Aldona Wejchert ha sido parte activa en la transformación del mercado de medios y entretenimiento en Polonia, su país natal. Tras el fallecimiento de su marido, en 2009, asumió la responsabilidad de la cogestión y el desarrollo del grupo empresarial que abarcaba entidades líderes como TVN TV, Multikino y el portal Onet.pl, entre otras. Y aunque, en los últimos años, se trasladó a vivir a Mónaco, donde comparte su vida con su actual pareja, Marco Sanelli, y se centra en el cuidado de sus dos hijos —Bruno, de dieciocho años, y Charlotte, de catorce—, encuentra el equilibro y la tranquilidad en su casa de Polonia. Está situada en una de las zonas residenciales más exclusivas a las afueras de Varsovia, inmersa en un bosque casi encantado, con una atmósfera mágica y un extraordinario microclima debido a la proximidad de los árboles y a las aguas termales locales, históricamente apreciadas por sus propiedades curativas.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
“Tengo un gran cariño a esta casa. Polonia es mi lugar en la tierra, mi herencia y donde están mis raíces. Mis amigos de toda la vida viven aquí y también mi madre. Es el lugar al que siempre llamaré hogar”
Un lugar perfecto para vivir y disfrutar el ambiente y el aroma navideño y las tradiciones de su país en esta época del año, llenas de sentimiento, donde todo vuelve a la sencillez de antes. Aldona, conocida también por su actividad caritativa, es cofundadora de varias fundaciones líderes y apoya a numerosas instituciones sociales y culturales.
—¿Qué nos puedes contar de esta casa?
—La casa fue diseñada por el tío de mi difunto esposo, Andrew Wejchert, un arquitecto muy conocido en Irlanda. El diseño interior inicial fue realizado por el arquitecto francés Didier Lefort, pero a lo largo de los años evolucionó, es un proyecto siempre en curso que disfruto mucho. Me encanta trabajar y perfeccionar el diseño, llenando la casa con arte nuevo, muebles nuevos y únicos. El estilo es ecléctico con un toque oriental. Cada una de mis casas es mi refugio, un lugar donde encuentro la paz. Su decoración refleja mi carácter y el estilo de vida de nuestra familia. Están cuidadosamente decoradas y son cómodas, pero, al mismo tiempo, cálidas, llenas de arte y recuerdos. Tengo un gran cariño a esta casa de Polonia. Es mi lugar en la tierra, mi herencia y donde están mis raíces. Mis amigos de toda la vida viven aquí y también mi madre. Es el lugar al que siempre llamaré hogar.
—¿El arte es una de tus pasiones?
—El arte siempre ha sido mi gran pasión. Siempre me he rodeado de arte, aunque, en los últimos años, he podido dedicarle más tiempo y atención. Para mí, no se trata de objetos, sino de personas, artistas, sus historias y emociones. Aquí tengo obras de grandes artistas polacos, también de Modigliani, Joan Miró, Fernando Botero, James Nares, Arik Levy y Donna Huanca. Me encanta el arte de Alexandra Wejchert, la tía de mi marido, una artista reconocida que vivió y creó en Irlanda. Y disfruto adquiriendo obras especiales y únicas de mis viajes. En una ocasión, durante mi viaje a Tailandia, me encontré con una estatua mágica de un gran Buda de madera y ahora está iluminando nuestros días en el spa.
“La celebración de la Navidad en Polonia es mágica, llena de amor y muchas tradiciones. Realmente se puede sentir una atmósfera especial en el aire”
—¿Cómo es la Navidad en Polonia?
—La celebración de la Navidad en Polonia es mágica, llena de amor y muchas tradiciones. Realmente se puede sentir una atmósfera especial en el aire. Comienza la noche del veinticuatro de diciembre, con una cena de vigilia. La preparación de los platos tradicionales lleva mucho tiempo, por eso, los días previos a la Nochebuena estamos muy ocupados. Intentamos tener doce platos en la mesa, uno para cada mes del nuevo año, pero también se refiere al número de apóstoles. Las recetas excluyen la carne y se preparan específicamente para este día tan especial y solo una vez al año. También ponemos un gran empeño en la decoración de nuestros hogares. En cada casa hay un árbol de Navidad con muchos adornos y luces de colores. En Nochebuena, los niños esperan a que aparezca la primera estrella en el cielo y es entonces cuando llega Papá Noel para dejar los regalos debajo del árbol. Muchos polacos también esperan este momento para dar comienzo a la cena, ya que simboliza la estrella de Belén, que, según el Nuevo Testamento, guió a los Reyes Magos hasta el lugar de nacimiento de Cristo. Siempre dejamos un asiento libre en la mesa para familiares o viajeros, porque creemos que nadie debe estar solo. Y no se comienza a cenar hasta que todos los miembros de la familia han roto juntos las hostias sagradas de Navidad (opłatek) e intercambiado deseos de buena salud y prosperidad. Esta tradición está ligada a la fracción del pan en la última cena.
“Usamos los coches que iban con los productos a la frontera para traer familias ucranianas a Varsovia. Luego los ayudamos a encontrar un lugar para quedarse y garantizamos todo el soporte médico”
—¿Qué más tradiciones se siguen?
—Después de la cena, la gente comienza a abrir los regalos debajo del árbol de Navidad y canta villancicos. Y cuando llega la medianoche, muchos asisten a la Pasterka, una Misa que los católicos romanos celebran en toda Polonia. Una traducción cercana del nombre sería ‘Misa de pastores’. Nosotros estamos convencidos e que en la forma en que se pasa la Nochebuena pasará todo el año. Por lo tanto, tratamos de hacer que este día sea realmente fabuloso.
“Creo que lo más importante de mí es que nunca me doy por vencida, y si me comprometo con algo, siempre lo llevo hasta el final. Nunca he evitado la responsabilidad y los desafíos”
—¿Qué mas te gusta de estas fechas?
—Para mí, la Navidad es una época muy importante del año. El momento en que todos se juntan, el momento del amor y la alegría. Pero lo más importante es dar y compartir. También pensamos y extrañamos a los que ya no están con nosotros, pero los recordamos y así se quedan con nosotros siempre en nuestro corazón.
“Tuve mucha suerte de encontrar un nuevo amor en mi vida. Nunca lo hubiera pensado después de mi feliz matrimonio, que terminó tan repentinamente”, dice Aldona
—Hablas de dar y compartir… ¿Estás muy involucrada en muchas causas?
—Me considero muy afortunada y creo que es mi obligación apoyar y ayudar a quienes lo necesitan. Esto también se lo he inculcado a mis hijos, que desde los primeros años de su vida lo aprendieron. Participan activamente en acciones benéficas locales. Creamos la Fundación No Estás Solo, que formaba parte de nuestro grupo multimedia. A lo largo de los años, ayudamos a miles de niños y personas que necesitaban apoyo médico, brindamos asistencia a instituciones de salud y centros de bienestar social. Para mí, también es importante cultivar la cultura y el patrimonio, por eso, durante muchos años, fui miembro de la Junta del Museo Nacional de Varsovia. También soy uno de los patrocinadores de la Galería Nacional Zacheta, en Varsovia, y apoyo sus actividades y desarrollo. Este año fue muy difícil para nosotros por el estallido de la guerra en Ucrania. Fue realmente impactante y difícil de creer.
“Ha sido desgarrador ver la tragedia humana en Ucrania. Desde el primer día de la guerra, tomamos medidas para apoyar a nuestros vecinos, desde hacer donaciones a comprar productos de primeros auxilios y llevarlos directamente a la frontera”
—¿Qué medidas tomasteis para ayudar?
—Desde el primer día de la guerra, tomamos medidas para apoyar a nuestros vecinos, desde hacer donaciones a grandes organizaciones hasta acciones privadas más pequeñas, como comprar productos de primeros auxilios y llevarlos directamente a la frontera con Ucrania en convoyes. Marco, mi pareja, los organizó y los acompañó personalmente para ayudar a la gente. Fue desgarrador ver esta tragedia humana. Usamos los coches que iban con los productos a la frontera para traer familias ucranianas a Varsovia. Luego los ayudamos a encontrar un lugar para quedarse y garantizamos todo el soporte médico. Y seguimos apoyando la causa ucraniana. La semana pasada, hicimos una gran donación para la compra de zapatos de invierno para los soldados.
—¿Tus hijos son conscientes de la suerte que tienen?
—Sí, como te decía, se lo he enseñado desde niños. Tienen la suerte de crecer en un ambiente abierto e internacional. Me preocupo por su crecimiento tanto académico como emocional.
—¿Pensabas que volverías a enamorarte?
—Tuve mucha suerte de encontrar un nuevo amor en mi vida. Nunca lo hubiera imaginado después de mi feliz matrimonio, que terminó tan repentinamente. Creo que lo más importante de mí es que nunca me doy por vencida, y si me comprometo con algo, siempre lo llevo hasta el final. Nunca he evitado la responsabilidad y los desafíos. Siempre lo he hecho todo al cien por cien. Por eso, ahora, trato de dedicar tiempo a los niños, la familia, los amigos… Mis prioridades han cambiado.