Diseño puro. Sin mirar si hay espacio para dejar los abrigos o guardar las mochilas. Estos recibidores dan la bienvenida por todo lo alto en cuanto a estética. Son entradas espectaculares que bien merecen formar parte de este artículo, en el que hemos reunido 10 recibidores llamativos, bonitos y estética. Esta prima sobre la funcionalidad.
A todo color
Los colores atrevidos marcan la estética llamativa de este recibidor, jugando con un tono caldera intenso y un verde salvia fuerte en las embocaduras de los pasos. El suelo de mármol aclara el conjunto junto al techo en blanco. No faltan las molduras, que ponen la nota más lujosa, ni los espejos en un juego de profundidad. El cuadro del fondo, de estilo abstracto, también crea un juego óptimo de continuidad y suma color. Como mueble, una ligera consola adosada a la pared y un espejo encima. Es una propuesta arriesgada y efectista de O&A London.
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Recibidor, zona de relax y de trabajo
Un extra de inspiración. Aunque en esta selección de recibidores no se busca la funcionalidad, esta entrada no está exenta de ella, puesto que se conjuga estética y practicidad o aprovechamiento a partes iguales. La interiorista Raquel González ubica, en una zona de paso de generosas dimensiones, un espacio de trabajo y una zona de estar, Y es que contar con luz natural en un ambiente así, es un lujo que rentabilizar y disfrutar. La moqueta del suelo lo llena todo, por lo que se opta por muebles de tonos neutros para equilibrar. En una esquina, una lámpara tipo araña con pantallas de tela, decora y centra la mirada hacia el arco que delimita la galería integrada. Estilismo de Cristina Rodríguez Goitia.
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Con un gran frente espejado como protagonista
Alexandra Studio firma esta propuesta de entrada espectacular en la que la mezcla de materiales lo marca todo. Piedra natural de dos tipos en las paredes, baldosa en el suelo, madera en la consola y una gran luna de espejo en la trasera, como revestimiento de la pared principal del recibidor. Con este efecto se logra una sensación de apertura y continuidad, como si la pared no existiera. El reflejo de un espacio abierto y amplio favorece el efecto de amplitud.
Gran recibidor, elemento central organizativo
Hay entradas tan espectaculares en dimensiones que se convierten en una estancia más. En este caso, es posible crear un ambiente o marcar la circulación con un elemento central que puede ser un asiento o una mesa. En este caso, el estudio de interiorismo Alfons & Damián, opta por la segunda opción con un diseño moderno en color rojo, que pone la nota de contraste en un espacio de tendencia clásica.
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Apuesta por la entrada más relajada
En este otro recibidor, Trenchs Studio con estilismo de Amaya de Toledo, apuestan por la misma idea de un elemento central, pero en un estilo muy diferente. Se ha jugado con un efecto monocromático y el uso de materiales muy naturales para un acabado sosegado. Paredes con aguas, un suelo gris blanquecino, chapa de madera para la escalera y una alfombra de fibra vegetal. Sobre esta, una mesa rectangular en madera. Solo la lámpara destaca en un estilo más actual.
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Todo a la madera en una entrada de estilo contemporáneo cálido
Alex March Studio ha optado por una decoración muy cálida y contemporánea para este recibidor con revestimiento de madera con aparador en el mismo acabado delante. Un diseño horizontal que juega con listones colocados en zigzag. Suma el suelo de madera. El cuadro minimalista en blanco con textura aclara el conjunto, en el que se suma el color. Un tono verdoso presente en la butaca y en los paneles.
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El rey del gris
Para los que buscan la ausencia de color y un efecto elegante sin abusar del negro, este recibidor es una propuesta decorativa que les encajará. Es obra de O&A London. Se han escogido puertas y marcos lacados en gris, a juego con el rodapié o zócalo inferior alto de las paredes. Todo ello da continuidad y destaca ligeramente respecto al mismo tono escogido para pintar las paredes, con matiz azulado. Mecanismos en negro como las patas de la consola y puf. Aunque en el techo se empotran focos cuadrados, al tratarse de un espacio rectangular se han dejado caer dos lámparas llamativas colgantes.
Madera y neutros para una bonita entrada alargada
No solo los recibidores cuadrados se pueden lucir con una decoración espectacular. Este es un ejemplo de espacio rectangular. Similar al que acabamos de ver, pero un efecto muy diferente al combinar solo tonalidades neutras muy luminosas y madera clara. La iluminación es fundamental, no solo porque cuenta con entradas de luz natural, sino porque los apliques de la pared sustituyen a los focos de techo y decoran cuando no están encendidos. En la parte que queda más cerca de la puerta de entrada, el estudio The Room Studio ha optado por un panel alistonado con puerta corredera en el mismo acabado y una consola de madera delante.
Con paredes que desdibujan los límites del recibidor
Conexión "dentro-fuera". Ese era el objetivo de Walker Warner Architects y Leverone Design al proyectar este recibidor. Es un espacio a través del que se entra en la vivienda y, al mismo tiempo, por el que se puede acceder al jardín. Una de las paredes es una cristalera con paneles correderos y otra está diseñada con listones móviles que permiten cerrar o abrir. De esta manera, las paredes pierden su forma habitual. Al fondo, una obra de arte de tamaño maxi. La alfombra ocupa todo el espacio y, como muebles, únicamente un banco bajo de madera teñida.
La mezcla de estilos como seña de identidad
En este proyecto de Logic Architecture + Research es el suelo el que personaliza y demarca el ambiente. Aunque se trata de un espacio rectangular, un gran vano de acceso al salón rompe la sensación de tubo. De esta manera, la primera parte se convierte en recibidor como tal y la siguiente es una zona de paso o distribuidor hacia otras estancias de la vivienda. El clasicismo del suelo en piedra con perfiles decorativos en latón se rompe con el mobiliario escogido. Una consola lacada en azul intenso con cajón y patas cónicas inclinadas, sobre de piedra, y un tirador que enlaza en acabado con el revestimiento de palillería de la pared. Este se instala en una franja que delimita la composición y en la que no falta un gran espejo que apoya en el mueble y alcanza el techo.
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