Estamos en Los Ángeles, en Bel-Air, en Château Falconview, el nido del halcón. De hecho, el nombre de esta propiedad ya existía cuando Philipp Plein, el famoso diseñador de moda alemán, la compró hace once años. Se llama así porque todos los días dos halcones sobrevuelan la propiedad. Entramos en el ‘nido’, la impactante construcción que hoy es la casa principal y en el futuro será la de los huéspedes. Château Falconview es un doble palacio con vistas a Los Ángeles y al océano Pacífico, asentado en su propia colina. La propiedad tiene una calle privada y un camino de entrada, de 750 metros, iluminado con enormes chandeliers. Además, consta de un garaje subterráneo para los ocho coches del diseñador.
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“Hemos tardado once años en hacer este proyecto. Solo se construye una casa así una vez en la vida, si se tiene en cuenta la dimensión del trabajo, pero también la inversión que supone”, dice Plein sobre su obra faraónica
Este proyecto faraónico se inicia con la construcción de la casa de huéspedes, hasta que en cuatro años esté acabado el palacio principal, que, para dar una idea de sus dimensiones, contará con un comedor para 100 invitados sentados. La casa tiene puertas automáticas con huella digital, techos altísimos, terrazas adornadas con 110 jarrones hechos en Inglaterra, chimeneas exteriores e interiores, miles de lámparas de araña, una enorme videowall, piscina hollywoodiense, spa, gimnasio y, por supuesto, 25 habitaciones para los invitados.
El dueño, Philipp Plein, es un hombre de mucho éxito, genial en su negocio, con visión abierta a grandes proyectos, muy atrevido y con mucha ambición. Sus casas reflejan un estilo maximalista, pero lo que fascina es la peculiar atención a cada detalle que el creador dibuja personalmente con su equipo. Y en la visión de su mundo estilístico el objetivo es dejar sin aliento tanto a sus clientes como a sus invitados. Un mundo excesivo que adora y que es el que vende a través de su marca de difusión mundial.
“El proceso fue muy complicado. Tuvimos que pagar cuatro millones de dólares solo para obtener el permiso de construir sobre una colina, lo que es una locura, porque Los Ángeles es zona de terremotos”
Padre de dos hijos —el pequeño, de solo unos pocos meses— y pareja de Lucia, una belleza inglesa, Philipp solo pasa en esta casa principesca sus vacaciones, ya que su residencia principal sigue estando en Lugano, donde tiene su cuartel general, y en Cannes, junto a su familia.
—¿Cómo llegaste a construir esta fabulosa casa y en un lugar tan selecto como Beverly Hills?
—Fue muy complicado. Tuvimos que pagar cuatro millones de dólares solo para obtener el permiso, lo que es una locura, porque Los Ángeles es zona de terremotos. Tuvimos que crear una estructura de hormigón para poder levantar una casa así y hubo que instalar mil rieles para poder subir el hormigón a la colina. Y prometimos a los vecinos hacer una calle nueva. Hemos tardado once años en terminar este proyecto. Las dimensiones de la casa son muy grandes, más de quince hectáreas, y en Bel-Air. Ahora ya no es posible hacer casas tan grandes en Los Ángeles, están intentando proteger la zona.
—Nada más llegar te encuentras con una impresionante verja de doce metros.
—Ahí irá la puerta, que se hará a medida, de acero negro. Su valor es de 800.000 dólares. No encontrarás una igual en toda América. Una vez terminada la entrada principal, en el portal habrá una pantalla táctil y, si te reconocen, sonará tu canción favorita cuando subas. Si vienes por primera vez tendrás que registrarte. También tuvimos que construir una rotonda para que, si viene un camión de bomberos, pueda dar la vuelta. Eso nos costó 900.000 dólares. Tenemos dos bocas de incendios, una de ellas es de oro.
—Las casas están rodeadas por árboles y columnas neoclásicas.
—Tengo 350 árboles, llevan aquí cuatro años y cada uno de ellos vino con una grúa. Fue muy caro plantarlos. Todos tienen una base porque por ley no se puede hacer, por el riesgo de terremotos. Cada planta tendrá un cartel con su propio nombre. He traído 300 comederos para pájaros y se colocarán en toda la propiedad. También tendremos un huerto para Lucia, que es vegana, y para que nuestro chef pueda cocinar verduras frescas. Como Lucia es de Londres, compré un buzón de correos antiguo de Inglaterra y también lo traje aquí.
“Hice esta casa como un ensayo para la casa grande. Cuando la otra esté terminada, esta será la de invitados, y en la principal, por ejemplo, habrá un comedor con espacio para 100 comensales”
—Háblanos de esta casa con fachada palladiana.
—Esta casa se construyó como un ensayo para la casa grande. Me dio la oportunidad de probar los materiales y la mano de obra de los proveedores; si hay errores, no quiero repetirlos en la casa principal. ¡Es un proyecto tan grande! Solo se construye una casa así una vez en la vida, si se tiene en cuenta la dimensión del trabajo, pero también la inversión que supone. La gente compra por 200 millones un barco, por ejemplo. Esto es algo que nunca he visto en Bel-Air. Para que te hagas una idea: te tomas una copa aquí abajo como invitado y luego te subirán a la casa principal. Te impresionará la casa de invitados pero, aún más, la casa principal. Por lo tanto, este es el mayor proyecto en Estados Unidos para una casa privada, no encontrarás una así en todo el país. Se puede construir una casa en cuatro o cinco años de este tamaño, pero nos tomamos tanto tiempo por todos los detalles y acabados que hay en el interior. Los suelos de mármol, por ejemplo, se han construido en Italia, en pedazos. Vinieron aquí, lo midieron, lo construyeron en Italia y luego lo pusieron como un puzle.
“Todo está hecho a medida, el mármol viene de Italia; el latón con el logotipo FV de la casa, de la India, y tenemos 350 árboles, cada uno de ellos traído con una grúa”
—Me llama la atención la estatua del ángel tatuado, en cuyos pies se puede leer la inscripción luminosa en latín: Tempora mutantur et nos mutamur in illis (los tiempos cambian y nosotros con ellos).
—Es una estatua hecha de un bloque de mármol y un artista del tatuaje creó los diseños de la escultura. Todo está hecho a medida, incluso los jarrones con el logotipo FV, que también se puede ver en las ventanas, con revestimiento de piedra. Château Falconview ya es una marca registrada.
—Entramos en la sala de la jungla.
—La sala de la jungla verde, con todo hecho a medida. El suelo de mármol verde, de Italia; el techo, decorado con nuestro papel pintado de leopardo; piezas de latón dorado con el logotipo, que viene de la India…
—El comedor es una oda a la ópera de Mozart.
—El comedor es muy especial. Soy alemán y tenemos la madera vintage de Francia, que proviene de un castillo, y el motivo del Papageno y Papagena, los papagayos de la opera de Mozart, en las sillas. En el techo, chapado en oro y pintado a mano, se pueden ver dos frases en alemán de esta ópera. Es muy bonito. La chimenea es increíble, la mano de obra de este tipo de ornamentos no se puede encontrar hoy en día. Tiene también el logotipo, al igual que los platos, en oro. Los tiradores de las puertas son de una empresa francesa que también hizo las de mi casa de Nueva York. La puerta que separa el comedor del living está pintada en oro con flores de cerezo, en un bonito rosado. La música está detrás del techo en toda la casa, es una técnica nueva pero de una calidad increíble. La biblioteca es un sueño, con las hojas de oro, y sirvió de escenario al fashion filme que hice con Megan Fox, dirigido por Steven Klein; también hicimos el lanzamiento de las zapatillas de Snoop Dog. En esta habitación, todo es de madera de color marrón oscuro. Tenemos un Arcade con la estructura en oro con 200 juegos de coches diferentes. A mi hijo mayor le gusta jugar.
—En tu casa siempre hay una referencia al mundo de los dibujos animados.
—Sí, tenemos varios Ufo Robot Goldrake, un dibujo animado de los años 80-90, de cuando yo era niño; uno de ellos, en la entrada principal. Me encanta relacionarme con este tipo de esculturas.
—El triunfo de las luces en toda la casa.
—Todo está iluminado, la casa, el techo, todo. Las alas del ángel de la entrada también se iluminan. Tenemos la araña de Murano, de seis pisos, seis niveles.
—Y finalmente, la habitación del rey.
—¡La guarida del lobo! Está repleta de objetos, me emocioné un poco. Las paredes están forradas de cuero ‘croco’. Tiene un salón con chimenea. El marco del cabecero de la cama, hecha a medida, tiene una característica luz en el interior. También hay un juego de ajedrez, en cuero, con el logotipo grabado. Luego tenemos el menú de almohadas, que se llama ‘Los niños cool nunca duermen’; puedes decir qué almohada prefieres: más dura, más blanda, más alta… A cada lado de la cama, se puede ver un escudo del château con el menú. También tengo una bicicleta de entrenamiento de fibra de carbono, muy futurista. El gimnasio estará en la casa de arriba, pero, mientras, cuando vengo aquí tengo una bicicleta y las pesas con mi logotipo. El vestidor está todo cubierto con papel pintado. Imprimimos el papel en el cristal, va sin costuras, continúa e incluso cuando vas al baño estás en una jungla, la jungla del rey. La ropa de cama se hace a juego con la casa, las colchas, las zapatillas… Tenemos dos habitaciones de invitados idénticas. Se suponía que había cuatro, pero solo tenemos tres por haber hecho la mía. El cuarto de baño es muy sencillo porque es de invitados. Todas las habitaciones son iguales, solo jugamos con los colores, todo tiene que combinar.
—¿Cómo ha evolucionado tu marca a lo largo de los años y qué presencia tiene en el mundo?
—Lo primero, soy un emprendedor, soy un soñador y creo en mis sueños hasta que se hacen realidad. Uno de mis sueños era construir esta casa y ahora está empezando a hacerse realidad. Somos una firma de moda global, tenemos diferentes marcas en nuestra empresa: Philipp Plein, Plein Sport y Billionaire. Tenemos tiendas en todo el mundo, nos estamos expandiendo muy rápido, empleamos a más de 700 personas en todo el mundo y seguimos creciendo y desarrollándonos, por lo que todavía somos una marca joven, tenemos un gran potencial. En los últimos dos años hemos crecido mucho, ahora con categorías de productos como perfumes, muebles, gafas de sol, relojes, joyas y pronto abriremos nuestro primer hotel en Milán y tres restaurantes, uno, con una estrella Michelin, un club nocturno y un club de playa en Birmania, así que tenemos un montón de proyectos y estamos creciendo muy rápidamente.
“Mi padre me trajo aquí por primera vez cuando tenía 16 años. Me sentía como en una película. Desde entonces, me aficioné a Los Ángeles y a su estilo de vida, por lo que siempre quise tener una casa aquí”
—Por último, ¿por qué Los Ángeles? ¿Qué te gusta de esta ciudad?
—Me gusta porque mi padre me trajo aquí por primera vez cuando tenía 16 años. Hoy tengo 45, así que fue hace 29 años. Estaba muy emocionado, me sentía como en una escena de película porque conocía Los Ángeles solo por las películas y las series. Fue increíble ver todos esos lugares en la vida real. Desde entonces, me aficioné a Los Ángeles y a su estilo de vida, por lo que siempre quise tener una casa aquí, y por eso empecé a construir Château Falconview.
—Recientemente fuiste padre por segunda vez y se te ve muy feliz.
—Soy un padre feliz de dos hijos. El mayor, Romeo Prince Plein, va a cumplir diez años y vive con su madre en Río de Janeiro. Mi segundo hijo, Rocket Halo Ocean, vive conmigo y su madre entre nuestros diferentes hogares, Lugano, Sur de Francia, Nueva York y Los Ángeles. Es una gran alegría tenerlos en mi vida. La familia es lo más importante porque ver a tus hijos crecer y pasar tiempo con ellos es el mayor regalo: ¡Da tanta alegría, tanta felicidad y te ilumina el día! En el futuro espero tener más hijos.