Claves para acertar con la elección del césped artificial para el jardín

Contar con una pradera en el jardín es algo muy interesante que ayuda a aprovechar al máximo los espacios de exterior. En cuanto el buen tiempo hace su aparición, el césped se convierte en el rincón perfecto para disfrutar al aire libre. Es una alfombra mullida y agradable para que jueguen los más pequeños y para que descansen los mayores. Pero, ¿qué tipo de césped conviene elegir? ¿Natural o artificial?

Apuesta por el césped

Tanto si tienes un jardín amplio y espacioso, como si se trata de un patio pequeño, una zona de pradera es siempre una gran idea. Proporciona ese espacio agradable en el que disfrutar del sol y de la sombra, del buen tiempo, de la piscina (cuando el césped está junto a ella), etc.

Sin embargo, el césped natural puede convertirse en una fuente considerable de trabajo, esfuerzo y gastos diversos. Es una alfombra vegetal mullida y agradable de pisar, pero el precio a pagar es alto. Teniendo esto en cuenta, puede que haya llegado el momento de plantearse cuáles son los beneficios de instalar césped artificial.

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¿Merece la pena optar por una pradera artificial?

Son muchas las ventajas que te ofrece el césped artificial, por lo que se está convirtiendo en una alternativa de lo más interesante para poder disfrutar de una pradera genial con mucha menos inversión de tiempo y dinero.

- Para empezar, no requiere mantenimiento. Como no hay que regarlo, evitamos tener que gastar agua, lo que significa que es una opción más sostenible (y más económica también). Tampoco hay que trabajar para mantenerlo en buen estado, no hay que cortarlo ni abonarlo. No hemos de invertir en fertilizantes ni otros productos.

- Se mantiene perfecto durante todo el año sin necesidad de hacer nada, más allá de una limpieza ligera. Posee una buena capacidad drenante para eliminar el agua y evitar que esta se acumule.

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Espacios perfectos para un uso intensivo

Las zonas de exterior con césped artificial se disfrutan al máximo con las mínimas exigencias. Son praderas limpias e higiénicas, perfectas para uso infantil, que se pueden instalar muy fácilmente sobre cualquier superficie, siempre que esté más o menos limpia, saneada y nivelada.

Por otro lado, la estética ya no es un inconveniente. Hoy podemos encontrar en los centros especializados modelos de césped artificial de gran belleza, con una textura agradable y una apariencia muy real.

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Fibras resistentes y de textura real

¿En qué hay que fijarse para elegir el mejor césped artificial? Son varios los requisitos a tener en cuenta.

- Para empezar el césped ha de tener una buena base, de látex o de poliuretano, que sirva de soporte a las fibras que componen la hierba.

- Estas fibras pueden ser más altas o más bajas (suelen oscilar entre 20 y 50 mm). Los céspedes con fibras más altas presentan una mayor calidad y también un precio más alto.

- Otro criterio para acertar es elegir un césped denso (a mayor densidad, mayor capacidad de recuperar su forma tras el uso y, por tanto, es más resistente y también más caro).

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¿De qué material es el césped artificial?

Existen diferentes tipos de fibras sintéticas a partir de las cuales se fabrica el césped de jardín. La poliamida o el nylon es una de ellas, aunque suele mezclarse con otras fibras porque es demasiado duro y poco realista. Es el material más resistente.

El polipropileno presenta una textura más suave aunque sigue siendo duro. Es el material que se utilizó por primera vez en los campos de fútbol, aunque ahora ya no se utiliza para eso.

Por último, destaca el polietileno, de tacto agradable, más duradero y también más caro que el polipropileno.

A la hora de elegir el césped artificial para el jardín es esencial optar por un material que, además de ser resistente, sea suave y tenga un tacto agradable y una apariencia real. Ten en cuenta que vamos a pasar mucho tiempo en él, que nos vamos a sentar o tumbar, y no será solamente un espacio donde jugar partidos de fútbol. El uso que vayamos a darle a la pradera es un factor determinante para elegir.

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Una hierba que parece natural

Aunque la resistencia y durabilidad son requisitos importantes a la hora de elegir el césped artificial que vamos a comprar, también lo es la estética. ¿Quién quiere tener en el jardín un césped de apariencia totalmente falsa?

Para que una pradera artificial tenga un aspecto más real se han de combinar diferentes tonos de verde, así como incluir algunas fibras marrones e incluso beige. Es recomendable que estas fibras de colores diferentes queden muy mezcladas entre sí, de forma que la apariencia sea más real. A la hora de elegir la textura, opta por una hierba de tacto suave, pero que sea resistente.

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Instalación fácil y rápida

Sea cual sea el formato del césped artificial, ya sea en rollo o al corte, es muy fácil de instalar en el jardín. Lo más importante es tomar bien las medidas y cerciorarse de que no existen errores antes de cortar. El césped artificial está disponible en rollo o al corte.

- Los rollos suelen tener 1 o 2 metros de ancho y unos 5 metros de largo.

- Si es al corte, puedes decidir la medida que deseas que tenga el césped, aunque el ancho no puede superar los dos metros.

Un consejo: si vas a instalar el césped artificial sobre la tierra del jardín, no olvides poner primero una malla geotextil antihierbas.

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Con tratamientos extras que merecen la pena

Además de elegir un césped artificial de calidad, que tenga una apariencia real y que sea resistente a la intemperie, podemos añadir algunas cualidades que lo mejoran sensiblemente.

Como, por ejemplo, un tratamiento específico que lo proteja ante la radiación solar, lo que evitará que se decolore antes de tiempo y pierda brillo.

Si lo vas a instalar cerca de la piscina, no estará de más que elijas un tratamiento anticloro, que lo hace resistente a este tipo de productos químicos.

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También para la terraza o el balcón

Puede que antes el lugar de las praderas de hierba fuese siempre el jardín, pero ahora no es así, y menos desde que existe un césped artificial de primera calidad y apariencia real. Ahora puedes instalarlo en la terraza, en el balcón e, incluso, en determinadas zonas del interior de la casa.

En la terraza es cómodo y decorativo, y no necesita riego ni apenas mantenimiento. Además, no hace falta que lo pongas en todo el espacio, sino que puedes combinarlo con otro tipo de pavimentos de exterior.

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