recopila información sobre materiales, diseños y tendencias actuales y déjate asesorar por los expertos, pues su experiencia será de gran ayuda para no cometer errores comunes. De ello depende que no caigas en el pensamiento del “si hubiera hecho…” o “no tenía que haber…” Por eso, para conocer de qué suele arrepentirse la gente a la hora de hacer reformas en casa y evitar caer en sus mismos errores, hemos hablado con Natalia Zubizarreta, María del Valle, Rober Quiñones-Her y el estudio de Arc Disseny. La experiencia de interioristas que han trabajado en numerosos proyectos y se han enfrentado a diferentes desafíos es la mejor herramienta para lograr una reforma exitosa.
1. No atreverse con el papel pintado
“De los consejos que damos a nuestros clientes y que muchos se resisten a seguir es decorar las paredes con papeles pintados. Normalmente temen cansarse en seguida de un patrón o diseño específico. Sin embargo, en ocasiones aquellos que optaron por dejar las paredes lisas y pintadas de blanco o de un tono neutro suave se arrepienten de no haberse atrevido a explorar esta opción decorativa”, dice Rober Quiñones-Her.
Los papeles aportan personalidad, estilo y un aspecto único a las paredes, además de hacer que los ambientes se vean más acogedores.
Las paredes de la cocina que vemos sobre estas líneas -un proyecto de RQH Studio- se revistieron con un papel pintado de la firma de Phillip Jeffries.
2. ¡Y menos aún en el baño!
La reticencia a revestir las paredes del baño con papel pintado puede deberse a preocupaciones relacionadas con la humedad y la durabilidad. Sin embargo, es importante destacar que existen opciones de papel pintado específicamente diseñadas para ambientes húmedos, como cuartos de baño y cocinas. “Con el vinilo con soporte de papel o los papeles especiales para baños que hay en el mercado, no hay excusa para no disfrutar de un baño con carácter y personalidad por miedo a la humedad. En el estudio llevamos años solucionando así los baños y nuestros clientes están encantados. Se usan hasta en habitaciones de hoteles donde el uso es muy alto”, afirma Natalia Zubizarreta, a quien pertenece el proyecto que vemos sobre estas líneas.
Aquellas personas que deciden no revestir las paredes del baño con papel pintado se pierden la oportunidad de agregar un toque de estilo y personalidad a este espacio. ¡¿Cómo no arrepentirse después?!
3. No ocultar los cuadros de luces
Bien por no estar al tanto de las opciones disponibles, bien por prioridades (las personas suelen estar más enfocadas en otros aspectos como la renovación de muebles, pintura, suelos, etc.), muchas personas pasan por alto este "pequeño" detalle hasta que se dan cuenta de que esas cajas de luces a la vista de todos arruinan la estética de la estancia. Plantéatelo como parte integral del diseño de la habitación y consulta con expertos en diseño de interiores opciones decorativas que permitan una integración armoniosa de estos elementos.
“Los cuadros de luces, suelo radiante y refrigerantes son un incordio estético. Funcionalmente son necesarios y deben ser accesibles, pero normalmente son cajas de plástico sin ningún valor decorativo. En el estudio siempre intentamos buscar una solución que, además de funcional, esté en armonía con el resto de la vivienda", nos cuenta María del Valle. Para este recibidor, la interiorista diseñó un panel de palilleria de roble de apertura abatible, que, además de esconder las cajas, integra una prática consola.
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4. No prever el almacenaje
La falta de planificación, un presupuesto limitado o cambios en las necesidades de almacenamiento que no se tuvieron en cuenta a la hora de diseñar una reforma son algunas de las razones por las cuales las personas pueden quedarse cortas de espacio para guardar al hacer reformas en sus casas. Así que, ya sabes: no subestimes tus necesidades de almacenamiento (las tuyas y las de tu familia). Valora la cantidad de objetos y pertenencias que tenéis actualmente y proyecta cómo crecerán en un futuro. Esto te ayudará a determinar cuánto espacio de almacenamiento necesitas.
"En este caso, aunque ya habíamos realizado un armario de 4 metros, los propietarios necesitaban un espacio extra para guardar bolsos y zapatos. Desde el estudio, pensamos en una solución que no obstaculizara el paso de la luz y que tampoco recargara la habitación. El resultado es este mueble de madera lacada en blanco (el mismo color de la pared) y encimera de roble que dibuja una L. ¡Se ganó espacio para más de 50 pares de zapatos, además de bolsos y jerséis!", nos cuenta María del Valle.
"Algunas personas optan por eliminar todo el almacenamiento para lograr un aspecto minimalista y despejado en su hogar. Pero esto puede resultar en problemas de organización y falta de espacio para guardar objetos importantes. Es mejor buscar soluciones creativas para integrar el almacenaje de manera discreta en el diseño", apuntan desde Arc Disseny.
5. Tirar tabiques para crear espacios diáfanos
Es cierto que cuando se trata de pisos pequeños, optar por una distribución abierta, con espacios conectados, es la mejor solución para ganar amplitud visual y permitir el paso de la luz natural. "Sin embargo, esto puede ocasionar una pérdida de privacidad en diferentes zonas de la casa, así como la dificultad para crear espacios distintos. Una alternativa es instalar puertas o tabiques de cristal, que multipliquen la sensación de amplitud y luminosidad, pero que, al mismo tiempo, permitan delimitar los ambientes según las necesidades del momento", dicen desde Arc Disseny. En este proyecto, en lugar de tirar el tabique que separa el salón de la cocina, este estudio de interiorismo planteó abrir un gran vano.
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6. Pero también hay quien se arrepiente de todo lo contrario…
Muchas personas son reacias a abrir los espacios al máximo porque prefieren que las estancias estén perfectamente delimitadas. Además, al eliminar tabiques es posible que se reduzca el espacio de almacenamiento y, por tanto, haya que buscar soluciones alternativas. Eso, por no mencionar que esta obra implica realizar cambios estructurales en la vivienda y, en ocasiones, hacer ajustes en las instalaciones existentes como tuberías o electricidad con los correspondientes gastos adicionales.
Sin embargo, cuando son conscientes de la sensación de amplitud y luminosidad que podían haber ganado o de la fluidez que se gana entre los diferentes ambientes cuando no hay paredes por medio, acaban arrepintiéndose.
Lo mismo ocurre cuando se trata de eliminar habitaciones pequeñas para ampliar otros espacios. En el proyecto que acompaña estas líneas, el equipo de RQH Studio aconsejó a los propietarios integrar un despacho que a penas se usaba en el salón-comedor. “Al principio no lo veían necesario, pero finalmente aceptaron destinar esa zona a comedor, un espacio que, al fin y al cabo, utilizan todos los días, para ganar amplitud en la zona de día. ¡No tuvieron de que arrepentirse!”, dice Rober Quiñones-Her.
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7. Instalar una ducha convencional en lugar de realizar una de obra
Las duchas de obra son una excelente opción para baños pequeños, ya que su diseño a medida se adapta al espacio disponible para aprovecharlo al máximo. Además, ofrecen la posibilidad de elegir los materiales y acabados que mejor vayan con el estilo de la decoración y su aspecto es más elegante que el de los platos de ducha convencionales. Estos últimos tienen a su favor que se instalan de manera rápida y sencilla, y suelen ser más económicos. “Esta es una de las razones por la que algunas personas deciden instalar una ducha convencional y después se arrepienten de no haber invertido un poco más de dinero para hacer la ducha de obra. Sin duda, hace que los espacios parezcan más grandes, es mucho más estética y además revaloriza tu baño”, dice Natalia Zubizarreta, interiorista que firma el proyecto de esta vivienda.
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8. No cambiar el suelo
Sustituir el pavimento existente por uno nuevo puede ser costoso, especialmente si se elige un material de alta calidad o si se necesita una instalación compleja. Por eso, algunas personas optan por mantener el suelo existente. Sin embargo, más adelante pueden darse cuenta de que su aspecto desgastado o anticuado afecta negativamente la estética general de la casa, y se arrepienten de no haber invertido en uno nuevo.
"En todas nuestras obras aconsejamos colocar las tablas en un ángulo de 45 grados en relación con las paredes, en vez de colocarlas de manera paralela o perpendicular, ya se crea un patrón diagonal que estéticamente resulta muy atractivo y, además, aporta sensación de amplitud. A veces los clientes nos dicen que no de primeras, pero luego, en obra, lo planteamos antes de colocarlo y siempre cambian de opinión", dice Rober Quiñones-Her.
9. No equipar la cocina con electrodomésticos innovadores
Es cierto que tienen un precio más alto en comparación con los modelos convencionales, que suelen venir con características y funciones desconocidas y por ello, hay quien se resiste a equipar su cocina con electrodomésticos innovadores. Sin embargo, una vez que se dan cuenta de que sus avanzadas prestaciones y tecnologías podrían facilitar su vida diaria en la cocina, lamentan no haberlos incorporado. Natalia tiene el ejemplo perfecto. "Cuando salieron las primeras campanas integradas en la placa, algunas personas desconfiaban de su eficacia y poder de extracción. Sin embargo, hoy en día están más que probadas y funcionan genial, igual que los extractores de techo. Soluciones que te ayudarán a conseguir una cocina más ligera, sin agobios y amplia", apunta la interiorista, quien en este proyecto apostó por una de estas campanas.
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10. No prolongar la encimera en el frente de trabajo
Cuando el presupuesto para reformar la cocina es ajustado, algunas personas optan por priorizar otras características o elementos antes de revestir la pared de la zona de trabajo con el mismo material de la encimera, ya que esto implica un coste adicional en términos de materiales, mano de obra y diseño. Y si, además, no ven la necesidad de hacerlo o no encuentran beneficios significativos en ello, es posible que prescindan de ello. Sin embargo, con el tiempo, y después de ver otros proyectos, se dan cuenta que al unificar materiales se logra una apariencia más limpia, ordenada y coherente.
"Desde el estudio, cada vez insistimos más en la necesidad de proteger la pared con el mismo metarial de la encimera, tanto en la zona de cocinado como en la de aguas. No sólo es un acierto estéticamente, sino que, además, en una solución funcional de éxito, ya que simplifica la limpieza", dice María del Valle. De ella es el proyecto que vemos sobre estas líneas.
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