Elegantes, de origen clásico y un recurso que elevará la decoración de tu casa. Así son los arrimaderos, una tendencia que vuelve a ganar fuerza para dar vida a las paredes y tras años caídos en el olvido en pro de elementos más limpios y modernos. Este tipo de revestimiento tenía en un principio la función de proteger las paredes de los roces de las sillas y la mesa en el comedor. Hoy, su elegancia y estilo clásico lleva a otras estancias. Mira estas ideas para decorar tus paredes y cópialas para subir el estilo de tu casa.
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Con molduras y florituras, el estilo más tradicional
Los arrimaderos de origen suelen ser de madera, en la que hay tallados todo tipo de adornos y florituras dignas de maestros artesanos. Suelen estar pintadas en blanco, destacando su presencia sobre la pared, o en el mismo color, manteniendo su look clásico. Actualmente, hay modelos fabricados en PVC que son mucho más fáciles de colocar, aunque carecen de esa belleza artesanal.
Arrimaderos que se modernizan
Esos modelos de PVC de los que hablábamos ofrecen también una imagen más moderna, en los que la sobriedad y las líneas sencillas y rectas son las protagonistas. Eso sí, no pierden esa fuerza decorativa ni tampoco su función práctica de proteger las paredes. Se llevan también los modelos con cierto relieve, que aportan movimiento y un look más desenfadado que en su estilo más tradicional.
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También encajan en lo rústico
¡Y es que todo depende del diseño del arrimadero! Los de listones de madera, sencillos y sin florituras son capaces de aportar un look campestre que queda genial en entornos de estilo rústico. Si la madera está al natural, gracias a sus nudos y variaciones de la madera el resultado es cálido y raw. Pero pintada de un tono suave, como el blanco roto o puro, funciona igual de bien y no restará luminosidad.
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La perfecta pareja del papel pintado
Si los arrimaderos son recursos decorativos del pasado que vuelven a pisar con fuerza, no encuentran mejor pareja que en el papel pintado, otro elemento que recuperamos de las casas de hace años. Y la combinación no podría ser más acogedora y estilosa. En el dormitorio aportará ese look con sabor tradicional que convertirá el espacio en un templo del descanso. Un consejo: píntalos del mismo color que el resto de la carpintería de la casa. Así tendrá el mismo acabado que las puertas y el resultado será más homogéneo.
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De estilo sobrio ¡y con sorpresa!
Los arrimaderos en el comedor siguen siendo tendencia, como demuestra este proyecto. Y aunque con un estilo más sencillo y minimalista, encajan igual de bien en hogares en los que el estilo clásico manda. En este comedor, la interiorista Pia Capdevila lo utilizó también para esconder el acceso al cuarto de lavado y planta. Y la puerta pasa desapercibida por completo.
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Una pared de un solo color, pero llena de vida
Una manera de integrar por completo los arrimaderos en la decoración, pero sin restarles protagonismo, es pintándolos del mismo color que la pared superior, especialmente si quieres unas paredes de un tono que se salga de la norma. Y, si te cansas, es tan fácil como coger un bote de pintura y darle una nueva imagen. ¡Podrás disfrutar de su belleza durante años!
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Un color, varias intensidades
Algo que nos encanta de los arrimaderos es su versatilidad y capacidad para encajar en cualquier estilo y estancia. Pero también la facilidad con la que se luce sea del color que sea. En esta propuesta de Primark se ha combinado con un papel pintado con relieve y efecto textil y una butaca clásica, todo en tonos rosas, y un mueble con patas contorneadas y forma de antiguo mueble telefonero. ¡Un look irresistible!
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Con el cabecero integrado
Una manera de instalar un arrimadero en el dormitorio y que encaje es destinándolo a la pared del cabecero e integrándolo con este. En esta propuesta, el arrimadero va de pared a pared y cuenta con una zona acolchada en la zona de la cama para ganar en confort. Su diseño moderno con tintes clásicos responde a las últimas tendencias, en las que se enfatizan las virtudes de ambos estilo.
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Una fusión de lo clásico y lo moderno
Este es otro ejemplo de cómo elementos clásicos como un arrimadero encuentran la pareja perfecta en colores más relacionados con espacios modernos. El arrimadero con molduras en negro crea una combinación perfecta con la pared en verde petróleo. Después, los detalles en dorado y cristal, así como textiles que regalen luz y vitalidad son los mejores complementos. ¡Apúntate al estilo clásico-moderno!
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Crea un efecto arrimadero
Si quieres crear el efecto que provoca un arrimadero y dar vida a tus paredes, puedes hacerlo de manera sencilla. Una opción es pintar la parte inferior de la pared de un color diferente, o incluso hacerlo pintando una franja horizontal que divida la pared en dos. ¿Más maneras de lograr su efecto? Colocando un listón de madera de un color más oscuro a mitad de la pared. Para darle más énfasis puedes pintar las partes inferior y superior de la pared de un tono diferente.
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