Seguro que si te preguntamos qué tienes en la despensa, hay muchas cosas que has olvidado. Una salsa que compraste en promoción, esas conservas que te regalaron, especias caducadas… Es normal. A veces la despensa puede convertirse en un agujero negro en el que solo vemos lo que está en los primeros estantes y a la vista. Para evitar guardar cosas que no vas a comer nunca o que, tal vez, han caducado. Te damos varios consejos para ordenar tu despensa y que parezca de revista. Y sirven tanto si tienes un gran espacio destinado a guardar los alimentos como si los almacenas en los armarios de la cocina.
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Primero, vacía la despensa por completo
Para conseguir una despensa ordenada, tendrás que hacer primero una limpieza. Y no solo nos referimos al interior de los armarios o los estantes, sino también a comprobar qué tienes en su interior. Puedes destinar una mañana a hacer esta tarea, mejor si no hay distracciones.
Ve sacando todo lo que tienes en el interior y colócalo sobre las encimeras. Puedes ir haciendo un primer ejercicio y clasificando las cosas según el tipo de alimento. Así luego será más fácil ordenarlo.
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Limpia el interior del armario
Llena un barreño con agua y un poco de vinagre de limpieza. Con una bayeta, ve pasando las baldas, los laterales y también el fondo del armario. Si hay manchas de grasa pegadas, tal vez tengas que echar mano del estropajo y un poco de jabón. Después, seca con otra bayeta el interior, de manera que no queden restos ni de jabón ni de humedad.
En los estantes en los que pongas conservas o botellas de aceite es recomendable colocar un plástico antideslizante que puedes limpiar con una bayeta húmeda. Así, la próxima vez que limpies la despensa será mucho más sencillo.
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Clasifica lo que tienes y haz limpieza
Si mientras sacabas los alimentos del interior del armario los has ido clasificando, esta tarea será mucho más sencilla. En cualquier caso, agrupa según tipo de alimento: la pasta, por un lado, las conservas, por otro, los frescos como patatas o cebollas, las especias, las legumbres, etc. Después comprueba su fecha de caducidad y cuándo llevan abiertos. Si ha pasado mucho tiempo, lo mejor es que tires esos alimentos.
Si tienes también algo que sabes que nunca vas a preparar, lo mejor es que lo regales o lo lleves a un banco de alimentos. No guardes cosas que no vas a utilizar, ocupando un valioso espacio de tu despensa.
Mete los paquetes abiertos en botes
Hazte con unos botes de vidrio o plástico herméticos para meter todos los alimentos que tienes en paquetes abiertos. Así te será mucho más fácil localizarlos y evitarás gastar dinero en cosas que ya tienes en casa, solo porque no sabías que lo tenías.
Además, el efecto visual de las texturas y colores que aportan los alimentos hará que tu despensa sea mucho más atractiva.
Etiqueta los alimentos
Después de meter los alimentos en botes, etiqueta todo lo que tengas. Deberás poner el tipo de alimento que es, pero también la fecha de caducidad. Así te aseguras de que no se pasa y de que lo utilizas en tus recetas antes de que caduquen. A la hora de guardarlo, pon lo que antes caducará delante para no olvidarte y planifica tu menú según lo que tengas.
Usa cajas y cestas para mayor comodidad
Las cajas y las cestas te ayudarán a clasificar el interior de tu despensa o armarios de la cocina, haciendo que localizar las cosas sea mucho más sencillo. Además, hay ciertos alimentos que no merece la pena sacar de la propia bolsa (que, por cierto, deberás cerrar bien con unas pinzas para que no se estropee lo que hay en el interior). Por ejemplo, puedes meter todas las cosas del desayuno en una cesta. Lo mismo con la pasta o las especias.
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El orden perfecto en la despensa
A la hora de organizar el interior de la despensa, coloca los elementos más pesados abajo del todo. La leche, patatas o el aceite está mejor abajo, donde cogerlo sea mucho más fácil y cómodo. Lo puedes meter también en cajas para potenciar la sensación de orden.
Lo que más utilices, como pastas, arroces, azúcar o legumbres, debe estar en las baldas intermedias para tenerlo bien a mano y a la vista. Destina también un espacio para dejar las especias en una caja que puedas mover cómodamente.
En la parte superior puedes colocar alimentos que no uses con tanta frecuencia, como la harina, botes de conservas que no sean muy pesados, el papel de cocina, etc.
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Armarios que hacen la vida más fácil
Tanto si tienes una gran despensa como si es pequeña, es importante optimizar el espacio todo lo que sea posible. Pero en el que caso de que tengas un armario en la cocina a modo de despensa, comprueba si puedes colocar cajones extraíbles que te harán la vida más cómoda y, además, te permitirán ver, de un solo vistazo, todo lo que tienes en cada cajón.
También la puerta puede ser un recurso para mantener el orden. Hay baldas estrechas que se atornillan a esta y donde puedes guardar frascos, los envases con cereales, las botellas de aceite, etc.
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