¿Eres de esas personas que tienes ganas de colocar plantas de interior por todas partes? Pues un secreto para que luzcan más es mantenerlas en alto, sobre un pedestal o un portamacetas con patas (en este dormitorio, es de Westwing) que logre que tu selección de plantas y flores destaque. Tenemos muchos más que los argumentos estéticos a favor de estos elementos, así que te los detallamos.
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Ayudan en el desarrollo de las plantas
En rincones en los que las plantas de interior tienen poco acceso a la luz natural situadas directamente en el suelo, precisas situarlas en estos soportes que elevan su altura y, de paso, las significan.
En concreto estos modelos dorados son ‘Maharashtra’, de venta en Gato Preto y disponibles en dos alturas: 55 y 70 cm.
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Una cuestión práctica: facilitar la limpieza
Otra de las ventajas de las macetas sobre patas, que hace que estén a la última es, sin duda, que facilita las tareas de limpieza. Dependiendo de la altura, será sencillo solo pasar el aspirador, pero en los casos de los modelos más elevados, también la fregona.
Este conjunto de tres maceteros son el modelo ‘Equi’, de The Masie, apto para interiores, asimismo se puede utilizar en exterior siempre y cuando se sigan los cuidados adecuados y no se exponga a los fenómenos atmosféricos. Contrasta el gris de la maceta con el dorado del soporte y, si lo prefieres, también está disponible todo en un rosa empolvado muy romántico.
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Crear un punto focal en la decoración
En un ambiente con poco empleo de colores, el toque verde se señalará por encima de todo, en especial si como en este proyecto del interiorista Raúl Martins, se integra un pedestal cuadrado, ‘elevando’ la decoración de la estancia y exhibiendo la planta como si de una obra de arte se tratara. El resultado es espectacular, pues este ambiente de comedor transmite calma y paz, sin grandes excesos, pero con ese toque único que lo hace especial.
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Versatilidad máxima
Los portamacetas con pie pueden ser metálicos (generalmente en hierro, aluminio o latón), ofreciendo un toque exquisito y elegante, de plástico, cuya imagen es moderna, cerámicos, con un look muy auténtico, o de fibras y madera, para una decoración natural y fresca. Existen infinidad de propuestas capaces de adaptarse a cualquier estilo decorativo.
La pieza de la imagen combina la fibra de bambú en rejilla con las patas en madera de teca. Se trata de un cubretiestos con cierto espíritu retro que tanto se lleva, de La Redoute Interieurs (para una maceta de como máximo 31,5 cm de diámetro). Si te estás preguntando cuál es esta bella planta, se trata de la orejas de elefante (Alocasia zebrina), que destaca tanto por sus grandes hojas como por los tallos a rayas.
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Tamaños muy variados
El tamaño de los portamacetas así como sus formas son también de los más variados, como podemos ver en este bodegón con cuatro modelos de la firma danesa Ferm Living. Como puedes comprobar, incluso se fabrican jardineras de este estilo, las más completas con un estante donde poder guardar elementos como la regadera o las tijeras de poda.
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Fuera de norma
Las macetas con pies están tan a la última que se diseñan en versiones muy originales, como esta en forma de personaje simpático que se llama ‘Mr. Standy’, se fabrica en cerámica y es de Balvi. Está hecha en dos piezas, de modo que la parte inferior sirve para recoger el excedente de agua.
En otros casos, por ejemplo, las siluetas de los pies son intricadas, convirtiéndose en auténticas esculturas.
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Ideales en ambientes cambiantes
Los portamacetas con patas resultan prácticos si necesitamos configurar un diseño interior en función de la época del año (según la exposición solar que requieran las plantas), pues son fáciles de trasladar. Eso sí, debes tener en cuenta un aspecto sobre ellas: el peso máximo que soportan estos versátiles elementos. Los fabricantes suelen indicarlo, por lo que, si no es mucho convendrá colocar macetas ligeras con plantas pequeñas.
En concreto vemos el modelo ‘Apia’, de Kave Home, con el portamacetas metálico en color beige y las patas de madera. Ambas piezas albergan dos suculentas muy distintas: a mano izquierda la vistosa pata de elefante (Nolina Recurvata); y a la derecha, una echeveria.
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Multiplica el efecto
Lleva tus plantas a otro nivel con los soportes múltiples (para distintas plantas), creando un conjunto muy atractivo. Este es el modelo ‘Olivblad’, de Ikea, e incluye estantes a diferentes alturas para que puedas exponer las macetas y aportar dinamismo al espacio. Realizado en acero revestido en polvo de poliéster con los pies en plástico de polipropileno, resulta adecuado para usar tanto en el interior como en el exterior.
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Un auténtico rincón verde
Una alternativa a ir colocando varias macetas con patas consiste en directamente agrupar plantas en una estantería específica para ellas, tan funcional como decorativa. Fíjate que hasta se ata a ella una planta colgante, que tan de moda están. Este tipo de muebles, además, resultan ideales como separadoros de espacios en ambientes diáfanos.
El modelo ‘Niabis’, de Sklum, está fabricado en un material muy sostenible, el bambú, y además no se trata con químicos, para contribuir a la salud de las plantas y la nuestra. En este mueble las patas también quedan por encima del suelo (7,5 cm), lo que te ayudará algo en las tareas de cuidado y riego, al no tener que agacharte tanto para realizarlas. Así pues, ¡todo son ventajas!
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