Cómo aplicar la cultura regenerativa en las casas para ir un paso más allá de la sostenibilidad

Afirma el biólogo y activista Daniel Christian Wahl en su libro ‘Diseñando culturas regenerativas’ que es necesario dar un paso más allá de la sostenibilidad. Ello se traduce en el caso de las viviendas en una arquitectura ecológica que piensa en el impacto que genera en el medio ambiente. Para explicarnos la importancia que tiene esta cultura regenerativa hemos contactado con Elisa Larrain, Directora de Desarrollo y Promotora en Distrito Natural (distritonatural.es).

En la imagen vemos un proyecto que se ha expuesto en la última edición de Casa Decor, que ha basado muchos de los proyectos en la sostenibilidad. En concreto Studio Ruiz-Velázquez diseña este dormitorio para la empresa Ecoplen. En palabras de Héctor Ruiz-Velázquez, arquitecto y decorador del espacio: "los textiles inteligentes de Ecoplen se integran a la perfección en el resto de elementos de la casa, principalmente por sus características antivirus, purificadores del aire, autolimpiables y eliminadores de olores que contribuyen a que nuestros hogares sean más sostenibles y, por tanto, ganemos más calidad de vida".

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Acción positiva

De forma sencilla, podríamos decir que la cultura regenerativa defiende una visión integral del mundo y que cualquier actividad humana debe tener en cuenta su impacto sobre la naturaleza y las personas en conjunto. No solo con la perspectiva de no agotar o degradar los recursos naturales, sino de restaurarlos, yendo un paso más allá de la sostenibilidad.

En este sentido, para la arquitectura supone diseñar hogares, oficinas o ciudades que sean sostenibles y saludables para su entorno más cercano, pero también para todo el planeta. En lugar de simplemente reducir el impacto negativo en el medio ambiente, se busca una acción positiva y contribuir a su regeneración.

Elisa detalla algunos ejemplos de cultura regenerativa en un edificio: la producción de energía solar renovable, la captación y reciclaje de agua de lluvia o el uso de materiales como la madera certificada, que es renovable y mediante una gestión responsable contribuye a la regeneración de los bosques. La vivienda de la imagen es una casa pasiva en madera construida por 100x100biopasiva.

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Ir un paso más allá de la sostenibilidad

Ya no basta con reducir nuestro impacto sobre el planeta, la mayoría de los sistemas y recursos naturales están muy dañados, como la atmósfera o los mares, por ejemplo. Y la cultura regenerativa se enfoca precisamente en su revitalización. Esto implica no solo minimizar el daño, sino también buscar soluciones que ayuden a restaurar y mejorar la salud de ecosistemas y comunidades.

Además, “la cultura regenerativa abarca aspectos más amplios que la sostenibilidad, como la regeneración social y económica. Busca fomentar la justicia y la participación de las personas desde una visión amplia de las relaciones entre los seres humanos, la naturaleza y la economía”, añade la experta.

El edificio La Balma (en Barcelona), promovido por Sostre Cívic, pretende fomentar formas de convivencia más comunitarias, compartiendo un local a la planta baja con las personas y asociaciones del barrio y llevando a cabo diferentes proyectos para mejorar la calidad de vida de las personas del entorno.

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Beneficios para el planeta y para las personas

Elisa explica que la aplicación de la cultura regenerativa mejora la calidad de vida de las personas, promoviendo la salud, la creación de comunidad y la resiliencia frente a distintos desafíos de nuestro tiempo, como el cambio climático.

La arquitectura regenerativa contribuye a nuestro bienestar procurando una buena calidad del aire interior, iluminación natural, uso de materiales saludables o acercándonos la naturaleza a nuestras casas u oficinas. Otro aspecto importante es que fomenta la creación de comunidades fuertes y cohesionadas. ¿Cómo? Promoviendo espacios compartidos, áreas verdes y oportunidades de participación, se crea un sentido de pertenencia y se fortalecen los lazos entre personas.

En un contexto de cambio climático e incertidumbre, la cultura regenerativa ofrece soluciones resistentes y adaptables, lo que ayuda a proteger a las personas de los impactos negativos y aumenta su capacidad de recuperación frente a desastres naturales. “Por ejemplo, un hogar como los que diseñamos en Distrito Natural, que capta la lluvia y recicla el agua que consume para regar, es más resiliente frente a la sequía que una casa convencional”, afirma la experta.

El render muestra Vibio.land, diseño de sAtt Arquitectura y promovido por Distrito Natural, una comunidad de viviendas que se encuentra ubicada en Higuera de las Dueñas (en la Sierra de Gredos), en un entorno natural, regenerativo y orgánico donde la conservación de la biodiversidad forma parte del ADN del proyecto.

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Mucho camino por recorrer

La cultura regenerativa está bastante extendida en el sector de la agricultura, donde nace este concepto, y especialmente en la recuperación de espacios naturales degradados. Un ejemplo es la renaturalización del río Manzanares a su paso por Madrid, que ha recuperado en cuestión de unos pocos años una biodiversidad perdida durante décadas y cuyo beneficio, al mismo tiempo, para las personas es más que evidente.

"No obstante, la cultura regenerativa todavía no ha alcanzado un gran calado en nuestro país por varios motivos: desde el desconocimiento de este tipo de prácticas a la falta de un marco regulatorio o la propia inercia de nuestro actual sistema, que no presta atención a las consecuencias en el medio y largo plazo de sus acciones, como vemos con el problema del calentamiento global”, reflexiona Elisa.

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Economía y construcción

La cultura regenerativa en la construcción, ¿cómo aplicarla dentro de nuestra economía, capitalista? Elisa opina que una de las claves es enfocar la construcción y los edificios tomando en cuenta toda su vida útil (al menos 50 años en el caso de las viviendas) y desde una perspectiva amplia, atendiendo a muchos factores, no solo a la rentabilidad económica. De esta manera, vemos como el sector de la construcción es responsable del 36% de las emisiones de CO2 y el 40% del consumo de energía en Europa.

“Incluso dentro del sistema actual, podemos actuar para reducir e incluso revertir estos impactos negativos. En Distrito Natural ya construimos edificios que en lugar de emitir CO2 a la atmósfera, lo capturan y retienen. Esto se consigue sustituyendo el hormigón o el acero, que emiten CO2 en su fabricación, por madera, que hace precisamente lo contrario: capta el carbono de la atmósfera durante el crecimiento de árbol y lo mantiene ‘secuestrado’ durante décadas en nuestros edificios”, afirma la experta. Esto, además, repercute en un desarrollo de la economía relacionada con la gestión y recuperación forestal de nuestro país.

En la propuesta, un salón comedor con la cocina abierta de una promoción de viviendas de AEDAS Homes ejecutada por la empresa de construcción industrializada de casas em madera Arquima.

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En el caso de las reformas de casas

¿Cuáles deben ser las nuevas formas de reconstruir y rehabilitar para ser sostenibles medioambientalmente? El reto se complica, aunque Elisa considera que existen multitud de formas y estrategias, como las que ya mencionadas: la producción de energía limpia en el propio edificio, el uso de materiales renovables como la madera o la captación de agua de lluvia…

Pero no solo, “también se debería contemplar la mejora de la eficiencia energética, la aplicación del diseño bioclimático y pasivo, la integración de biodiversidad y, por supuesto, la participación comunitaria. Involucrar a las comunidades en el proceso de reconstrucción y rehabilitación fomenta la conciencia sobre la sostenibilidad, así como el sentido de propiedad y responsabilidad compartida”.

En la propuesta, una vivienda en la localidad barcelonesa de L'Esquirol, reformada y ampliada por Taller SAU.

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Descarbonización en el sector de la construcción y la arquitectura

Recientemente se celebraron las II Jornadas Regen, centradas en la cultura regenerativa y en ella se ofrecieron soluciones innovadoras dirigidas a la descarbonización, la medición y la compensación de la huella de carbono.

Elisa nos la resume: debemos tener en cuenta dos fases diferenciadas, por un lado, la construcción de los edificios y, por otra, su etapa de uso.

• Durante la construcción, la clave está en usar materiales con una huella de carbono reducida en sus extracción y fabricación, y que además sean de cercanía, lo que evita las emisiones de su transporte.

En la imagen un interior de los 35 pisos ideados por Bosch Capdeferro en Girona, en el proyecto bautizado ‘6x6’, en el cual se utiliza un sistema constructivo a base de paneles de madera contralaminada (o CLT, de las siglas de cross laminated timber).

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• Pensando en el uso de la casa, no basta solo con la instalación de paneles solares o la contratación de electricidad de origen renovable, podemos ir más allá. Otra solución imprescindible es la electrificación, como estamos haciendo con los vehículos. La sustitución de energías fósiles y elementos de combustión, como el gas natural o el gasóleo, es además beneficioso para nuestra salud. Por supuesto, también es importante el uso de sistemas de monitorización y gestión inteligente de la energía. Gracias a la tecnología podemos controlar y ajustar automáticamente la iluminación, la climatización y otros dispositivos según las necesidades reales, minimizando el consumo y las emisiones.

En la imagen una vivienda reformada bajo el estándar passivhaus (una EnerPhit) por Energiehaus, que emplea un sistema domótico de la firma Loxone.

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Promover la intergeneracionalidad

“La arquitectura no es neutral o inocente, puede promover la interacción y relaciones entre los vecinos de un edificio y el personal de una oficina… o todo lo contario. Y aunque no es condición necesaria, ya que existen otros factores, sí puede estimular las relaciones personales y poner las bases para una mejor convivencia.  Esta no es una cuestión menor en una sociedad como la nuestra, en el que muchas personas sufren soledad no deseada. En España, un 21% de los mayores de 65 años viven solos y un 40% afirman experimentar sentimiento de soledad”, relata Elisa.

¿Soluciones? Por ejemplo, una de las formas de abordar este problema es el diseño de viviendas orientadas a personas y familias de distintas generaciones en las que se fomentan los espacios y experiencias compartidas dentro del edificio.

Esta cocina abierta al comedor y el salón pertenece a una covivienda ecológica del proyecto ‘Tomás Bretón’ en Arganzuela (Madrid), de Distrito Natural.

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