Marta Labrador y Jaime Jurado nos cuentan cómo integrar las obras de arte en casa

Conseguir que una obra de arte encaje con la decoración de una estancia (o viceversa) no siempre es fácil. Los colores del cuadro, el formato, si irá solo o en una composición de obras… son muchos los aspectos a tener en cuenta y si sabemos cómo resolverlos tenemos muchas probabilidades de lograr que el espacio se transforme en un ambiente único y con personalidad. Para ayudarnos en este tarea, hemos pedido consejo a dos interioristas que, además, son artistas: Jaime Jurado y Marta Labrador.

Jaime Jurado

Jaime ha realizado un gran número de trabajos con un amplio repertorio de técnicas mixtas. Entre ellos, obras de gran formato, muy expresivas e impactantes, y todos con una riqueza enorme en cuanto a calidad estética. Además, ha participado en siete ediciones de Casa Decor con proyectos de impecable factura, a través de las cuales ha dejado clara su maestría a la hora de fusionar las distintas disciplinas del arte con el interiorismo.

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Marta Labrador

Interiorista graduada en Bellas Artes, Marta cuenta con una dilatada trayectoria profesional. A la elaboración de muebles de exclusivos diseños y materiales nobles, añade propuestas de interiorismo y obras de arte con el objetivo de habilitar el espacio, es decir, pasar “del plano al espacio”. Sus diseños y creaciones artísticas también han protagonizado los proyectos que ha presentados en Casa Decor, exposición de interiorismo y diseño en la que ha participado en tres ocasiones.

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¿Adquirir una obra de arte en función de la decoración de la estancia donde se vaya a colocar?

Cuando preguntamos a los interioristas qué pieza no debe faltar en la decoración del salón, son muchos los que responden que un buen cuadro. Y aquí surge la primera cuestión sobre qué hay que buscar: ¿un cuadro para un ambiente o un espacio para una obra?

“Una obra de arte tiene que tener presencia por sí misma, independientemente del lugar dónde vaya a ser colocada. Sin embargo, también existen piezas que, para que luzcan en armonía, necesitan su propio espacio”, nos dice Jaime Jurado, quien firma el cuadro y el interiorismo de este espacio de Casa Decor 2022. 

Para Marta Labrador, más que escoger una obra en función de la decoración (que también), lo ideal es que dicha creación tenga un porqué para nosotros. “Esa premisa será la que haga que el cuadro funcione o no en la estancia”.

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¿Y los colores? ¿Hay que comprar obras de arte en los mismos colores de la decoración o es preferible que la obra de arte rompa un poco?

Jaime nos aconseja comprar obras que nos transmitan emociones. “ A partir de ahí, si jugamos con la misma paleta de color que domina en la decoración, puede quedar algo aburrida”. Según el interiorista y artista plástico, las pinceladas de contraste siempre contribuirán a que el espacio gane en carácter y personalidad, mienras las obras en tonos neutros siempre son más fáciles de integrar que las que tienen colores muy marcados.

Marta apunta que podemos pensar en los colores de la obra, bien para que sea acorde para conseguir armonía y equilibrio, bien para que destaque y sea punto focal de la decoración. “Lo importante es que el cuadro tenga un valor especial para nosotros. Así no desentonará nunca”, nos cuenta.

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Cuando los espacios se diseñan en función de las obras de arte… 

“En un proyecto en la urbanización Santo Domingo de Madrid, todo el interiorismo giró en torno a un mural de 4x4 metros (sobre estas líneas). Era un paisaje desierto de México con una paleta de amarillos y verdes que conseguimos que se divisara desde la entrada de la casa a través de un gran ventanal creado ex profeso para conseguir un efecto fuga. Es el único elemento que aporta color, ya que para el resto del proyecto se usó una paleta con muchos blancos”, nos cuenta Marta Labrador.

Por su parte, a la hora de abordar un proyecto de interiorismo, Jaime Jurado y su equipo diseñan los espacios buscando un equilibrio entre las obras de arte y la decoración. “Procuramos no recargar mucho el espacio para darle importancia a las obras, realizar un estudio muy minucioso de la iluminación, en búsqueda continua de la belleza”, dice el interiorista, quien reconoce que lo que sí le pasa muy a menudo es el caso contrario: aconsejar la compra de obras en función de la decoración. “Es más fácil. Con la experiencia de los años, ves lo que pide en cada momento, si necesita una obra minimalista, figurativa, con color, o que genere ruido, dependiendo del lugar donde se vaya a colocar”, dice Jaime.

¿Qué criterio diríais que debe seguir una persona que no es experta en la materia, a la hora de adquirir una obra de arte?

A esas personas a las que les gusta el arte, pero no han tenido oportunidad de formarse o no dominan el mundo artístico, Jaime les recomienda que se dejen asesorar por expertos, ya sea una galería de arte o un coleccionista. “Independientemente del gusto de cada uno, a la hora de adquirir una obra, también es importante tener en cuenta otros factores, como puede ser el currículum del artista”.

“Yo les diría que lo más importante es que conecten con la obra del autor, que les haga sentir bien o mal, pero que conecten y visualicen la obra en su casa con la intención de que permanezca mucho tiempo, que no sea efímera”, dice Marta.

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Hablemos del formato: ¿En qué casos recomendáis poner una obra de gran formato, y en cuáles pequeños?

Jaime Jurado reconoce que siente debilidad por los formatos grandes, si bien, como él mismo asegura, la calidad de una obra no depende del tamaño. “Eso sí, al colocar una obra de gran formato hay que tener presente el campo de visión desde donde puede ser observada. Los formatos pequeños los reservamos para estancias más pequeñas”.

Para Marta, de las dimensiones del lugar donde va a estar la obra, dependerá que elijamos obras grandes o pequeñas. “A nivel general, por ejemplo, en el recibidor y en la pared de la cama quedan perfectos los cuadros de gran formato, mientras que en un baño pequeño funcionan muy bien los formatos alargados o pequeños". Una selección de obras artísticas de diversa procedencia protagonizan este cuarto de baño, un proyecto de Marta Labrador.

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¿Y las fotografías? ¿Son más fáciles o más difíciles de integrar que los cuadros?

“La fotografía es un registro distinto. Nosotros, en el estudio, las colocamos generalmente buscando un lenguaje contemporáneo, pero, como toda obra de arte, depende del lugar donde esté ubicada. Si van enmarcadas con cristal, es conveniente que sea cristal museo o antirreflejo, para que la luz no se refleje sobre la superficie e impida visualizar la imagen correctamente”, nos cuenta Jaime. Sobre estas líneas, la obra "Carla", técnica mixta sobre lienzo.

Marta cataloga la fotografía igual que la pintura, en el sentido de que “funcionará mejor o peor en función del mensaje que nos transmita y si nos interesa su lenguaje. Yo me quedo con esas fotografías expuestas allí donde no esperamos encontrarlas, como en el cuarto de baño o la cocina”, dice la interiorista.

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