Para crear una atmósfera serena y relajante que favorezca el descanso es fundamental que el dormitorio esté despejado de trastos, de esos caóticos focos de atención tan molestos y desagradables a la vista. Contar con un vestidor independiente o un gran armario empotrado de pared a pared es siempre de gran ayuda, pero en ocasiones, ni siquiera estos dos elementos son suficientes para mantener prendas, ropa de cama, complementos, libros y demás pertenencias en orden (quizás sea verdad eso de que cuánto más tienes, más acumulas). En cualquier caso, en dormitorios pequeños el problema del orden se agudiza y la gran cantidad de objetos que guardamos en esta estancia requieren soluciones de almacenamiento prácticas y decorativas que aprovechen al máximo los metros disponibles. Haberlas, haylas, y aquí te traemos algunas.
Abrir una hornacina
Es una excelente forma de ganar espacio de almacenaje sin restar metros útiles a la habitación. Si decides llevar esta idea a la práctica, encarga un diseño que se ajuste al tamaño de los objetos que vas a almacenar en estos estantes, que tenga una altura y una profundidad cómoda y práctica, y que su acabado sea acorde con el resto de la decoración. Eso sí, antes de nada, asegúrate de que la pared en la que quieres abrir la hornacina no es una pared estructural, así como de que no pasen cables o tuberías. Este dormitorio pertenece a un proyecto de interiorismo de Alfons & Damián.
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La pared del cabecero
Existen muchos recursos para aprovechar el potencial de almacenaje de las paredes. Y esta es una de ellas: fijar una balda de la misma longitud de la cama en la pared del cabecero. Su superficie te resultará muy práctica para dejar una gran variedad de objetos, como libros, una lamparita de mesa, marcos de fotos y algunas plantitas. Antes de fijarla a la pared, estudia una altura que te permita acceder cómodamente a los objetos, pero lo suficientemente alta como para evitar golpes accidentales en la cabeza. Esta propuesta es de la firma B&M.
Para evitar la sensación de agobio, lo mejor es optar por una o dos baldas situadas a media altura.
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A grandes males, grandes remedios
Si necesitas multiplicar la capacidad de tu armario, quizás puedas destinar una pared libre de muebles a una composición de estantes y barras para colocar la ropa de temporada. Eso sí: procura que sea un diseño de poco fondo para que no obstaculice la circulación y visualmente ligera. Las estanterías que veas sobre estas líneas pertenecen a la línea String Grey de Nest, una opción de almacenamiento modular muy versátil, que permite crear una configuración personalizada y ajustable, tanto a nuestras necesidades como a las específicas de cada espacio.
Alíate con la cama
Es la pieza más voluminosa del dormitorio y precisamente por eso, ofrece un valioso espacio de almacenamiento que no debes pasar por alto Hay muchas formas de aprovechar el hueco que queda debajo de la cama, tan práctico para guardar sábanas, mantas y ropa de otra temporada. Tanto los canapés abatibles, como los cajones con ruedas, son una buena solución. La cama de este dormitorio pertenece a la serie MALM de IKEA.
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Un alternativa a la tradicional mesilla
Si a la falta de zonas para guardar se une la escasez de metros cuadrados, plantéate sustituir una de las mesitas de noche por un mueble que ofrezca mayor capacidad de almacenaje. Una cómoda es una opción ideal, más aún si, como en este caso, tiene la altura similar a la de la cama, ya que permite alcanzar fácilmente los objetos que se encuentran sobre el mueble. El cabecero y la cómoda de este dormitiorio son de la firma Homesense.
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Un cabecero a medida, otra solución perfecta
Su diseño se realiza de forma totalmente personalizada (altura, profundidad, disposición de posibles huecos, etc.) y el acabado final puede elegirse igual que la pared original del dormitorio, o cualquier otro revestimiento como madera o laca. En este caso, la interiorista Pia Capdevila diseñó un cabecero de DM lacado a media altura, lo que permite aprovechar la parte superior como respisa, y de pared a pared, con armarito incorporado.
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Desde maletas hasta baúles
Cualquier pieza que, además de tener una función, integre espacio para guardar, será bien recibida en el dormitorio: unas maletas que pongan un atractivo toque vintage a la decoración, un banco en el que sentarte mientras te calzas, un baúl antiguo, un puf acorde con el resto de los elementos de la estancia… Sólo tendrás que buscarles el sitio adecuado: a los pies de la cama (un espacio en muchas ocasiones desaprovechado) o a los lados como se hizo en este dormitorio. Eso sí, fue necesario apilar dos maletas para dotar a esta improvisada mesita de una altura cómoda. Los textiles son de Henko Living.
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Mucho más que un cabecero
También encontrarás cabeceros que en su diseño integran espacio para guardar: desde modelos con cajones y compartimetos ocultos, hasta estructuras con compartimentos, tanto en la parte superior, como a ambos lados o cabeceros que integran una repisa superior para colocar libros y pequeños objetos. Así que, antes de decidirte por un modelo concreto, valora qué tipo de almacenamiento necesitas. ¿Cajones para guardar ropa o zapatos? ¿Estantes en los que colocar libros o elementos decorativos? ¿Compartimentos para guardar objetos pequeños? Este cabecero es el modelo Biface de La Redoute Interiéurs.
Pomos para colgar collares y sombreros
Además de una idea orginal para tener a mano pequeños complementos (como sombreros, pañuelos y collares), decorar la pared con una composicion de pomos es también una manera de colgar de forma ordenada. Es una idea muy sencilla que puedes realizar con todo tipo de pomos y perchas de pared, incluso con ganchos adhesivos. Aunque lo idea será que antes de lanzarte a fijarlos en la pred, hagas un croquis que te ayude a organizar bien la composición.
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¿Un espejo?
Sí, un espejo de cuerpo entero. Una de las piezas básicas del dormitorio (¿a quién no le gusta revisar su outfit mientras se viste?), que te puede ayudar a ganar, no solo luminosidad y amplitud visual, sino también espacio de almacenaje. Así el modelo Asue de Banak, un zapatero de madera acabada en color blanco con puerta de espejo que, al ser tan estrechito, se puede colocar en cualquier rincón sin apenas restar espacio.
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