posado del matrimonio hola4090© Mattia Bettinelli

Acaba de lanzar un álbum en el que canta por primera vez con su familia y se ha convertido en la banda sonora de estas fiestas en el mundo

Mágica navidad en casa de Andrea Bocelli

El tenor de fama mundial nos recibe junto a su mujer, Verónica, y sus hijos, Matteo, Amos y Virginia, en su nuevo hogar en las colinas de la Toscana


18 de diciembre de 2022 - 12:01 CET

“En Navidad, más que nunca, la música es la voz del alma y nos ayuda a rezar, a querernos a nosotros mismos y al mundo”. Así lo afirma el gran maestro Andrea Bocelli, que, junto a su hijo Matteo y su pequeña hija Virginia, serán las voces de la banda sonora de esta Navidad. Las canciones navideñas más bonitas ya suenan en las radios de todo el mundo con el nuevo disco lanzado por la familia Bocelli, A Family Christmas. El artista ilumina el 14 de diciembre el Madison Square Garden de Nueva York dos días después de que las luces del Empire State Building se colorearan de azul y blanco para celebrar el nuevo programa de la Andrea Bocelli Foundation.

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“Esta finca, Pian delle Vigne no está lejos de Lajatico, mi ciudad natal, el lugar que mis antepasados eligieron para vivir. Está en las colinas que rodean la cuenca natural, donde cada año celebramos El Teatro del Silencio”, nos dice el artista
© Giorgio Baroni

© Giorgio Baroni

Una gran familia italiana con grandes pasiones, afectos y tradiciones que lleva su tierra y sus orígenes en el corazón, la Toscana, tan querida por el gran tenor y su esposa, Verónica, quien es, tanto en el trabajo como en la familia, la corriente eléctrica que inyecta energía a las cosas y las hace funcionar. Aquí está todo su mundo. Y hoy nos reciben en su nueva casa, situada en una colina con vistas infinitas a los campos de su finca, Pian delle Vigne. Una casa rodeada de plantas y huertos, una casa de convivencia, donde el aroma de la buena comida recuerda constantemente a la familia. Y también una casa ecléctica que combina las estructuras tradicionales de la zona con interiores casi minimalistas e importantes obras de arte. Un hogar listo para la gran fiesta de la Navidad, donde no faltan los tradicionales y exquisitos panettone Antoniazzi.

“Esta Navidad, en cierto modo, será el Bautismo de la nueva casa; tras asistir a la santa Misa en nuestra parroquia, vendremos aquí a celebrarla y nos acompañarán nuestra familia y nuestros queridos caballos”, explica Verónica
© Mattia Bettinelli

Andrea Bocelli y su mujer, Verónica, nos reciben en su nueva casa en las colinas de la Toscana, Pian delle Vigne, con motivo del lanzamiento mundial del álbum A Family Christmas, que reúne las mejores canciones de Navidad cantadas, por primera vez, por el famoso tenor junto a sus hijos Matteo, de veinticinco años, y Virginia, de diez.

—Celebramos la Navidad con la familia que hace soñar al mundo con sus canciones navideñas. ¿Cómo ha sido este proyecto?

—Hemos querido plasmar en música cómo es una ‘Navidad en familia’. Hemos creado una secuencia de canciones capaces de contribuir al ambiente mágico que puede encender una festividad así. El arte del sonido tiene el poder de ser un multiplicador de las emociones y la belleza: por eso ofrecemos, a todos los que quieran compartir la banda sonora, la Navidad de Bocelli… Un regalo íntimo, pequeño pero sentido. El álbum nació del deseo de compartir ese poderoso mensaje de esperanza y regeneración, inherente a la fiesta cristiana, a través de un repertorio que es bueno para el corazón. A Family Christmas se estrenó el 25 de noviembre en decenas de países de todo el mundo. En cuanto a las fechas de la gira, ¡son realmente muchas! Estaremos en grandes ciudades de Nueva York a Miami, pero también en lugares donde aún no hemos cantado, como Savannah. Serán unas fiestas de Navidad ligadas más que nunca a los jóvenes de la casa Bocelli, porque tendremos tanto a Matteo como a Virginia en el escenario, por primera vez juntos, pero también Amos estará prácticamente siempre con nosotros, ya que estuvo presente en todo el trabajo previo… Todo el mundo ha contribuido, ¡incluso nuestro perro ha vivido el ambiente navideño —desde la música hasta la decoración de la casa— desde principios de agosto!

“Cantar con mis hijos Matteo y Virginia es un regalo que, reconozco, no esperaba recibir en la madurez de la vida”, dice el tenor
© Giorgio Baroni

© Giorgio Baroni

Arriba, una mesa blanca de dados de Mario Arlati.Pintura de Giovanni Ricci Novara. Sobre estas líneas, las obras son de la galería Contini Art, en Venecia. Al lado, en primer plano, un espectacular piano de cola

—Andrea, Virginia y Matteo cantan en este álbum. ¿Cómo surgió esta idea? 

—Un padre, dos hijos: tres estaciones de la vida y otros tantos colores vocales están representados en el álbum. Tras un denso intercambio de ideas y opiniones, después de evaluar tantas canciones, elegimos no necesariamente las más conocidas, sino las más intensas, aquellas capaces de hablar al corazón de todos y de desencadenar ese espíritu navideño que buscábamos. En cierto modo, es una selección atípica, que rompe con el repertorio ya cubierto por el álbum My Christmas. Un tracklist más moderno y cálido, que contiene temas como Do You Hear What I Hear?, Away in a Manger, Feliz Navidad, When Christmas Comes to Town, Happy Xmas (War is Over) y muchas otras.

“La vida al lado de Andrea es increíblemente plena. Mis primeros veinte años junto a él han sido y siguen siendo intensos y felices, en nuestra vida familiar, como pareja y en el plano profesional”
© Mattia Bettinelli

Andrea Bocelli, Verónica, Matteo y Virginia, en el salón de su nuevo hogar, con la librería de Fornasetti.

—Señor Bocelli, ¿qué significa para usted la magia de la Navidad? 

—La Navidad es una ocasión preciosa para reflexionar sobre el privilegio de estar vivos. Representa un tiempo de alegría y de recogimiento: es el día que más me gusta pasar con mi familia, con el deseo de recordarme a mí mismo y a mis hijos el profundo significado espiritual de esta fiesta. Es una dulce promesa que se renueva y nos acompaña en todas las estaciones de la vida. Como niños, esperamos su llegada por el aroma de misterio que trae, por la magia de los regalos bajo el árbol. A medida que crecemos, se convierte en la fiesta de la confianza y la esperanza.

© Giorgio Baroni

—¿Cómo se siente al cantar con su hija y su hijo? 

—Es una gran emoción, un regalo que, en la madurez de la vida, reconozco que no esperaba recibir. Siempre he sentido admiración por aquellos padres que llevaban un negocio teniendo el privilegio de poder involucrar a sus hijos en la empresa familiar. Pensaba que esto sería imposible en el caso de mi trabajo, pero se demostró gratamente que estaba equivocado. Cantar cada una de estas canciones con Matteo y Virginia ha sido y seguirá siendo nuestro ‘regalo de Navidad’, dado y recibido juntos, para ser desenvuelto bajo el árbol y que apreciaremos durante el resto de nuestras vidas. Me encanta el repertorio navideño, así que me sumé con entusiasmo a este proyecto, que me dio una oportunidad excepcional de trabajar con mis hijos y estar con ellos un poco más.

“Verónica es la compañera, la amiga, la amante, cómplice en las alegrías y en las penas. El nuestro fue, desde el principio, un ‘encuentro de almas’”
© Mattia Bettinelli

“Soy la persona menos indicada para decir si soy romántico. Puedo confirmar que me gusta respirar la vida en plenitud, que amo la poesía y que me interesa todo lo que me rodea”, nos dice el afamado artista, que lleva veinte años junto a Verónica, y son padres de Virginia.

—¿Qué voz tiene Virginia? ¿Y Matteo? 

—Matteo ya está muy avanzado en su propio estilo expresivo. Como es sabido, se está abriendo camino, demostrando cada día más —y en especial con los nuevos temas que ha publicado recientemente— que tiene talento y una personalidad y sensibilidad musical propias. Virginia sigue siendo una niña: le encanta la música, estudia piano y danza, está afinada… Hace poco cantó conmigo ante un público importante. Pero solo tiene diez años y, para ella, de momento, todo esto es poco más que un juego. Lo cierto es que, en algunas canciones, por ejemplo en Away in a Manger, cuando pronuncia “Jesús”, la voz de esta niña parece realmente la de un angelito.

© Giorgio Baroni

© Giorgio Baroni

Arriba, la mesa, lista para celebrar la Navidad, con copas y cubertería oro vermeil de Zepter. En ella no faltan los dulces, como los panettone Antoniazzi —sobre estas líneas—.

—¿Cuáles son sus tradiciones y rituales navideños. ¿Cómo van a celebrar la Navidad en esta nueva casa? 

ANDREA BOCELLI.—Lo celebramos en casa, en familia. Inauguramos la fiesta reuniendo a la familia y yendo juntos a misa. Luego, de vuelta a casa, nos turnamos para abrir los regalos, esperando la hora de comer. Montamos tanto el árbol como el Belén: ambas son tradiciones entrañables que no pueden faltar. Este año será la primera Navidad sin mi madre, que se ha reunido con su marido, el padre Sandro, en el cielo. La recordaremos con mucho cariño y gratitud, pensaremos en esta mujer extraordinaria, tan querida, generosa, inteligente y siempre dispuesta a ayudar a los demás.

VERÓNICA.—La Navidad es, en sí misma, un regalo, es el día más bello. Lo importante es pasarla con los que queremos. Todo lo demás es secundario.

“Me encanta que la casa brille con luces, serpentinas y reflejos dorados… Y, por supuesto, no pueden faltar en la mesa los tradicionales dulces navideños”, nos cuenta Verónica

—¿Como es la cena de Nochebuena y la comida de Navidad? ¿Canta usted, señor Bocelli? ¿Toca el piano?

—La música nunca falta, y el veinticinco de diciembre no es una excepción. Si pasamos las vacaciones de Navidad reuniendo a la familia y yendo juntos a Misa (y muchas veces canto una oración en la iglesia), la Nochebuena sigue una costumbre diferente, es todo lo contrario: en la mesa, durante el año, somos una media de entre doce y quince comensales cada día, porque hay gente que trabaja en nuestra oficina, gente que cuida la casa, familiares, amigos que vienen de visita… Y justo la noche del veinticuatro de diciembre, mi mujer y yo cenamos casi solos exclusivamente.

© Mattia Bettinelli

El tenor, al piano, mientras entonan una de la canciones navideñas del disco que han grabado juntos.

—Verónica, ¿cómo se prepara la casa, cómo la decora, cuál es el menú tradicional? 

—Puede que sea ingenua, pero me encanta que la casa brille con luces, serpentinas y reflejos dorados… Me gusta sentir la excepcionalidad de esta época. En cuanto al menú, sinceramente, lo dejo en manos de personas mucho más experimentadas que yo… Por supuesto, no pueden faltar en la mesa los tradicionales dulces navideños, desde el panettone hasta el turrón.

—¿Cómo se siente al escuchar a su marido y a su hija cantar juntos? 

—La música forma parte de nosotros. Incluso antes de conocer a Andrea, estudié piano y violín y crecí entre arias de ópera. Luego, desde que conocí al hombre de mi vida, la música forma parte de nuestra vida cotidiana. Así que una parte de mí incluso encuentra normal que podamos cantar juntos… Como hemos hecho mil veces en casa. Por supuesto, cuando Andrea y Virginia comparten el micrófono en el escenario, me emociono. Y eso es lo que me pasaba cuando Andrea cantaba con Matteo, o acompañado al piano por Amos. Hacer música juntos puede ser una forma privilegiada de expresar el afecto mutuo.

© Giorgio Baroni

© Giorgio Baroni

En la decoración de la vivienda, Andrea y Verónica intentaron siempre que la Naturaleza exterior se fundiera con el interior.

—¿Qué ama de su marido? ¿Cómo es vivir con un mito como Andrea Bocelli?

—Mi marido no solo es la persona que más deseo en el mundo, también es mi mejor amigo y consejero; cuando siento la necesidad de desahogarme, cuando hay que tomar una decisión importante, es a él a quien recurro. Dialogamos mucho, y cuando no lo hacemos, debido a nuestros diferentes horarios (él suele trabajar hasta altas horas de la noche, yo me levanto muy temprano), me escribe correos electrónicos muy agradables. Andrea tiene un carácter sin ambigüedades, sin incoherencias, y nunca se enfada. Con él es prácticamente imposible discutir. La vida al lado de Andrea es increíblemente plena. Mis primeros veinte años con él han sido y siguen siendo densos y felices, como vida familiar, como pareja, como profesión.

“Aquí los protagonistas son la paz y la Naturaleza, pero nuestra agenda profesional impone mudanzas frecuentes, ritmos de vida que nos han enseñado que cualquier lugar, si nuestros seres queridos están cerca, puede ser un ‘hogar’” revela Verónica

—¿Y usted, señor Bocelli, qué es lo que ama de Verónica ?

—Cuando dos personas, después de más de veinte años viviendo una al lado de la otra las veinticuatro horas del día, siguen teniendo el deseo de estar juntas significa que un alma completa a la otra. El nuestro fue desde el principio un “encuentro de almas”. Es la compañera, la amiga, la amante, cómplice en las alegrías y en las penas.

© Giorgio Baroni

© Giorgio Baroni

—¿Cuánto de romántico hay en usted? 

—Me temo que soy la persona menos indicada para responder a eso. Puedo confirmar que me gusta respirar la vida en plenitud, que amo y frecuento (como lector y de otra manera) la poesía, y que me interesa todo lo que me rodea. Creo que es un privilegio inestimable del hombre poder interpretar poéticamente su propia aventura en la tierra. Si esto significa ser romántico, entonces lo soy.

El aclamado artista, que perdió la visión con doce años, es un hombre que ha roto barreras y monta a caballo desde que era un niño

—¿Por qué su casa aquí?

—Lajatico es nuestro buen retiro, es mi ciudad natal, el lugar que mis antepasados eligieron para vivir, trabajar y criar a sus hijos. La finca de Poggioncino, un lugar donde pasé días inolvidables de joven, es ahora el lugar donde tengo mis caballos y donde también se encuentran los viñedos de la familia, un lugar pequeño, pero que produce vino de calidad… Mientras que la nueva casa, la finca Pian delle Vigne, no está lejos, en las colinas que rodean la cuenca natural donde celebramos el Teatro del Silencio anual.

© Mattia Bettinelli

“La equitación es una pasión que compartimos y que Andrea ha cultivado desde la infancia”, dice Verónica, que monta a caballo junto a su marido.

—Verónica ¿cuál es la historia y el estilo de su nuevo hogar?

—¡Pian delle Vigne es la primera casa construida por la familia Bocelli! Las generaciones anteriores también han renovado o ampliado sus casas, pero esta es la primera que se construye desde cero. Tiene un aspecto más moderno, precisamente porque cada uno de nosotros participó en las decisiones y elecciones, incluidos nuestros hijos, siempre bajo la supervisión del hermano de Andrea, Alberto Bocelli, el arquitecto que firmó y realizó el proyecto. También hay que mencionar a la persona que siguió el trabajo día tras día con una dedicación impagable, el ingeniero Luca Giglioli. En cierto modo, esta Navidad será el Bautismo de la nueva casa; llegaremos a la residencia de campo ese día, después de asistir a la santa Misa en nuestra parroquia de Forte dei Marmi. A continuación, iremos a celebrarlo a Pian delle Vigne, donde nos acompañarán familiares y nuestros queridos caballos.

—¿Es este el lugar donde encuentran paz e intimidad? 

V.—Es el sitio perfecto para redescubrir la intimidad, un espacio alejado del ruido, donde los protagonistas son la paz y la Naturaleza, y aún podemos escuchar ese silencio, que siempre es un bien preciado. Pero la agenda profesional impone mudanzas frecuentes, ritmos de vida que nos han enseñado que cualquier lugar, si nuestros seres queridos están cerca, puede ser un “hogar”.

“Cuando dos personas, después de más de veinte años viviendo una al lado de la otra las veinticuatro horas del día, siguen teniendo el deseo de estar juntas significa que un alma completa a la otra”, dice Andrea

—Matteo, ¿con qué actitud te estrenas en el escenario, qué quieres ser y en qué te quieres convertir?

—Mi primer debut en el escenario fue hace unos años. Después de lanzar algunos singles con buenas críticas, mi primer álbum en solitario se publicará en dos mil veintitrés, tras tres años de intensas sesiones de escritura de canciones por todo el mundo. Lo estoy dando todo, porque me apasiona, amo la música, es parte de mi vida. Mientras tanto, debuté como actor en la película Tres mil años de anhelo, dirigida por George Miller, con Tilda Swinton e Idris Elba.

© Mattia Bettinelli

Matteo y su hermano, Amos, bajo los mismos arcos iluminados, ambos nacidos del primer matrimonio del artista italiano.

—¿Qué significa tu padre para ti? 

—Es un padre exigente, pero también lo he visto siempre como un amigo. Hay una relación estrecha e intensa entre nosotros. No hay secretos, hablamos y comparamos notas sobre todo. Desde mi adolescencia me he dado cuenta de lo mucho que le quiere la gente. Hay artistas que son amables en el escenario, mientras que en privado son menos serviciales y espontáneos. Con papá ocurre lo contrario: en el centro de atención puede parecer una persona muy seria, incluso rígida. Pero en privado, es un hombre como todos los demás, a quien le gusta reír y bromear.

—Para finalizar, ¿qué proyectos tiene la familia Bocelli en dos mil veintitrés?

V.—Los proyectos son muchos, tanto conciertos como grabaciones, la agenda está llena para los próximos dos años y más allá. Entre los retos que casi han llegado a la meta, está el nuevo disco de nuestro Matteo… y muchas otras novedades.

REALIZACIÓN Y TEXTONANA BOTTAZZI
FOTOS CASAGIORGIO BARONI
FOTOS POSADOSMATTIA BETTINELLI
DECORACIÓNFABRIZIO COCCHI
VESTUARIOERMANNO SCERVINO/STEFANO RICCI
JOYASROBERTO COIN
ARTECONTINI ART GALLERY
ALFOMBRASPASHA/MORET
MAQUILLAJE Y PELUQUERÍALILIANA ROSETTA
PANETTONIANTONIAZZI
BAJOPLATOSVIVEHOME21