Espacios orientados a la emoción: estas son las bases de la decoración emocional

La decoración tiene mucha relación con el bienestar, con la seguridad, con la comodidad. La decoración nos hace sentir, pero hay una tendencia que tiene en cuenta especialmente esas emociones, las que provoca un espacio o las que ayuda a gestionar. En el interiorismo emocional se trabajan precisamente aspectos como los colores, la calidez de los materiales, la textura que aportan y la iluminación, para provocar o generar emociones. 

El interiorismo o la decoración emocional estará cada vez más presente en los proyectos del futuro

Planificar ambientes que puedan crear diferentes sensaciones es, según Pinterest Predicts 2022, una de las tendencias en decoración para los próximos años. Cuando acudimos a un interiorista se busca un acondicionamiento que provoque sentimientos o que los tenga en cuenta. El foco de la llamada decoración emocional está en hacer que las emociones fluyan con libertad y seguridad en los espacios, no solo en sentir bienestar, sino en poder gestionar otras sensaciones menos agradables para que desaparezcan o sean más llevaderas. En la imagen, un dormitorio decorado con textiles en lino, modelo Nicos, de Alhambra.

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Las texturas que aportan los materiales en el interiorismo emocional

Hemos visto en los últimos años cómo se ha cuidado especialmente en decoración el uso de las texturas. Se abandonan los espacios planos, la mezcla es la protagonista. Cada vez se pone más el foco en las paredes y suelos, también en el techo, como parte de ese interiorismo que crea una base repleta de detalles sobre la que se decora con muebles y accesorios. Y es que las texturas y los materiales pueden hacer que afloren emociones. Algo que evoca al tocarse o lo que se percibe al mirarse. Un efecto artesanal, mayor rugosidad, un tejido mullido que reconforta… Definir y localizar aquellas texturas que nos hacen sentir lo que nos gusta, a través de imágenes y, posteriormente, del tacto; ayuda a crear espacios emocionalmente sanos. Ambiente decorado por Westwing.

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El estudio de las sensaciones que provocan los colores

Los colores influyen en el sentimiento de las personas que usan un espacio. En general, la elección del tono que revestirá una pared y la forma en que se pintará o se combinará la pintura con otro revestimiento genera un efecto en nosotros. ¿Eres más de colores vibrantes? ¿Prefieres los oscuros? ¿Y de paredes lisas o con elementos coordinados? Analiza imágenes para saber qué te provocan. Te pueden gustar, pero generar emociones diferentes. Incluso, quizá, este análisis te lleve a determinar que algo encaja para una estancia de día, pero no para una de noche, en tu caso. Dormitorio proyectado, en tonos oscuros, por RQH Studio.

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La neutralidad cromática casi siempre funciona

Por lo general, una base neutra con tonos claros y naturales y el uso de la madera como material imprescindible suele general un espacio en el que la mayoría de las personas se siente cómoda. Pero para algunos, es demasiado neutro. ¿Qué te provoca esta imagen? Lo mejor de la neutralidad de base es que luego se puede acentuar con el mobiliario o rebajar con otros colores y piezas más llamativas. Esta es una propuesta luminosa de la marca de pinturas Valentine. 

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¿Cómo escoger los colores según el interiorismo emocional?

Para decidir el color o colores que llevar a una estancia hay que pensar en qué sensaciones provocan. Así que conviene analizar dos cuestiones: tanto el efecto que cada tono aporta al usuario y, por otro lado, cómo la forma en que se distribuyen en el entorno puede cambiar su percepción. Esta cocina, decorada casi en un efecto tono sobre tono, donde la pintura emula el color de la madera del mobiliario, es una propuesta de la firma de pinturas Jotun.

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Las obras de arte como modo de expresión

Cada objeto que decora un espacio te ayuda a crear una emoción o sensación. Por eso no se debe escoger cualquier detalle. La decoración de una casa es muy personal. Fotografías, esculturas, jarrones, láminas, cuadros… Con ellas se personaliza, pero han de escogerse no solo porque generan un estilo decorativo, sino porque provocan una emoción. Esa es la base de la decoración emocional, que todo tenga un sentido. Salón decorado por Decor Studio, el estudio de decoración de El Corte Inglés.

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La iluminación más sentida

Tanto la luz natural como la artificial conviene estudiarse y usarse de forma inteligente y creativa. En el caso de la luz natural, que no falte porque afecta positivamente a cómo nos sentimos. Nos lleva de vida. Pero la luz artificial, muchas veces, es la gran olvidada. Hoy hay muchos tipos y sistemas de iluminación que juegan a favor del interiorismo emocional. No son solo una fuente de luz. Hay que usar la iluminación para crear diferentes atmósferas, que despierten las emociones y transmitan los mensajes adecuados en cada momento del día y actividad. Este espacio cuenta con un extra de luminosidad gracias al ventanal que propone Velux.

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La acústica de un espacio y su peso en las emociones

Es posible mejorar la calidad del sonido ambiente con algunas soluciones sencillas y económicas como el uso de los textiles. En general, un espacio bien insonorizado nos hace sentir bien. Sin ruidos externos. Sin distracciones. Pero no únicamente para trabajar o concentrarnos, sino para relajarnos. La decoración emocional nos cuida. ¿Qué sientes tú cuando un espacio tiene una buena acústica? Y esto se puede trabajar para el silencio, para escuchar una pieza de música, para ver una película… El detalle de no escuchar lo que sucede al otro lado de la pared, nos reconforta y da privacidad. ¿Te habías parado a pensar en ello?

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Las plantas en decoración y sus beneficios

Las plantas y el diseño de interiores están muy ligados. El interiorismo emocional se basa en el concepto de la biofilia, que es la búsqueda innata de los seres humanos de la naturaleza. Esa cercanía se puede sentir con el uso de plantas en los espacios que habitamos, interiores o exteriores. Este espacio está proyectado por el interiorista Erico Navazo para Casa Decor 2023, un baño en el que las texturas se imponen y no falta la presencia de la naturaleza.

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Terrazas, ventanales, jardines… El contacto con el exterior mejora las emociones

Ese sentir la conexión con el exterior hace que los espacios al aire libre cobren importancia en el interiorismo emocional como una extensión de la casa. Diversos estudios han demostrado promover relaciones físicas y visuales con el paisaje natural impacta positivamente en el bienestar de las personas. Por eso, acercar el verde y el contacto exterior en nuestro día a día mejora nuestras emociones.

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