Hay vida más allá de las mesitas de noche: 10 alternativas para dar al dormitorio un toque personal

Dar con la mesilla ideal para nuestro dormitorio no siempre es fácil. Lo suyo es elegir un diseño que, no solo encaje con el estilo de la decoración, sino que también se ajuste a las dimensiones de la estancia y cumpla con nuestras expectativas funcionales. Por suerte, el espacio que queda a ambos lados de la cama no es exclusivo de las mesitas de noche, sino que, en su lugar, podemos permitirnos la licencia de colocar otros muebles o complementos. Algo impensable en la época de nuestras madres o abuelas, cuando la cama tenía que ir acompañada, sí o sí, con dos mesillas idénticas, de la misma colección que el cabecero. Así que, tanto si ya has desistido en la búsqueda de la mesita de noche ideal, como si prefieres alternativas con las que sumar estilo y personalidad a tu dormitorio, este artículo te interesa. ¡Toma nota!

Un estante volado a modo de mesita de noche: ¡Todo son ventajas!

Cuando los metros escasean, los diseños volados se convierten en la alternativa perfecta a la mesita de noche: ocupan menos espacio que un mueble y, al dejar el suelo despejado, crean sensación de amplitud. Sea como sea el modelo que elijas, se convertirá en uns superficie de apoyo ideal para una lamparita, libros, elementos decorativos… Tendrás tus cosas al alcance de la mano sin necesidad de abrir puertas o cajones. Sobre estas líneas, el modelo Alba de la firma Woodendot.

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Aprovecha la versatilidad de los pufs

Como bien sabes, los pufs tienen múltiples usos y uno de ellos es hacer las veces de mesita de noche. Eso sí: procura que el modelo que elijas tenga una firmeza suficiente para soportar el peso de los objetos que vayas a colocar encima. En este caso, se trata del modelo Cali de Westwing, de terciopelo blanco. Y si necesitas ganar zonas de almacenaje siempre puedes optar por un puf-caja, con espacio para guardar desde una mantita hasta pequeños objetos que no uses muy a menudo.

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Una mesa auxiliar muy especial

Una idea muy práctica (y tentadora) es acompañar la cama con una mesita auxiliar como esta: un modelo que recuerda a la emblemática E1027 de la arquitecta y diseñadora industrial irlandesa Eileen Gray. Con una pata lateral, esta mesita encaja perfectamente en el borde de una cama y ofrece un espacio accesible para colocar tus objetos personales, ya sea un libro, una taza de café o includo la tablet, sin tener que levantarte de la cama. También podrás utilizarla como superficie para desayunos o meriendas en la cama. Es una propuesta de la firma John Lewis.

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De la zona de trabajo al dormitorio

Está claro: un carrito con almacenaje te ofrecerá más espacio para guardar tus cosas que una mesita de noche tradicional. Sus estantes o cajones te resultarán muy prácticos para organizar libros, revistas, dispositivos electrónicos, ropa de cama adicional u otros objetos que desees tener a mano, y además, sus ruedas te permitirán llevarlo de un punto a otro según tus necesidades, ya sea para tenerlo cerca de la cama o en otro rincón de la habitación. Este es el modelo Övning de IKEA (cuando tus hijos lo veas, querrán llevárselo a su zona de estudio).

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¿Una idea solo para dormitorios grandes?

Si piensas que sustituir la mesita de noche por una cómoda es una idea reservada solo para grandes espacios, estás equivocada. También es una solución inteligente en dormitorios pequeños que necesitan optimizar el espacio y maximizar el almacenaje. Quizás tengas que prescindir de una segunda mesilla, pero en su lugar ganarás cajones profundos en los que guardar ropa, complementos y otros accesorios, manteniendo el dormitorio ordenado. Y además de práctica, esta idea te dará la posibilidad de personalizar el espacio con una pieza especial, con alma, ya se trate de una cómoda antigua y recuperada, hasta un mueble restaurado y pintado por ti. ¿Te atreves? Este modelo es de Homesense.

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Una pareja de taburetes

En este caso, La Redoute Interiéurs nos propone poner un toque de encanto y exotismo en la decoración del dormitorio con un par de taburetes de bambú a modo de mesita de noche. Pertenecen al juego Ghada y, al combinar diferentes alturas, se crea un efecto visual dinámico muy atractivo. Si decides llevar esta idea a tu dormitorio, valora colocarlos de forma asimétrica, es decir uno a cada lado de la cama, o bien de manera escalonada, con el taburete más alto cerca de la pared del cabecero y a unos centímetros de distancia el otro. Ten en cuenta que esta disposición te brindará mayor superficie de apoyo al alcance de la mano que si los colocas por separado.

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Cuando mandan los metros

La falta de espacio es determinante a la hora de escoger los muebles del dormitorio, una condición que no escapa a las mesitas de noche. En este caso, un reposapiés que tan solo mide 50 x 32 cm se convierte en una superficie de apoyo ideal para completar la zona de descanso. Es el modelo Safara de Kave Home, de madera de teca y, a pesar de su tamaño compacto, ofrece espacio suficiente para colocar objetos esenciales junto a tu cama, como lámparas, despertadores, libros u otros objetos personales. Además, su diseño estable permite apoyar los elementos de manera segura.

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Una solución única y personalizada

¿Por qué no aprovechar el potencial de almacenaje de las paredes y prescindir de mesilla? Los pequeños estantes o armaritos en forma de cubo ofrecen un sinfín de posibilidades y permiten crear combinaciones asimétricas y dinámicas visualmente muy atractivas. Un ejemplo perfecto lo vemos en este dormitorio, donde se han colocado dos módulos Eket de IKEA a diferentes alturas.

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Ración de diseño

La pieza perfecta para acompañar a la cama no tiene por qué ser un mueble con almacenaje o un diseño que optimice al máximo el espacio, sino ese elemento que se ajuste a tus necesidades y gustos personales. Así, en lugar de seguir propuestas convencionales, puedes optar por algo más original y atrevido y colocar una lámpara de pie. Ésta, no solo proporcionará una iluminación funcional, sino que también te ayudará a poner un toque de estilo y personalidad en tu dormitorio. Eso fue lo que hizo el interiorista Alex March en esta vivienda, donde escogió la lámpara de pie de madera Phare, de Omalight.

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Integrada en el cabecero

Diseñar un cabecero de obra con las mesillas integradas, además de una solución elegante y funcional, es una idea perfecta para maximizar el espacio, ya que no es necesario contar con piezas de mobiliario junto a la cama, y ganar espacio de almacenamiento para colocar lámparas, libros, despertadores u otros elementos que necesites tener cerca. Además, este tipo de mesillas también pueden incluir cajones, estantes o incluso armarios pequeños, para guardar objetos personales. En este caso, la interiorista Pia Capdevila diseñó un cabecero que lleva las mesitas de noche integradas a modo de hornacinas.

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