Son un tipo de puerta que bien puede integrarse en el proyecto de decoración como puerta de paso, bien como frente de un armario. En cualquier caso, el objetivo es que no destaque especialmente su presencia. Que esa puerta, necesaria, no se vea tanto, que prácticamente se camufle en la pared. Y eso se logra con diseños que se denominan invisibles, sin marcos ni molduras, puertas enrasadas o con marco oculto.
Puerta invisible en un tabique panelado en madera
La interiorista Marta Estarriol ha optado por una puerta invisible sin molduras alrededor para que se integre en el tabique, todo acabado en el mismo tono de madera (para eso la pared se panela con chapa de madera). Se trata de un diseño de suelo a techo, que solo se delata por su tirador negro.
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Una librería que se convierte en puerta de paso
En este proyecto del estudio Egue y Seta se da un paso más en las puertas invisibles porque el panel que da acceso al dormitorio desde el salón, como queda tan integrado en la estancia principal de la vivienda, es en realidad parte de un mueble estantería que da servicio al estar. Cerrado, nada delata que una parte del diseño de la estantería se convierte en puerta de paso.
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Paneles correderos decorativos de tamaño XL
Otra opción para decorar una estancia con puertas de paso invisibles es hacerlo a través de un panel de grandes dimensiones de apertura corredera. Es la propuesta de este espacio, diseñado por Arc Disseny, con un gran panel corredero, lacado en color blanco y con acabado acanalado. Cuando se abre, su diseño queda visto y decora la zona de comedor, como si se tratara de la misma pared.
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Puerta corredera con guía empotrada en el techo
Una puerta corredera convencional, integrada en tabique, diseñada de altura excepcional de suelo a techo, también se convierte en una puerta invisible. Solo la delata la guía en el techo. Este tipo de guías se empotran en el techo, de manera que la puerta corredera se desliza por ella, sin ningún otro elemento en el suelo. El panel abierto queda oculto dentro del casoneto a medida en la pared y no necesita ningún otro marco o moldura alrededor. Es un proyecto de Coblonal Interiorismo.
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Maxi panel pivotante
Visto y no visto. Una puerta invisible o integrada en tabique, que en este caso se diseña con una apertura pivotante. Un gran panel de madera que cerrado se integra por completo en la pared, toda revestida en la misma chapa de madera. La apertura pivotante facilita la ausencia de tiradores o manillas que faciliten la apertura. La hoja de la puerta pivota en un eje vertical, dejando una apertura más amplia y llamativa. En la parte superior del panel se coloca un rodamiento giratorio que fija la puerta a la parte superior del marco. En la inferior, el rodamiento soporta el peso y fija la puerta al suelo. Es un proyecto del estudio de interiorismo Molins Design.
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Puerta invisible revestida con palillería
Kinze Studio ha creado aquí un frente con puerta de marco oculto, todo revestido con palillería. Cuando la puerta está cerrada, las propias hendiduras verticales del revestimiento disimulan la presencia de los bordes del elemento. Puedes optar por planchas de madera natural o por revestimientos sintéticos.
Panel corredero a modo de tabique
Este es otro ejemplo de cómo un gran panel corredero puede parecer o convertirse en un tabique en sí, cuando en realidad se trata de una puerta de paso. Pero tiene sentido más allá que solo el propio paso. Un panel así sirve para comunicar o dividir dos estancias en función de su uso. Por ejemplo, para delimitar una zona de juego de una de estudio o descanso. Aquí, el panel destaca por su color y una pequeña apertura de cristal en un extremo, que comunica los espacios a cada lado del mismo.
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Puerta integrada con molduras
Para que pase más inadvertido todavía un panel o puerta corredera, es posible integrarla en el mismo patrón de molduras de la pared. Si esta tiene un zócalo o cuarterones, la idea de reproducir los mismos elementos sobre la puerta, hará que prácticamente no se note, como sucede en esta pared bajo escalera, en un proyecto de Estudio Mónica Diago.
Puerta de paso con cuarterones
Otro ejemplo similar al que acabamos de ver, es este con molduras, de The Room Studio. En este caso, esa puerta invisible que se ve al fondo, puede comunicar con un aseo, un cuarto trastero, una escalera con acceso al sótano o un armario -como en este caso- (ojo, que no todos los armarios son lo que parecen). ¡Todo vale! Lo importante es que se integra en la pared, tanto que sea cual sea su "destino" sorprenderá que se trate de una puerta.
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¿Cómo se instalan o qué piezas lleva una puerta invisible?
Si te gusta este tipo de puerta invisible, enrasada o con marco oculto y quieres tener una o varias en tu casa, en la próxima reforma, debes advertirlo. No solo porque tienen una altura excepcional -en caso de que así te apetezca- sino porque, aunque su diseño sea el convencional, llevan un marco de aluminio que queda oculto, que es sobre el que se monta la puerta. Ese marco puede ser versión de empujar y de tirar. Se instalan tanto en tabiques de ladrillo hueco como en tabiques de cartón yeso. El marco y la hoja están adaptados que puedan ser pintados con pinturas murales empapelados o lacados en color, buscando así la integración perfecta en cada caso. Esta puerta es de Carré Furniture.
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Puertas que no interfieren en la estética
Las puertas invisibles permiten esconder aquello que no queremos ver y crear una entrada o paso a una estancia, que pase desapercibido. Hace años, este tipo de puertas ocultaban cámaras o pasadizos. Pero hoy son habituales en proyectos para favorecer el equilibrio visual y el orden en lugares donde una puerta convencional "rompe" la estética. Se logran soluciones integradas y más cómodas, así como otras soluciones más vistosas y originales, como cuando las puertas ser integran en librerías. En este caso, el estudio Egue y Seta diseña una puerta enrasada sin tirador, solo un panel lacado en blanco, para dar acceso desde el office de la cocina al cuarto de lavado.
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