Durante los meses de invierno son muchas las celebraciones que surgen alrededor de mesa. Y ya no solo las fiestas navideñas, sino también cumpleaños, aniversarios, reuniones con amigos a los que hace tiempo que no vemos… eventos que piden una mesa decorada con un estilo acorde con la temporada. ¿Quieres saber cómo lograrlo? En esta selección de mesas de invierno, encontrarás las claves. Así que, si quieres que tu éxito como anfitriona vaya más allá de la Navidad, apunta.
Colores tierra
Es inevitable, pero los meses más frío del año reclaman colores y texturas que provoquen sensación de calor o calidez. Y para ello, nada como la gama de los tierra, como marrones, naranjas, melocotón, amarillos, rojizos y arena. En este caso, La Redoute Intérieurs nos propone llevar uno de estos tonos a la mesa a través de la vajilla Boldi, en color caramelo. Está fabricada en gres esmaltado y presenta un acabado artesanal. Para una celebración informal, puedes acompañarla con una mantelería a rayas en la misma gama de color.
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Materiales naturales
Además de la vajilla, otros elementos del servicio de mesa también te pueden ayudar a impregnar tu mesa de invierno de una estética cálida, que transmita una agradable sensación hogareña. Nos referimos a las piezas realizadas en materiales naturales como la madera y las fibras. Así, para esta mesa se ha optado por los platos Mayor, de madera de nogal, ideales para servir los entrantes y el postre; unos individuales redondos de fibra vegetal y candeleros de formas clásicas, también de madera.
Ayúdate de los estampados
Porque también los prints nos llevan de una estación a otra. Y si las palmeras, las frutas tropicales y los animales exóticos nos remiten a ambientes veraniegos llenos de luz y color, las escenas de bosque, los elementos vegetales de color verde o las frutas de invierno, las asociamos con los meses más fríos del año. Es el caso de la vajilla y del mantel individual Octubre de El Corte Inglés, perfecta para una mesa de invierno.
Motivos de caza
La temporada de otoño-invierno trae a nuestra mesa los sabores naturales e intensos de perdices, codornices, faisanes y otras carnes silvestres. Por ello, una vajilla como el modelo Casa de Alba de Vista Alegre, decorada con motivos de fauna salvaje, vegetación y bellotas, es idea para montar una mesa de invierno. Agradecerá una mantelería blanca o de un color neutro liso, así como una cubertería o detalles dorados que sumen un plus de elegancia y sofisticación.
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Diseños étnicos + detalles dorados
También encontrarás vajillas que funcionan tanto en mesas de verano como de invierno. Tan solo tendrás que acompañarla de tonos, acabados o materiales que nos lleven, bien a la época estival, bien a la invernal. Es el caso de los motivos étnicos, que en una mesa de invierno agradecen colores como el verde, el marrón o el gris en tonalidades suaves y apagadas en textiles y piezas del servicio de mesa. Como se trata de un patrón informal, cuando decores la mesa para una ocasión especial, acompaña la vajilla con una cubertería en dorado mate. Estas piezas son de la firma Bloomingville.
Elegancia rústica
Ponte en situación: domingo de cocido en casa para festejar tu cumpleaños. Lo ideal es que la decoración de la mesa tenga el toque rústico que da el menú, pero también ese aire cuidado y elegante que debe acompañar a las celebraciones especiales. La piezas de la vajilla Repollo de Bordallo Pinheiro, con forma de hojas de col, combina estos dos puntos a la perfección. Y si quieres potenciar el carácter festivo de la mesa, juega con detalles decorativos, como las figuras de porcelana en forma de ranas de este mesa que ponen un toque divertido en la presentación. Y eso sí: todo en tonos coordinados (mantelería incluida)
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Una mesa vestida de negro
¿Qué tal si le das un toque oscuro a tu mesa de invierno? El negro siempre ayuda a crear un look sofisticado y elegante ideal para cualquier celebración, pero más aún para aquellas que suceden en los meses más fríos del año (el verano pide colores vivos y alegres). Una buena idea es combinar platos y detalles decorativos en este color con piezas en madera natural que aporten calidez a la presentación. En cuanto a la mantelería, puedes optar por el tradicional blanco o beis o bien crear un concepto algo diferente con un textil de un color cálido y elegante a la vez, como el magenta. Esta propuesta es de Let's Pause.
¿Con o sin mantel?
Crear una puesta en escena de invierno elegante sin mantel también se puede, especialmete cuando la mesa es de madera o de piedra natural, y vetas y nudos quedan a la vista. En ese caso, deberás acompañar la vajilla, bien con individuales, bien bajoplatos especiales, en un color que ayude a realzar los platos.
Para una celebración especial, Molecot nos propone una mesa decorada en blanco y negro, con arreglos florales y detalles naturales que aportan el contrapunto cromático. La vajilla Peaks, de porcelana de Limoges en blanco con picos negros y rebordes en dorado, se ha combinado con bajoplatos de forma octagonal en tono claro; delicadas copas de cristal transparente y una cubertería de acero inoxidable con mango de bambú. En este caso, no se utilizó mantel, pero podrías usar cualquier textil en colores crudos o blanco.
Azules y verdes
Los colores del invierno van mucho más allá de la gama de los tierras. Azules, violetas, verdes y grises son también opciones ideales para decorar tu mesa durante esta época del año. El único riesgo que corres es que la puesta en escena quede algo fría, pero es fácil de evitar si añades pinceladas en colores cálidos. Es el caso de la colección Winter Wonderland de Pip Studio: tanto vajilla como mantelería, en tonos azules y verdes, van decoradas con estampados de pajaritos, flores silvestres y frutos en tonos vivos y alegres.
Para un look informal
El dúo cromático blanco y negro se adapta tanto a puestas de escenas elegantes como a decoraciones algo más informales. Son el resto de elementos del servicio de mesa los encargados de marcar la diferencia. Así, para una ocasión especial, lo suyo es jugar con tres colores máximo, y vestir la mesa con una mantelería lisa de color blanco o crudo, con individuales o caminos de mesa que realcen la vajilla (un fondo negro o gris iría perfecto). En cambio, cuando organices un encuentro con amigos, más relajado, un mantel a rayas pondrá ese punto informal. Así se hizo en este caso, en el que la mesa, vestida con un textil con discretos estampados, se ha decorado con una vajilla de porcelana blanca y cubertería de acero inoxidable con acabado negro mate. Todo, de Sklum.