Ganar luz y metros cuadrados eran los objetivos principales que el equipo de XUL Architecture se planteó en el proyecto de esta vivienda, ubicada en el barrio de Hampstead, en Londres. Los arquitectos diseñaron una reforma integral para añadir nuevos espacios en la parte trasera de la casa y lograr que las estancias se abrieran al exterior. Ahora, la luz es protagonista de esta construcción de tres alturas, en la que los cerramientos acristalados confunden el interior con el exterior y generan una increíble sensación de amplitud.
Ampliar la parte trasera de la casa
Con esa premisa y siguiendo los deseos de los propietarios, los arquitectos optaron por derribar un viejo invernadero que se encontraba anexo a la vivienda. En el lugar que antes ocupaba, se levantó una moderna construcción con muros acrislados y perfilería de color negro, que ofrece un atractivo contraste con el ladrillo visto de la fachada. Además, para disfrutar de una visión panorámica, los frentes son correderos: no ocupan espacio útil al abrirse y, gracias a sus guías deslizantes, son fáciles de manejar.
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Espacios conectados
Cuando se plantearon el proyecto de reforma de esta casa, los propietarios tenían claro que deseaban una nueva distribución que se ajustara a las necesidades de la familia, un matrimonio con dos hijas, además de integrar exterior e interior. Su deseo era que durante los meses de verano, el jardín se convirtiera en una prolongación natural de la vivienda. Ahora los espacios creados giran alrededor de un comedor de verano en el que la familia disfruta de agradables momentos con amigos y familiares.
El "outdoor living" es lo último en decoración de verano… ¡y de invierno!
Otra dimensión
La doble altura de los techos, además de singularidad y amplitud, contribuye a que la luz llegue a todas las estancias de la casa. Los arquitectos de XUL Architecture también se encargarón de la decoración de esta vivienda, y cuidaron que la base cromática elegida favoreciera tanto la amplitud como la luminosidad. Se partió de un fondo neutra cálida, con paredes en tono arena y tapicerías de color gris y se añadieron pinceladas de color rojo que añaden contraste y riqueza. Esta base contribuye a realzar los muebles de madera.
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Una abertura en el techo de la cocina canaliza la entrada de luz natural
Con unas vistas privilegiadas del jardín a través de a través de todo un frente acristalado, la cocina es un espacio abierto al resto de la casa, si bien los arquitectos recurrieron a diferentes soluciones para que quedara perfectamente delimitada. En primer lugar, por los diferentes materiales que se usaron para cubrir el suelo y segundo, por las estanterías sin trasera que flanquean el paso. En cuanto a su decoración, los muebles de madera en acabado natural se combinaron con toques de color azul y tonos crudos en paredes, suelo y encimeras.
Marcando el paso
En esta vista del comedor desde la isla de la cocina se aprecian las estanterías que hacen las veces de tabiques divisorios. Van ancladas al techo y su perculiar diseño las convierte en protagonistas de la decoración. Además, al no tener trasera, permiten el paso de la luz y resultan visualmentemuy ligeras.
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En la primera planta
El acceso a la vivienda se realiza directamente a través de la primera planta, donde se encuentra este coqueto salón con un gran ventanal curvo. En su decoración se combinaron diseños contemporáneos como el sofá o los sillones verdes, con piezas de estilo clásico, como la mesa de centro con el sobre tapizado, y dos sillones retro, con la estructura de madera y tapicería de terciopelo con motivos florales de William Morris.
¡Céntrate!
La chimenea no está centrada en la pared. Para equilibrar la composición, los arquitectos de XUL Architecture decidieron realizar una estantería de obra a uno de los lados. Además, quisieron destacar su presencia y convertirla en punto focal de la estancia. Para ello, el frente se revistió con azulejos esmaltados en un tono tierra que contrasta con el blanco roto de la pared. El resultado es un ambiente con muebles de madera, tapicerías de terciopelo y colores cálidos, muy cálido y acogedor.
Zona privada
La segunda planta de la vivienda se reservó para ubicar los dormitorios en suite, con cuarto de baño integrado y zona de vestidor. Sobre estas líneas, el dormitorio principal: un ambiente sereno y envolvente que invita a la calma gracias al protagonismo de los textiles, todos en una gama de tonos neutros cálidos: desde el revestimiento de las paredes, hasta las cortinas posando en el suelo o el cabecero tapizado a rayas. La mesilla y la lámpara de suspensión que ilumina la zona de descanso son diseños vintage que aportan personalidad y nivel decorativo al dormitorio.
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Riqueza visual
El cuarto de baño del dormitorio principal es un despliegie de materiales. Así, las paredes se revistieron con azulejos esmaltados en colores tierra: un tono claro en la zona de los lavabos, y oscuro, en la ducha. El suelo se cubrió con una composición de baldosas de gran formato de color crema y piezas especiales en negro, que rompen y aportan dinamismo. Y por último, la encimera del mueble del lavabo es una piedra natural con coloridas vetas y nudos. Aquí el equipo de XUL Architecture diseñó un mueble de lavabo de madera acabada en color gris oscuro, que soluciona la espacio de almacenaje.
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Buenas soluciones
En habitaciones como la que aparece sobre estas líneas, los techos incliandos llegaron a ser un punto débil de la vivienda, pero los arquitectos de XUL consiguieron lidiar con ellos. En primer lugar, para alejarlos ópticamente y evitar una sensación asfixiante, techos y paredes se pintaron de color blanco. La zona de menor altura se aprovechó para colocar la zona de estudio, con un escritorio diseñado a medida que recorre la pared y que integra estantes y cajones.
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Un baño que destaca por la singularidad de su techo
Una ventana de tejado inunda de luz este cuarto de baño, en el que el techo, en un juego de volúmenes y geometría, crea un espacio espectacular. En este caso, las paredes se revistieron con azulejos de color blanco para potenciar la luminosidad, y el techo se pintó en una tonalidad más oscura, un color beis que "baja" el techo y hace la estancia se vea más acogedora.