Cuando llega el momento de buscar un mueble con el que ganar espacio de almacenaje en la cocina, lo primero que nos viene a la cabeza es un mueble en el mismo material y acabado que el resto del mobiliario. En el comedor, la pieza más habitual es un aparador y para el salón, soñamos con una estantería de pared a pared en la que guardar libros, revistas y todo tipo de objetos decorativos. Pero existe un mueble en el que quizás no hayas pensado, pero que dotará de un encanto especial a la estancia donde lo coloques. Se trata de las alacenas, un tipo de mueble de dos cuerpos, generalmente el superior tiene menor profundidad que el inferior para así, ofrecer un espacio libre sobre el que se apoyan los objetos que se van sacando de los armarios, y que encaja en cualquier habitación de la casa. Encontrarás modelos rústicos, actuales, de madera en acabado natural o pintada… Echa un vistazo a esta selección, porque son todas ideales.
Piezas con alma
Integrar una alacena antigua en una estancia es una excelente manera de añadir personalidad y un toque único a la decoración. Cuando son piezas buenas, de calidad, lo suyo es conservarlas tal cual (lo contrario, no se contempla), pero si has heredado o rescatado un mueble que no te convence demasiado, también puedes restaurarlo, bien con pintura, bien con una mano de cera. La alacena que ves sobre estas líneas es un mueble francés del siglo XIX, hecho en madera de pino. Lo encontrarás en Mestizo Store.
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Vitrina y armario
El comedor es el lugar por excelencia para colocar una alacena, cerca de la mesa de comedor, para tener el servicio de mesa a mano. Pero además, los modelos con puertas de cristal convierten los objetos que guardamos en su interior en parte de la decoración, pues quedan a la vista de todos. Ojo con esto. Reserva estos estantes para colocar las piezas más vistosas de tu vajilla y, a ser posible, procura que guarden una armonía cromática. Esta es el modelo Alex de Tikamoon, en madera natural de mindi.
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Con estantes y puertas de rejilla
Como ves, las alacenas no son exclusivas de decoraciones clásicas o rústicas. También encontrarás modelos perfectos para interiones de estilo contemporáneo y actual. Este es el modelo Ralik Style, de Sklum, fabricado en madera de paulownia con puertas en ratán trenzado, todo en tonos naturales. Diseños como éste vienen muy bien para guardar, no solo la vajilla, sino también la ropa de mesa. Las puertas de rejilla mantendrán el interior de los armarios ventilados y los textiles a salvo de la humedad y el polvo.
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De madera oscura
Los diseños rústicos o clásicos también pueden ganar un punto actual que funcione en todo tipo de decoraciones. La clave está en el acabado del mueble. Si prefieres una apariencia más ligera, opta por el blanco, pero ten en cuenta que una alacena en un tono oscuro es una excelente opción para crear un punto focal en la estancia. Y recuerda: ¡el negro va con todo! Sobre estas líneas, alacena de tres cuerpos fabricada por José Ibáñez en madera maciza de pino, en Rústico Colonial.
Con vitrina
La parte acristalada de la alacena se convertirá en el mejor escaparate de tu vajilla. Por eso, es importanta que logres que el conjunto se vea cuidado y atractivo. Para ello, agrupa las piezas, bien por tipos, bien por colores y si tienes piezas especiales, como platos antiguos o tazas de porcelana fina, colócalas en una zona destacada de la vitrina para que se vean claramente. Por último, añade elementos decorativos como flores, jarrones o figuras que pongan ese toque personal.
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Un toque industrial
También encontrarás alacenas que se alejan de los modelos más tradiciones, diseños con los que añadir carácter a cualquier estancia como los modelos de estilo industrial. Es cierto que en ocasiones pueden resultar algo "duros" o fríos, pero colocar una o dos plantitas verdes siempre te ayudará a solucionarlo. Y por cierto, las alacenas de estilo industrial funcionan con todo tipo de decoraciones. Es más, con un mix de piezas de diferentes épocas y estilos, lograrás un ambiente único. Esta es el modelo Sharob, de Sklum, de acero y madera reciclada.
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Diseños a medida
¡Todo son ventajas! Además de optimizar al máximo el espacio, podrás encargar un diseño que se ajuste 100% a las piezas que vas a almacenar en su interior y escoger el acabado que mejor vaja con el resto de la decoración. Incluso personalizar la trasera con un bonito papel pintado y agregar una luz en el interior para que los objetos que guardes en ella, no solo se vean más atractivos, sino que, además, sean más fáciles de localizar. Eso fue lo que hizo el equipo de Coton et Bois en este comedor, un proyecto de Casa Decor.
De pared a pared
Saca el máximo partido a tu comedor con una alacena que ocupe todo un frente. Si no optas por un mueble a medida, puedes colocar varias vitrinas idénticas juntas, como se hizo en este caso, con el modelo Chow de la firma Wood. Es de madera de pino en color gris Dakar, y lo encontrarás en Miv Interiores. Eso sí, para que el mueble no resulte visualmente muy pesado, elígelo en un acabado claro (blanco, beis o gris suave) y con la parte superior acristalada.
También en el salón
Más allá de librerías y aparadores, en el salón también puedes ganar espacio de almacenaje con una alacena. Sus estantes y armarios también son ideales para guardar, no solo la vajilla y el servicio de mesa, sino libros, revistas y todo lo que se te ocurra. Además, una alacena bien elegida aportará un toque de estilo y personalidad al salón. Los modelos de madera maciza o metal son una excelente opción para salones rústicos o de estilo industrial, mientras que los diseños de madera clara o acabados en blanco y negro, son más indicados para decoraciones de estilo actual. Sobre estas líneas, el modelo Kumla, de Banak.
¿Te atreves con el color?
Sin duda, con una alacena de madera acabada en un color brillante, la decoración ganará interés y riqueza visual. Más aún, si el mueble añade un contrapunto cromático. Y si quieres poner un toque de color sin arriesgar demasiado, opta por un acabado en un tono suave o empolvado, con el que, además, conseguirás que la estancia parezca más grande. Este modelo es de madera maciza de pino, en Rústico Colonial.
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