Hay flores con una delicada y sencilla belleza ideales para incluir en tu jardín, porche o terraza. Una de ellas es la lobelia, una planta de exterior con flores generalmente azules o violetas, muy fácil de cuidar y que quedará genial tanto plantada en el jardín como en una maceta. Te contamos cuáles son las principales características de la lobelia y qué tienes que tener en cuenta para que crezca esplendorosa.
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Características de la lobelia
La lobelia es una planta herbácea de pequeño tamaño que suele crecer entre 15 y 60 centímetros de altura. Lo más llamativo de la lobelia son sus flores, generalmente de color azul intenso, aunque también pueden encontrarse en tonos púrpura, rojo, rosa o blanco, dependiendo de la variedad. Se agrupan en racimos y tienen forma de trompeta, con pétalos que se abren hacia afuera.
La lobelia es originaria principalmente de América, aunque también se encuentra en otras partes del mundo como África y Australia. Su belleza y facilidad de cultivo la convierten en una elección popular para jardines y macetas.
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Mucho más que una planta ornamental
La lobelia tiene varios usos debido a su belleza y propiedades medicinales. Su principal uso es como planta ornamental en macizos de flores, bordes de jardines y en cestas colgantes debido a sus atractivas flores. Asimismo se puede cultivar en macetas y contenedores.
Pero también es conocida como planta medicinal y se ha empleado para afecciones como el asma, el dolor de pecho o para dejar de fumar. Ahora, se trata de una planta que puede llegar a ser tóxica si se consume en grandes cantidades, por lo que siempre es mejor hacerlo con la supervisión de un profesional.
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Tipos de lobelia
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Lobelia erinus: también conocida como Lobelia común, es una especie popular en jardinería. Presenta flores pequeñas en tonos de azul, violeta, rosa y blanco. Es de la que hablaremos en este árticulo.
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Lobelia cardinalis: conocida como Lobelia cardenal, destaca por sus llamativas flores rojas y su follaje verde oscuro. Es una planta perenne que puede alcanzar hasta 1 metro de altura. Es la que puedes ver en la imagen superior.
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Lobelia siphilitica: también llamada lobelia azul, es una especie nativa de América del Norte. Sus flores son de color azul intenso y crecen en espigas verticales. Es una planta perenne que prefiere suelos húmedos.
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Lobelia laxiflora: conocida como Lobelia mexicana, es originaria de México y América Central. Sus flores son de color rosa pálido o lila y crecen en racimos sueltos. Es una planta perenne que puede llegar a medir hasta 1,5 metros de altura.
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Riego de la lobelia
La lobelia necesita riegos regulares para mantenerse saludable y florecer abundantemente. Es importante mantener el suelo ligeramente húmedo, pero evitando el encharcamiento. Se recomienda regarla de manera uniforme, evitando mojar las flores y las hojas para prevenir enfermedades fúngicas. En general, es mejor regar la lobelia cuando la capa superior del sustrato se haya secado, pero antes de que lo hagan las raíces. Para evitar un exceso de humedad en el sustrato es importante dotar a la planta de un buen drenaje.
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¿Dónde colocar la lobelia?
La lobelia prefiere una ubicación que le brinde luz solar parcial o sombra ligera. Es una planta de exterior con flor a la que le gusta el sol directo de las primeras horas de la mañana o últimas de la tarde, pero es importante protegerla de la luz solar intensa y directa durante las horas más calurosas del día. Un lugar con sombra parcial o una ubicación donde reciba luz solar filtrada es ideal para la lobelia. Además, es importante tener en cuenta que esta planta necesita un ambiente fresco y bien ventilado, por lo que se recomienda evitar lugares con altas temperaturas o estancamiento de aire.
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¿Cómo debe ser el sustrato de la lobelia?
El sustrato ideal para la lobelia debe ser ligero, con un buen drenaje y rico en materia orgánica. Puedes utilizar una mezcla de tierra de jardín con turba y perlita para mejorar la aireación y el drenaje, así como un poco de arena gruesa. Así evitarás el encharcamiento y las enfermedades relacionadas con el exceso de humedad. Una de las características de la lobelia es que es una planta que prefiere suelos ligeramente ácidos, por lo que un sustrato con un pH entre 6 y 7 sería adecuado.
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¿Hay que podar la lobelia?
No es necesario podar la lobelia, aunque puede ser beneficiosa para mantener la planta compacta y estimular su crecimiento. Realiza una poda ligera a lo largo de la temporada para eliminar flores marchitas y promover la producción continua de nuevas flores. Esto también evitará que la planta dedique energía a la formación de semillas. Recuerda utilizar tijeras de podar limpias y afiladas, y asegúrate de eliminar cualquier parte muerta o enferma de la planta.
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Enfermedades y plagas más frecuentes de la lobelia
La lobelia puede verse afectada por algunas plagas, como pulgones, trips y ácaros. En cuanto a las enfermedades, la roya, el mildiú polvoriento y la pudrición de la raíz son problemas comunes en la lobelia. Estas enfermedades pueden causar manchas, decoloración y deformación en las hojas, así como afectar el crecimiento y la floración de la planta.
Para prevenir y controlar estas plagas y enfermedades, es importante mantener un buen drenaje del suelo, evitar el exceso de humedad, asegurar una buena circulación de aire y mantener la planta sana y vigorosa.
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