Tanto si eres aficionado a la jardinería como si no, debes saber que hay varios métodos con los que puedes reproducir tus plantas. Los hay que son más sencillos, perfectos para los iniciados, y otros más complicados, que requieren de un nivel de conocimientos algo mayor. Además, también dependerá del tipo de planta. Te contamos cuáles son los más populares y ¡reproduce tu green corner!
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Reproduce tus plantas por esquejes
Esta forma de reproducir las plantas es sencilla y no requiere de grandes conocimientos en jardinería. Para ello, corta unos tallos verdes o ramas jóvenes de la planta que quieres reproducir y ponlos en un vaso o recipiente con agua. Algunas especies se pueden colocar directamente en la tierra. Cuando comiencen a echar raíces, podrás plantarlos en una maceta o el jardín. Este tipo de reproducción es aconsejable en plantas verdes como el poto. Para reproducir otras plantas, como las chamaedoreas, tendrás que separar también la raíz.
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Reproducción por hijuelos
Algunas plantas generan tallos independientes de los que sale una planta genéticamente igual a la madre. Algunas de las más conocidas son la cinta o lazo de amor, la saxifraga o geranio de fresas. De estas plantas surgen unos tallos o estolones donde crecen los hijuelos. Para que conseguir una nueva planta separa delicadamente los hijuelos y colócalos en una maceta con un sustrato con un buen drenaje.
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Reproducción desde las hojas
Este método es perfecto para reproducir tus cactus y suculentas. Para ello elige una hoja sana de la parte inferior de la planta y retírala cuidadosamente, de manera que salga completa desde su base. Puedes hacerlo girando de izquierda a derecha. En un recipiente limpio y desinfectado (puedes hacerlo con alcohol), echa sustrato universal mezclado con grava, tierra volcánica o corteza de árbol para favorecer un buen drenaje. Coloca la hoja en la tierra y el recipiente en un lugar en el que reciba luz indirecta.
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Reproducción de plantas por división
Este método es también uno de los más fáciles. Consiste en dividir una sola planta en dos o más ejemplares, de manera que no hay madres e hijos, sino que son todas iguales. Este tipo de reproducción es adecuado para plantas como la hiedra, la sansevieria o plantas herbáceas. Para hacerlo, tienes que extraer del cepellón de la maceta y retirar toda la tierra que sea posible sin dañarlo. Separa los tallos y las raíces con cuidado de no romperlas. Después, plántalas en diferentes macetas.
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Reproduce tus plantas por injertos
Este tipo de reproducción consiste en unir dos plantas diferentes, de manera que una sirve como soporte para el crecimiento de la que queremos reproducir. Es habitual hacerlo en rosas o árboles frutales. Para hacerlo, debes quitar una yema del árbol o planta que quieras reproducir. En una planta de similares características (aunque más resistente, por ejemplo, a un tipo de suelo), corta una yema parecida y coloca la del primer árbol o planta. Únelo con cinta para injertos y corta la rama superior al injerto realizado. Así esta rama crecerá con más vigor.
Utiliza las semillas
Es una manera de reproducción sexual de las plantas. Para hacerlo, deja que la planta de la que quieres extraer las semillas se seque bien. Después coge las semillas y deja que se sequen (colócalas sobre un papel de periódico en un lugar fresco y seco). Almacénalas en bolsas de papel o botes de cristal. Para reproducir tus plantas, necesitarás semilleros, sustrato para semilleros (puedes hacerlo tú con 6 partes de sustrato universal, 4 de humus, 1 de arena y 1 de vermiculita) y las semillas. Coloca dos o tres semillas en cada semillero, a una profundidad de unos 5 cm. Riega y coloca en un lugar donde reciba luminosidad, pero no sol directo. Cuando empiecen a brotar las podrás trasplantar a un macetero más grande o a la tierra.
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Reproducción por acodos
Este método de reproducción es algo más complejo que los anteriores. Se trata de reproducir una planta sin llegar a separarla de la planta madre. Es habitual en plantas rastreras como la frambuesa o la zarzamora y puede darse en la naturaleza de manera natural. Para ello, elige una rama baja de la planta que quieres reproducir que esté sana y entierra una parte de la misma en la tierra. La parte enterrada quedará a unos 15-30 cm del final de la rama y deberás hacerlo a unos 10-15 cm de profundidad. Fija la rama en el suelo con una varilla o alambre en forma de U para que esta no se salga de la tierra. Cuando la raíz de la nueva haya agarrado a la planta, podrás separarla de la madre.
Existen varios tipos de reproducción por acodos: la manera simple, explicada anteriormente, múltiple, aérea, en montículo y en trinchera.
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Reproducción natural de tubérculos, bulbos y rizomas
Hay plantas que producen hijos de manera natural, como son los tubérculos, los bulbos y los rizomas. Estas plantas se dividen de manera espontánea, de manera que no tendrás que hacer nada, más que separar las distintas plantas para que crezcan de forma más sana y con mayor espacio.
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