Este proyecto de reforma e interiorismo se centra en una vivienda unifamiliar de 270 metros cuadrados en Bilbao. Su jardín se acondiciona de ensueño para hacer vida fuera, con una zona de estar y otra de comedor bajo una pérgola y rodeadas de vegetación. En el interior, la mezcla de estilos y las molduras, baquetones o recuadros en paredes y techos y frisos logran un estilo clásico actualizado.
Ganar luz en la vivienda
Precisamente ese estilo clásico actualizado del que hablamos es una de las señas de identidad del trabajo de la interiorista Raquel González. El objetivo en este chalet unifamiliar en el que vivirían una pareja con sus tres hijos era ganar luz natural, puesto que la estructura original era muy oscura. "Solo pusieron una condición, la de conservar y reubicar algunas piezas de mobiliario y decoración de su antigua vivienda", indican desde el estudio encargado del trabajo. En esta casa, el estilismo es de Cristina Rodríguez Goitia. La imagen del salón muestra la continuidad entre comedor y estar (con esa chimenea escultórica en el centro) y, al fondo, el cerramiento de cristal que delimita con la entrada. Mesa auxiliar de Vical y lámpara de sobremesa de Polonio.
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Salón bañado por la luz natural
"Plateamos la distribución para esas piezas que había que mantener y abrimos los tabiques necesarios para hacer entrar más luz natural a las estancias que lo necesitaban, además de unificar todo a efectos de iluminación, carpinterías, suelos e instalaciones", explica la interiorista Raquel González. La zona de salón y comedor se sucede ahora, aunque con una diferencia de nivel que se salva con un par de escalones. La zona de estar queda junto a la pared acristalada que delimita el espacio respecto al recibidor. "Abrimos el salón a la entrada mediante un cerramiento acristalado con la puerta corredera. De esta manera, hemos conseguido compartir la luz que entra del salón-comedor hacia la entrada”, explica Raquel González.
Para su distribución se escogió un sofá como pieza protagonista, en L, orientado hacia la chimenea. Una butaca, lámparas, mesas auxiliares y una de centro en cristal con estructura en color negro, completan el espacio. La mesa de centro y el sofá son un diseño del estudio Raquel González Interiorismo. El centro floral con flor preservada es de Sakura Atelier. Los cojines del sofá color caldero lisos y estampado de rombos, de Pepe Peñalver. La butaca de Arbe Decoración, la lámpara de pie modelo Tolomeo, de Artemide en Luz Bilbao; el díptico sobre el sofá es la obra Neboa, de Macamen González-Llanos. Y las molduras son de Orac Decor.
Una chimenea central que organiza el espacio
La chimenea es un foco de atención y distribución en la zona de día. Ella es la que divide el salón del comedor en dos espacios claramente definidos. Este elemento además destaca por su revestimiento en un espejo en color bronce, a juego con varios detalles y acabados en el mismo color, tanto del salón como del comedor. Esos detalles, junto a las molduras de las paredes y al contraste con piezas de mobiliario más actuales, son las que renuevan el estilo tradicional. Apliques de pared, de Aromas del Campo y obra sobre el radiador de Berta de Ipiña.
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Un espacio de comedor para toda la familia
En el comedor se repite nuevamente el patrón de las molduras de la pared, todo en blanco, con el contraste del mobiliario en madera. De nuevo el espacio se cubre con una alfombra clara. Aquí se equipa el espacio con los muebles imprescindibles: una gran mesa cuadrada con ocho sillas y una vitrina. La mesa de comedor se diseñó en el estudio de Raquel González Interiorismo a medida y a juego con la vitrina -de Vical-. Las sillas están inspiradas en el incónico modelo CH24 de Carl Hansen. Lámparas techo, de VP interiorismo; tibores grandes y vasija naranja, de Arbe Decoración; jarrones jaspeados azules, de Luzio; cuadro de la pared, obra de María Aztiria; y aplique de pared, de Aromas del Campo. El estilismo es de Cristina Rodríguez Goitia.
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Un jardín rodeado de vegetación
El jardín rodea toda la vivienda y la zona de estar del porche se distribuye, al igual que en el interior, en dos ambientes: una zona de estar con dos sofás, un sillón y una mesa de centro, y otra de comedor. Aquí el mobiliario de ratán se combina con una mesa de centro de madera y muchas lámparas que crean una iluminación ambiental muy agradable por la noche. Plaid y cojines lisos y estampados, de Pepe Peñalver. Las lámparas de pie son de Cerabella.
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El comedor al aire libre
Tanto este espacio como la zona de estar exterior quedan enmarcadas por el suelo de baldosas (el resto del jardín es césped) y una pérgola que cubre todo el espacio. Las plantas hacen de pantalla y conceden privacidad tanto a este espacio como al interior de la vivienda. El comedor está compuesto por una mesa rectangular y seis sillas, con mobiliario de estilo contemporáneo. Sobre la mesa, jarrón, de Ikea; y candelabros, de Leroy Merlin.
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Un mueble a medida que oculta el televisor
Esta vivienda, rodeada de jardín, se distribuye en tres plantas. A pie de calle se encuentra la principal donde hace vida toda la familia, con salón- comedor, la cocina-office, el aseo de cortesía, la suite principal con baño y un gran vestidor, tres habitaciones para los niños con un baño compartido, la habitación de invitados, y el lavadero. En la segunda planta hay una estancia diáfana destinada a un segundo salón con zona de estudio. En el sótano se encuentra el garaje de la vivienda. Esta imagen muestra la solución de almacenaje diseñada por el estudio de interiorismo en la zona de estar, frente al sofá. Se trata de una librería que oculta el televisor tras unas puertas correderas. Los objetos decorativos de la librería son de Zara Home.
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El recibidor: un ambiente cálido y clásico con columnas estructurales
Junto a ese mueble del salón, al otro lado del cerramiento de cristal, se deja ver el recibidor. En este caso se ha creado un zócalo con molduras en blanco y revestido con papel pintado de espiga la parte superior de la pared. Este espacio de bienvenida a la casa está franqueado por dos columnas estructurales y amueblado con piezas y tapicería de estilo clásico afrancesado en tonos claros. La consola y el banco tapizado son de Garpe; la lámpara de sobremesa, de Polonio; el jarrón, el farol del suelo y la bandeja de espejo sobre la consola, de Zara Home. El centro floral verde con hoja preservada corre a cargo de Sakura Atelier; y los candelabros son de Leroy Merlin. Los cojines del banco son un diseño de Raquel González.
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La cocina con dos ambientes
Frente a la escalera que lleva a las diferentes plantas se encuentra la cocina, con mobiliario de Schmidt, con una cómoda distribución en U. De esta manera se gana superficie de preparación con un módulo que se convierte en barra con taburetes y delimita la zona de trabajo del comedor-office. El fregadero queda delante de la ventana. Solo el frente adosado a la pared cuenta con mobiliario alto. La interiorista Raquel González ha escogido un tono piedra muy claro con frentes plafonados y tiradores de acero, a juego con la encimera y el frontal en un porcelánico blanco veteado de Neolith. En un lateral se ubican los electrodomésticos altos. Bandejas, tablas, escurridor, vajilla y paños de cocina, de Zara Home. Los taburetes de la barra de Taller de las Indias.
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El comedor de diario: con un banco a juego con el papel de la pared
Al otro lado del espacio destinado a zona de trabajo en la cocina, con el mobiliario en U, se ubica el comedor de diario. En esta imagen se ve en primer término un trozo de la península que hace las veces de barra para desayunos o comidas informales. La pared se ha revestido por completo en este ambiente de office con el mismo papel que en la cocina ocupa solo la parte superior, el modelo Fern Stripe Spa Blue, de Anna French. Los textiles del banco, diseñados a medida por la interiorista con telas de Pepe Peñalver, van a juego en la misma gama cromática. La mesa de madera -de Kave Home- y las dos sillas de bambú completan el mobiliario de un rincón familiar muy acogedor. El suelo es el mismo en todo el espacio:un porcelánico en tono piedra. Las lámparas de techo son de Ineslam.
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El aseo de cortesía, la imagen del estilo clásico
Lavabo suspendido e inodoro. Dos elementos convencionales en un aseo de cortesía que la interiorista ha sabido ensalzar con el uso de un papel pintado que marca todo el espacio en tonos suaves. Es de Ikat Sand. El espejo de madera redondo sobre el lavabo es de Maisons du Monde, que se ilumina con un pequeño aplique de pared en color blanco y posición central.
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El dormitorio en 'suite' con vestidor
En un extremo de la vivienda se encuentra el dormitorio en suite, que cuenta con zona de descanso, vestidor y baño completo. La habitación se separa del vestidor por una pared a los pies de la cama que da acceso por ambos lados al vestidor. “De esta manera conseguíamos mejorar la circulación por la suite y, aunque esta estancia es muy luminosa, conseguíamos que la luz natural circulara de forma más uniforme por toda ella”, explica Raquel González.
La paleta cromática usada por la interiorista en este ambientes suave, realzada por el color mostaza y el azul en los textiles, tanto en la ropa de cama como en las caídas de la ventana. "Es en la cama, que ocupa la parte central de la zona de noche, donde los textiles juegan un papel esencial para realzar su protagonismo", añade. La moqueta es del mismo tono neutro que las paredes. Esta mezcla hace que todo resulte acogedor y confortable. Cuadro ‘El cielo del norte’, obra de Macamen González-Llanos. Las lámparas de noche son de Faro; la ropa de cama, de Zara Home; la colcha y los cojines de lino color mostaza, de Pepe Peñalver; el plaid de franjas grises y mostazas, de Designers Guild para Usera Usera. Las caídas están confeccionadas con tela Bengkulu Azure, de Beaumont Textiles y la moqueta es de Santos Monteiro.
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Un vestidor con frentes en blanco y cuarterones entelados
El vestidor de la suite se divide en cuatro zonas, una de mujer, otra de hombre, un zapatero y una zona para la ropa blanca de la casa. Todo organizado por Tamara Calvo, organizadora profesional. "Las puertas de los armarios se han tapizado en una tela color tostado para darle un aspecto más acogedor a tantos metros de armarios de suelo a techo y se ha iluminado toda la zona con un carril con foco técnico que permite dirigir la iluminación", explican desde el estudio encargado del proyecto. Las banquetas centrales son de Garpe.
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Dormitorio de invitados y de la hija mayor: mismo estilo, diferente gama cromática
Esta imagen muestra dos dormitorios con un estilo muy similar aunque diferente gama cromática. A la izquierda se encuentra el dormitorio de invitados y, a la derecha, el de la hija mayor. Este último se encuentra frente a la suite principal. Aquí son los tonos grises los que destacan. El papel de la pared del cabecero -de Bloompapers- aporta esa discreta raya fina en negro, muy sutil, sobre fondo neutro. El cabecero en gris antracita -diseño de Raquel González Interiorismo- combina mobiliario con estructura en color negro y otros detalles en madera. Aquí, los textiles de los cojines y el plaid se han escogido en azules, rosas y blancos para suavizar y endulzar el resultado final de la decoración en grises y negros. Ropa de cama, de James Malone Brejos; plaid y almohadones jaspeados, de Les Creations de la Maison; cuadrantes azules de lino, de Pepe Peñalver; y cojines azules, de HF.
El dormitorio de invitados, a la izquierda de la imagen, luce un cabecero de lino -de Kave Home- y unos textiles en tonos beige, verde y piedra. Mesita de noche, bancos a los pies de la cama y ropa de cama, de Zara Home. Almohadones de lino verde, de Pepe Peñalver. Plaids y manta de pata de gallo, de Designers Guild para Usera Usera.
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El baño de los niños
Así luce el baño que comparten los tres dormitorios de los hijos. Este espacio se sitúa entre el dormitorio del niño y de la hija mayor. Se ha usado un suelo porcelánico en tono neutro, también en las paredes, para crear una base neutra y atemporal. El mueble a medida del lavabo es de líneas rectas y acabado contemporáneo. Combina la composición el lavabo de doble seno en blanco con hendidura toallero en el frente con la bancada de madera para el almacenaje. La ducha, a continuación, es rectangular y de generosas dimensiones. Además, el espacio gana al llegar la luz natural a través de la ventana.
Un dormitorio infantil
Este es el espacio del hijo de los propietarios. Los tonos azules y grises protagonizan esta estancia donde destaca el papel pintado de la pared del cabecero, un diseño masculino en tonos neutros a juego con los textiles del resto del dormitorio. Con esta elección, la estancia crecerá con el niño, ya que no es demasiado infantil. El mobiliario es sencillo y lacado en tono piedra y blanco. Escritorio, mesita de noche y cabecero, diseño de Raquel González. Papel de pared, de La Maison Walls. Cuadro sobre el escritorio, de Berta Ipiña. Colcha de lino y manta plaid, de Zara Home. Cojines y cuadrantes de lino azul, de Pepe Peñalver; y cojines de rayas azules, de HF.
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Otro dormitorio infantil: el de la hija pequeña
Frente al dormitorio del niño se encuentra el dormitorio de la hija pequeña, donde destaca el papel pintado en tono beige de la pared, a juego con el tapizado de las puertas de los armarios. Aprovechando el espacio que quedaba entre el armario empotrado y la ventana, se ha incluido un pequeño escritorio a medida. Ambos elementos son un diseño a medida de la interiorista. Las puertas del armario están enteladas con tela de Alambra Altea y tirador de Formani. La silla de escritorio es de Kave Home.
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