¿Cómo serán las casas de los jóvenes españoles que ahora rondan los 20 años, dentro de diez o quience años? ¿Serán partidarios de compartir piso o buscarán una vivienda propia? ¿De compra o alquiler? ¿A qué le dan más importancia a la hora de elegir una casa? El informe La vivienda del futuro de la Generación Z en España, realizado por el Instituto Silestone, responde a estas preguntas.
La investigación, en la han participado psicólogos, arquitectos, expertos en obras públicas, pedagogos, economistas, chefs e influencers, así como 800 jóvenes que han explicado sus preferencias, adelanta las tendencias para las próximos años. Con Santiago Alfonso, VP de Comunicación Estratégica y Reputación Corporativa de Cosentino, secretario general de Instituto Silestone, analizamos cuáles son.
La Generación Z
Aunque no existe una definición oficial, generalmente se habla de Generación Z o centennials para referirse a las personas nacidas entre 1995 y 2010. Es una generación que nacido en un mundo plenamente digital, lo que condiciona su forma de aprender, trabajar, relacionarse, comprar… y este mundo interconectado marca, en gran medida, el perfil centennial. Son resilentes por obligación (deben aprender a lidiar con el elevado paro juvenil, los sueldos estancados, las escasas oportunidades laborales) y las crisis, la inestabilidad y la incertidumbre sobre su futuro los han hecho más “disfrutones” que nadie. Además, es una generación comprometida con los derechos individuales y colectivos. Los centennials exigen un mundo más sostenible, más justo, más igualitario… Y, de nuevo, saben aprovechar al máximo las herramientas digitales a su disposición para difundir su mensaje.
Los tres rasgos diferenciales de esta generación –la intimidad, la manera de comunicarse y el tener una conciencia más sostenible– condicionan su ideal de vivienda. Para los centennials, la casa recupera la calidad de “refugio” destacando la necesidad de preservar su intimidad, en parte perdida por su sobreexposición en redes sociales.
Del estudio de Silestone sobre “La vivienda del futuro de la generación Z en España” extraemos estas seis tendencias:
1. Más tradicionales de lo que parecen
Según este estudio, los jóvenes apostarán por un modelo de vivienda tradicional: 6 de cada 10 optan por una casa y el 30 % elegiría un piso. Además, la cultura de la compra permanece inamovible. Los expertos, en cambio, debido a la economía, apuestan más por un modelo de coliving. “Pero un coliving de verdad, por gusto, no por necesidad. Eligiendo con quién estás y vives”, puntualiza Marta Peris, arquitecta de estudio Peris + Toral Arquitectes, uno de los expertos consultados. Asimismo, aseguró que la casa vuelve a ser un refugio ante la exposición social a las redes sociales.
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2. Una casa con espacios minimalistas y luminosos
En cuanto a la distribución de la vivienda, esto es lo que desea la Generación Z: Espacios minimalistas (36% ellos y 46% ellas), luminosos (55,8% de los jóvenes) y abiertos al exterior, además de modulables y cambiantes. La mayoría en este punto opta por una decoración sin exceso de accesorios ni colores estridentes.
En este sentido, el secretario general de Instituto Silestone, Santiago Alfonso destaca como "cada vez más se demandan superficies agradables al tacto. Gustan la rugosidad y las texturas", explica.
3. Con una zona de trabajo perfectamente delimitada
Con el auge del teletrabajo, es una de las cuestiones que más tienen en cuenta los jóvenes: donde esté un buen despacho o, a poder ser una estancia independiente, que se quite un rincón de trabajo integrado en el comedor o en la cocina.
“Sin duda, la pandemia, y con ello la irrupción del teletrabajo, ha traído cambios en la forma de concebir los espacios en el hogar. En la investigación que hemos llevado a cabo para elaborar este informe, se percibe una coincidencia de criterio hacia la separación del espacio personal y del espacio profesional, frente a tendencias anteriores que apuntaban a una cierta integración de ambas funciones en la vivienda. En este sentido, el despacho es el lugar preferido para trabajar seguido del dormitorio, y apunta a que se huye de los espacios comunes como el comedor, el salón o la cocina”, nos cuenta Santiago Alfonso.
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4. La tecnología ocupará un lugar clave en la vivienda de los centennials
Eso sí, de una manera integrada y sostenible. Es una tecnología vinculada al ahorro económico personal y a la sostenibilidad de los recursos.
“Pese a los avances de los últimos años, la revolución tecnológica del hogar, que tendría su máxima expresión en la casa domótica o la smart home, es todavía un proceso lento y costoso. De este modo, para los centennials la presencia de la tecnología en el hogar por el momento se “limita” a recursos de conectividad e "Internet de las Cosas", con electrodomésticos y aparatos que aportan mayor confort y calidad de vida”, dice Santiago Alfonso.
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5. Apuesta por la sostenibilidad
7 de cada 10 jóvenes la tienen en cuenta a la hora de imaginar su vivienda del futuro y así dar un paso más para contribuir a frenar el cambio climático. La apuesta por materiales reciclados y de segunda mano, es clara. Con un precio asequible, la nueva generación hará uso de energías renovables en sus hogares.
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6. La cocina, más cocina que nunca
Según el estudio, la cocina es el espacio de la casa en el que los centennials más valoran el diseño, recuperando las funciones tradicionales de esta estancia y rechazándola como lugar para trabajar. "El estudio Global Kitchen II, presentado por el Instituto Silestone en 2019, posicionaba a la cocina, no solo como una estancia destinada a cocinar y comer, sino como el corazón del hogar, un espacio multifuncional y social donde estudiar, trabajar, jugar y reunirse con los amigos y familia. Con la pandemia, estas preferencias han evolucionado y vemos que para los jóvenes Z la cocina es más cocina que nunca y vuelve a recuperar su función tradicional de cocinar y comer", apunta Santiago Alfonso.
Según el secretario general de Instituto Silestone, los jóvenes centennials siguen dando un valor fundamental a la cocina dentro del hogar. Es cierto que no aparece como una de sus estancias favoritas, pues predominan el dormitorio y el salón-comedor, pero sí es el espacio en el que más importancia dan al diseño. "Un elemento representativo de esta generación es su vocación de contribuir a frenar el cambio climático. En este sentido, la cocina es un espacio donde la tecnología, además de ayudar al confort, permite al ahorro de agua y energía. También es una estancia desde donde se gestionan los residuos y, por tanto, tiene su rol dentro del hogar sostenible", nos apunta Santiago Alfonso.
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