Casas industrializadas: ¿el futuro de la construcción de viviendas?

Mucho hemos escuchado hablar acerca de que la industrialización va a guiar el futuro de la vivienda. ¿En qué consiste esta modalidad de construcción? ¿Cuáles son las ventajas que ofrece? Se suelen confundir conceptos, pero ¿en qué se diferencia una casa industrializada de otra prefabricada? Hemos solicitado asesoramiento a Mª Begoña López Ferrer, CEO en Componentes y Unidades Constructivas (http://www.componentesyunidades.com), la primera ingeniería en España especializada íntegramente en construcción industrializada. Todo esto es lo que nos ha contado.

Este año el promotor AEDAS Homes construirá 42 viviendas en Mallorca, todas industrializadas en madera y levantadas por Arquima. Vemos el render del porche de una residencia con jardín, en Palma de Mallorca.

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¿Qué es la construcción industrializada?

La construcción industrializada es aquella en la que los componentes que entran a formar parte del sistema para construir un edificio son fabricados industrialmente en un lugar distinto al emplazamiento de la obra, mediante procesos industriales y posteriormente son trasladados a esta para ser montados y ensamblados.

La propia definición de la construcción industrializada garantiza parte de la Economía Circular del Proyecto, porque requiere de un proyecto de ingeniería industrial donde la optimización de procesos, recursos y materiales es intrínseca en el mismo. Al consumir menos recursos en la fabricación de cada componente, optimizar al máximo la utilización de materiales y realizar un reciclado controlado y eficiente de los pocos residuos generados, estamos mejorando la Circularidad del Proyecto. Además, el sistema de construcción industrializada permite la de-construcción o desmontaje de los edificios (evitando su demolición) y el reciclaje de los materiales y componentes utilizados en un alto porcentaje.

En la imagen, obras de construcción industrializada 2D de Ávita de un bloque de pisos.

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Diferencias con las viviendas prefabricadas

Mª Begoña destaca que resulta importante diferenciar los conceptos de industrialización y prefabricación. “La industrialización se realiza mediante procesos industriales, más o menos automatizados o robotizados. Considero que la industrialización es la solución para los problemas que tenemos en el sector de la construcción, pero como toda revolución industrial, necesita tiempo para una completa y correcta implantación. La prefabricación es un paso intermedio más rápido de implementar a corto plazo pero que no mejora los costes de la construcción, sí el plazo y la calidad, sostenibilidad, etc.”.

Con los métodos prefabricados para construir viviendas (u otro tipo de edificios) se trabaja fuera de la parcela, en naves industriales, pero los métodos constructivos utilizados son similares a los que se realizan si la construcción fuera on site.

El salón de la imagen pertenece a una vivienda unifamiliar industrializada y passivhaus en Larrión (Navarra). El arquitecto Alfonso Gaziano, de GA-Arkitectura, señala que como la totalidad de la estructura se prepara en taller, o fábricas, a partir del proyecto, cuando llega a la parcela el ensamblaje se realiza en uno o dos días. En este caso se usaron paneles de madera contralaminada (o CLT, de las siglas de cross laminated timber).

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Menos tiempos y, también, menos mano de obra

Tanto la prefabricación como la industrialización acorta notablemente los tiempos de construcción. La diferencia de los dos sistemas constructivos en cuanto a la falta de mano de obra es que, en el caso de la prefabricación, se traslada el problema a la fábrica, pues se emplean métodos y procedimientos aún muy manuales. Sin embargo, “en la industrialización (aún muy incipiente en España y Europa) los procesos son industriales, más automatizados y robotizados, por lo que, no solo se reduce notablemente la mano de obra en sustitución de procesos y maquinaria, sino que, además se reduce mucho el precio de fabricación al atacar directamente la variable productividad y bajar los costes de producción”, apunta Mª Begoña.

Vemos la fachada de una construcción industrializada en altura de Grupo Avintia, en Móstoles (Madrid), con residencias destinadas a alquiler asequible. Nidum Móstoles supuso la primera promoción de vivienda industrializada en altura que se ha construido en España.

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Ventajas de la industrialización

La industrialización es el futuro obligado de la construcción en España y en todo el mundo, según la experta. Los motivos, son varios, algunos intrínsecos del sector y otros extrínsecos, pero en general, destaca:

• La escasez de mano de obra especializada.

• La necesidad de reducir costes y optimizar calidad.

• Las nuevas exigencias de sostenibilidad, eficiencia energética y digitalización de la agenda 2030-2050 de la Unión Europea.

Mª Begoña resume las principales ventajas de la industrialización, que son: la reducción del tiempo de ejecución, el control de costes, mejora de calidad, la mejora la sostenibilidad sobre todo en cuanto a economía circular, eficiencia energética y gestión de residuos, mayor trazabilidad, menores costes de mantenimiento y, por lo tanto, del ciclo de vida útil de la vivienda. Otra cuestión importante son las mejoras en la seguridad de ejecución para el trabajador, lo que provoca una reducción de los riesgos laborales.

En esta imagen, dormitorio de piso ejecutado con construcción industrializada de Ávita.

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Un sistema óptimo para viviendas de nueva construcción

En la primera jornada de InMat by CIARE se afirmó que tenemos un enorme problema en la construcción. ¿Por qué la industrialización es la solución en el campo de la vivienda nueva? Mª Begoña diagnostica que necesitamos soluciones habitacionales (como el coliving o el senior living), pues la demanda es mayor que la oferta. “España arrastra un importante desequilibrio estructural entre la oferta y la demanda de viviendas o soluciones habitacionales. El déficit que acumula se está incrementando, estimando que para el 2030 necesitará 550.000 viviendas nuevas, concentrándose la demanda en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Málaga”.

En este sentido, “la industrialización es la solución al desequilibrio de oferta y demanda del sector, básicamente porque reduce mucho los plazos de ejecución y; de momento, permite tener costes ciertos desde el inicio. En un futuro no muy lejano cuando haya dado tiempo a implementar nuevas líneas de producción industrial de fabricación de componentes, posibilitará además reducir costes”, prosigue.

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La industrialización también puede aplicarse en reformas

Es mejor apostar por la construcción industrializada en obra nueva que en las rehabilitaciones de viviendas, aunque es posible en las dos. El motivo nos lo detalla Mª Begoña: “en obra nueva nos permite pensar y diseñar el proyecto desde cero con sistemas donde todo está perfectamente diseñado e industrializado permitiendo implementar el resto de los componentes con precisión milimétrica, escalabilidad, seriación y todo ello sin perder diseño y arquitectura. En las reformas las limitaciones son mayores tanto estructurales como de arquitectura, normativa, etc. En este caso, la prefabricación o industrialización parcial es más idónea”.

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Aliada en mejorar la eficiencia energética de los hogares

La construcción residencial industrializada contribuye a que las viviendas tengan un menor gasto energético. “Al desarrollar los proyectos mediante Plataformas de Producto con una ingeniería precisa, nos permite mejorar notablemente y de forma precisa las mejoras de eficiencia energética de los proyectos. Una ejecución además basada en métodos menos manuales, permite mayor calidad, exactitud y precisión. Utilizando también sistemas de digitalización e Inteligencia Artificial, podremos hacer simulaciones exactas y análisis más precisos. La industrialización a su vez nos lleva a utilizar materiales y componentes mejor desarrollados industrialmente, por lo que es más fácil diseñar sistemas que mejoren la eficiencia energética del edificio”, subraya la CEO de Componentes y Unidades Constructivas.

En la imagen vemos los exteriores de una borda en Gredos, un proyecto de Metapolis Estudio con estructura en CLT cuyo montaje se realizó en tres días.

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Materiales estructurales

Hormigón, madera, acero, stell-frame, estos son algunos de los materiales estructural de los edificios que pueden combinarse entre ellos.

“No será la industrialización quien determine un cambio de paradigma de un material u otro. Cada uno de ellos tiene unas ventajas y unos inconvenientes, pero todos son válidos en función de los objetivos perseguidos. Lo que sí tiene que suceder, es que los materiales tienen que seguir evolucionando para integrarse en las obligaciones y necesidades de Sostenibilidad y Economía Circular además de eficiencia energética exigidas por la Agenda 2030-2050 de la UE”, señala Mª Begoña.

Esta unifamiliar de 330 metros² construida por 100x100biopasiva en Gran Canaria (en la zona de Tafira Alta) con madera, es la primera passivhaus de las Islas Canarias. Se trata de una vivienda industrializada cuyo proyecto firma el estudio de arquitectura Moba Showroom, con sede en Las Palmas.

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Las cifras de la industrialización

El porcentaje de casas industrializadas en España es inferior al 2%, una cifra muy baja respecto al resto de Europa y que tiene en cuenta tanto las viviendas unifamiliares como los bloques de pisos. El futuro, sin embargo, augura una mejor penetración de este sistema constructivo para dar respuesta a los tres grandes retos que ocupan las agendas de la industria europea: la descarbonización, la sostenibilidad y la digitalización.

En la imagen, fase de ensamblaje de viviendas en madera por parte de la promotora AEDAS Homes y la constructora 011h en San Juan de Alicante, población situada a 8 kilómetros de Alicante capital.

“La construcción está señalado como uno de los sectores con mayores niveles de contaminación y con un mayor derroche de recursos. Alrededor del 40% de los gases de efecto invernadero en Europa son producidos a lo largo de la cadena de valor de la construcción, y en términos de generación de residuos suponen el 60% del total de residuos generados. La cadena de suministro es tremendamente compleja y generalmente está muy fragmentada, produciendo residuos endémicos en la fragmentación. Por todo ello es necesario tomar medidas de urgencia para poder las emisiones del macro sector de la construcción”, considera la experta. Quien añade que “la apuesta política por la industrialización y la digitalización del sector se está traduciendo en diferentes iniciativas tanto públicas (administraciones) como privadas (promotoras inmobiliarias), pues será la industrialización del sector quien dé respuestas a todas las necesidades de la agenda 2030 y 2050”.

Esta unifamiliar en L’Arboç (Tarragona) es un proyecto de passivhaus de Energiehaus, construida por Papik Cases Passives.

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