De piso señorial del s.XIX a una casa actual junto al Palacio Real de Madrid

Un proyecto llave en mano que transforma por completo una vivienda de 110 metros cuadrados, ubicada junto al Palacio Real de Madrid. Una situación privilegiada, en un edificio señorial de principios del siglo XIX que se convierte en una casa actual, con una distribución personalizada.

Un proyecto llave en mano

La interiorista Raquel Chamorro (www.raquelchamorrodesign.com) se ha encargado de este proyecto, en el que uno de los mayores retos de este encargo ha sido el acondicionamiento de la casa, puesto que no se había realizado reforma alguna desde su construcción. Reforma, decoración y estilismo, han sido los pasos que ha llevado a cabo con el objetivo de entregar la vivienda lista para entrar a vivir. En eso consiste un proyecto denominado llave en mano. En cuanto a la distribución, esta imagen muestra el centro de la planta, un acceso amplio que comunica con la cocina y que organiza a un lado el salón-comedor y, al otro, la zona de descanso.

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Salón y comedor enmarcado por ventanales y molduras

"Según la zona de la ciudad donde se ubique el piso, la arquitectura original cambia muchísimo. Por ello, siempre que aceptamos un trabajo así, encontramos un escenario inicial diferente lleno de detalles que nos fascinan. Estoy contenta con el resultado de esta casa porque ha sido un proyecto complejo, y especialmente satisfecha de la solución de la cocina, que hemos instalado en el centro de la zona social, pero apenas se ve desde el salón", declara la interiorista Raquel Chamorro, artífice de este proyecto. Y es que tras los arcos de entrada al salón se encuentra la cocina. De esta manera queda abierta, espaciosa y conectada pero totalmente independiente. En la zona social se suceden en una planta rectangular, el estar y el comedor al fondo.

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Un salón con detalles muy elegantes y señoriales

Este piso no había sido reformado nunca, por lo que muchos de sus elementos, tanto funcionales como estéticos, habían quedado desfasados. La ubicación privilegiada le da al salón unas vistas maravillosas sobre el Palacio Real de Madrid. Sumado a los techos altos, el resultado continúa siendo señorial y espacioso. Con mucha sensación de apertura a través de los ventanales repartidos en la fachada, de forma alargada.

En el salón comedor están presentes los materiales que guían el proyecto en todas las estancias: madera oscura, latón y cristal. "Las paredes se han parcelado y decorado con molduras amplias en la zona superior y más pequeñas en la zona inferior, separadas por un zócalo, y terminadas con un amplio rodapié de 20 cm. Las paredes se han pintado en color moca de Valentine y las molduras en blanco roto", explican detalladamente desde el estudio de Raquel Chamorro.

El mobiliario del salón

Los sillones de la zona de estar han sido diseñados de Raquel Chamorro en color brandi. Detrás del sofá se sitúa una consola en latón, con madera en color negro, sobre la que se han colocado dos tibores en cerámica. El latón continúa presente en los detalles del módulo de los audiovisuales, así como en las lámparas y mesas de apoyo.

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El comedor y sus detalles

"Cuando se planteó el acceso al salón, apareció un pilar insalvable que forzó la división del espacio en un arco bipartito. Esta solución le ha dado un toque sofisticado y artístico a la entrada del salón, creando una escenografía que ha salvado esta limitación inicial", matiza Raquel Chamorro. El tercer arco da acceso a la cocina.

En cuanto al comedor, se ha equipado con una mesa redonda con la base en palillería en madera teñida en negro y barnizado en satinado, diseño de Raquel Chamorro, y unas sillas redondeadas con patas con detalles en latón. Sobre la mesa de comedor cuelga una gran lámpara de círculos concéntricos.

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Una entrada que recibe, organiza y es cocina al mismo tiempo

El objetivo de la interiorista en este proyecto era transformar una casa antigua "en una vivienda operativa para este siglo, estableciendo una continuidad y una armonía entre las distintas estancias", como indica ella. La distribución de la reforma parte desde un gran espacio recibidor y distribuidor. Este espacio sorprende con una barra de cocina, forrada con paneles de madera lacados en negro, con palillería de madera oscura. Entre barra y módulo alto, tres lámparas colgantes de luz cálida. Ya vemos aquí la continuidad en los materiales, usados también en la zona social de la casa, también en los taburetes de latón y piel. Esta barra recibe a los invitados, es perfecta para tomar una copa y para desayunos a diario. El mobiliario de la cocina en sí está diseñado en tonos oscuros con paneles lacados. El suelo es de madera con veta marrón.

Detalles elegantes

Una lámpara de diseño circular y forma oval se convierte en una escultura colgante, más llamativa dada la altura excepcional del techo. En la pared, se han instalado dos armarios lacados en el mismo color moca de la pared y con molduras en blanco roto. Entre ellos, una consola con un frontal que hace juego con la barra, con lámpara y espejo, como zona de despacho antes de salir de casa.

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Un aseo de cortesía en negro y dorado

Situado a la izquierda de la puerta de acceso se encuentra un aseo de cortesía, ganado en lo que antes era un trastero. Las paredes están revestidas con papel de fondo negro con un elegante motivo de abanicos dorados. El mueble lacado en negro y madera oscura ha sido diseñado por Raquel Chamorro. Al fondo, un inodoro suspendido de cisterna empotrada.

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La sobriedad del dormitorio principal

"Diría que todo el estilo de esta casa es ecléctico. Esto se puede ver en los diferentes tipos de mobiliario que hemos escogido, así como en la gama crómatica y los elementos decorativos. Pero también creo que es ecléctica la construcción en cuanto a la arquitectura, ya que hemos conservado elementos originales que ponen en relación el interior con el exterior, pero también hemos usado otros elementos nuevos: arcos en el despacho y el hall, rodapiés muy altos o molduras. También creo que la manera en como hemos comunicado las estancias es original y funcional", enumera la interiorista.

A esta suite principal, con baño integrado, se accede por una zona de armarios a modo de vestidor, con módulos en paralelo. El cabecero se ha diseñado a gran altura y con orejas en un tono verde carruaje igual que la cama arcón. Las mesitas de noche están lacadas en negro tipo y resaltan las lámparas en latón. 

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El baño integrado en el dormitorio

El baño del dormitorio principal cuenta con un frente de lavabo de doble seno -y dos espejos rectangulares retroiluminados de esquinas redondeadas- con encimera negra de policarbonato y mueble lacado entono moca. Esta zona de la pared se ha revestido con un zócalo en ángulo hexagonal en blanco roto. En esta estancia se ha cuidado la iluminación (algo muy presente en todo el proyecto) con distintos puntos de iluminación para disfrutar de las escenas según el uso y la hora del día.

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Una segunda habitación con dos camas

Avanzando por el pasillo de la zona de dormitorios, se accede a una segunda estancia en suite, con zona de vestidor. En ella se han ubicado dos camas independientes que apoyan sobre un cabecero rectangular de 4 metros de largo, tapizado en pata de gallo beis y blanco roto. Entre las dos camas, una mesita de noche de rejilla en blanco roto.

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Un despacho independiente

La vivienda cuenta con un despacho en el que se ha creado una gran librería rematada en arco para organizar libros. Delante se ubica el escritorio, con una ventana lateral. Dispone también de armario escondido y un sillón-cama en tapizado de pata de gallo. "Para esta estancia era importante la versatilidad, ya que puede usarse como despacho, zona de lectura o dormitorio eventual para invitados", señalan desde el estudio.

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