Contar con una piscina en el jardín es todo un lujo cuando llega el verano y suben las temperaturas. Este espacio de exterior se convierte en el lugar de ocio más concurrido de toda la casa, por lo que es importante acondicionarlo para poder disfrutar al máximo. Además de la zona junto a la piscina, también tendrás que planificar el jardín en torno a ella. Aquí tienes algunas claves sobre las plantas que son más convenientes.
Un pequeño paraíso
Una piscina es mucho más que un lugar en el que darse un chapuzón cuando el calor aprieta. Es un espacio de ocio y diversión al aire libre, pero también puede ser un rincón para el relax. Una zona de descanso o de mucha actividad, dependiendo del momento o de las personas que lo usen.
Por eso conviene arreglar el espacio alrededor para llenarlo de belleza y frescor, en un pequeño paraíso en el que encontrar el bienestar, en un regalo para la vista y el espíritu.
Para eso, y teniendo en cuenta que la piscina es el centro, hemos de analizar el espacio que queda alrededor: las dimensiones de cada zona, el tipo de suelo que tenemos, lo que queremos conseguir en cada rincón, etc. Así podremos decidir qué tipo de plantas y qué soluciones de paisajismo son más adecuadas en cada caso.
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Especies que son un acierto
A la hora de elegir las plantas que van mejor en jardines en torno a la piscina es importante tener en cuenta las características del espacio, la orientación, el clima, las horas de sol que recibe a lo largo del día, etc. En general, las plantas más adecuadas son las autóctonas, que están perfectamente adaptadas a las condiciones del lugar. De esta forma son más sencillas de cultivar, más resistentes y duraderas.
Festuca arundinacea, la mejor pradera
Nos encanta el césped junto a la piscina. Un espacio de pradera verde, fresca y mullida. El lugar perfecto para tomar el sol, para relajarse o para jugar. Sin embargo, es importante elegir una especie que soporte el ajetreo continuado al que le vamos a someter. También debe resistir las salpicaduras de agua con cloro y productos químicos.
Una planta adecuada es la Festuca arundinacea, capaz de aguantar el pisoteo y demás agresiones; tiene, además, un bajo mantenimiento. Para lograr un tacto más suave y agradable puedes combinarla con otra especie también resistente, Poa pratensis, apta para plantar junto a la piscina.
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Palmeras, un toque exótico y tropical
Los árboles de sombra son esenciales en el espacio junto a la piscina, aunque hay que saber elegirlos para que no se conviertan en un problema. No deben tener raíces muy profundas que puedan estropear la piscina.
Entre las diferentes opciones que tenemos destacan las palmeras por su apariencia exótica que nos recuerda al sol, al verano y las vacaciones. Son árboles muy decorativos, que no pierden las hojas y están bellas todo el año.
Una especie recomendable junto a la piscina es la Trachycarpus fortunei, perfecta para plantar a pleno sol. Si tu jardín no es muy grande opta por especies pequeñas de crecimiento controlado como la palmera enana (Phoenix roebelenii), que no supera los dos metros de altura.
La belleza del naranjo amargo (Citrus aurantium)
Los árboles frutales cítricos son una buena apuesta para plantar en torno a la piscina. Además de ser resistentes y fáciles de cultivar a pleno sol o en semisombra, son muy decorativos y ponen la nota de color gracias a sus frutos.
Como son árboles de hoja perenne no pierden la hoja y, por tanto, no ensucian la zona. El naranjo amargo (Citrus aurantium) posee una forma compacta y redondeada. A principios de la primavera se llena de flores blancas muy perfumadas. Es la flor de azahar, todo un espectáculo para la vista y el olfato.
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Árbol de Júpiter, un toque de color
Si estás buscando un arbusto decorativo para plantar cerca de la piscina, aquí tienes una buena alternativa: el árbol de Júpiter (Lagerstroemia indica).
A pesar de ser caducifolio, es decir, que pierde la hoja en otoño, en verano estará en plena forma y sus hojas y flores no ensuciarán el agua. Se trata de un arbusto de gran tamaño que florece en verano de forma espectacular. Sus ramas se llenan de flores rosas, malvas y blancas. Plántalo a pleno sol y favorecerás su floración. A la hora de regarlo hazlo de forma moderada, procurando que el suelo esté húmedo y que no se produzcan encharcamientos.
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Plantas que aportan belleza y color
Hay muchas especies adecuadas para plantar cerca de la piscina y que son capaces de añadir color y frescor a este espacio del jardín.
El jazmín común (Jasminum officinale) es una de ellas, especialmente si cuentas con una pérgola o un muro, ya que se trata de una planta trepadora de hoja perenne y floración estival. Puede estar a pleno sol y también en semisombra, y sus cuidados son sencillos. Solo necesita un riego regular y moderado, y una poda de vez en cuando que controle su crecimiento.
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Una pantalla de boj (Buxus sempervirens)
Si la zona de la piscina está expuesta a las miradas indiscretas del exterior, es importante cerrar el espacio con una pantalla que lo oculte. Los setos y muros vegetales son los más decorativos, si eliges las especies adecuadas. El boj (Buxus sempervirens) es una de ellas.
Es una planta de hoja perenne que está frondosa todo el año. Además, como su crecimiento es lento, no tendrás que podarla demasiado. Tolera estar a pleno sol, aunque prefiere los rincones en semisombra.
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Incluye plantas de flor
Si te gustan los jardines coloridos, llenos de flores, entonces tendrás que buscar las especies adecuadas. Como la camelia (Camellia japonica), un arbusto de hoja perenne y origen asiático de belleza espectacular.
Como sus flores apenas destilan perfume, no se convierten en un objetivo para los insectos, lo que siempre está bien en un espacio junto a la piscina. Elige la camelia si tu jardín está en una zona de clima fresco y húmedo. Riégala de forma abundante con agua blanda. La camelia es una planta acidófila, que necesita crecer en un suelo ácido, libre de cal.
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