Palma de Sagú, una planta de aspecto inusual ideal para principiantes

La palma de Sagú o Cycas revoluta resulta muy vistosa por su aspecto mitad de helecho y mitad de palmera, de ahí que también se la llame falsa palmera. Esta bella planta ornamental es miembro de la familia de las cicadáceas, y solo se parece a una palmera, pero como te contamos, no lo es.

¿Quieres poner una en tu casa o jardín? Te contamos sus claves de cuidados, así embellecerá y dará un toque exuberante a tus paisajes interiores o exteriores. Este ejemplar procede de Fronda.

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¡Una especie primitiva!

Con un follaje pinnado muy original que se combina con un grueso tronco cilíndrico y generalmente corto, su estética es bastante singular.

Hay muchos datos curiosos acerca de la palma Sagú, una planta originaria de Japón, como que es primitiva y todo indica a que apareció en el planeta antes que los dinosaurios, por eso para muchos es considerada un ‘fósil viviente’. Además, es muy apreciada en decoración porque aporta un toque exótico al espacio.

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Resistente y rústica

Las palmas de Sagú crecen al aire libre en su hábitat natural, pudiendo alcanzar alturas considerables, aunque son de crecimiento lento y tardan más de 10 años en desarrollarse plenamente. ¿Resisten el frío? Sí, pueden soportar temperaturas bajo cero, aunque si los inviernos son bastante fríos en tu región te recomendamos plantarla en maceta.

Más cosas, florece plantada en tierra pero difícilmente lo hará cultivada en maceta.

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Feliz con bastante luz

Muchos de los cuidados de la palma Sagú se asemejan a los de las palmeras (de ahí que veamos ambos ejemplares juntos: una areca y en el taburete, la Cycas revoluta). Por ejemplo, respecto a la ubicación, que querrá que sea un rincón luminoso aunque con los rayos solares tamizados.

Y aunque soporta el frío, el rango de temperaturas entre el que se encuentra más cómoda es en torno a los 20-22° C.

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Pauta de riego

Ten en cuenta que va a querer agua sin cal y que sus aportes deben ser menores en las estaciones de otoño e invierno. En los meses cálidos puedes regar una o dos veces por semana, adáptalo a lo que le vaya mejor y, sobre todo, deja secar la tierra entre riegos. Mientras que el resto del año puedes regar con poca frecuencia, de forma semanal o incluso cada dos semanas, por cierto, ¡mejor si lo haces con agua tibia!

En la propuesta se combinan varias plantas exóticas, todas de April Plants, y como la Cycas revoluta demanda más luz se coloca junto a la ventana.

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Sustrato ideal

Tanto puedes seleccionar un sustrato para cactus, que funciona bien para la palma Sagú porque resulta ligero y permeable o, si lo prefieres, emplea tierra universal y procúrale el drenaje rápido mediante elementos como un lecho de grava, guijarros o bolas de arcilla en el fondo de la maceta.

Además, durante su época de crecimiento va a agradecer que la abones con un fertilizante que le aporte principalmente estos nutrientes: nitrógeno, fósforo y potasio. Deja de hacerlo en otoño e invierno, pues entra en etapa de reposo.

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¿Cómo reproducir la palma de Sagú?

Debes seleccionar una planta ejemplar y hacer un esqueje en primavera de alguno de sus brotes. A continuación, replanta en una maceta que tenga una mezcla de tierra y arena y mantén el esqueje en un lugar cálido para facilitar su buen desarrollo y enraizamiento. En los riegos, aporta humedad sin empapar demasiado.

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El trasplante, con poca frecuencia

Cuando toque trasplantarla hazlo en primavera, aunque lo cierto es que su crecimiento es tan lento que hay quien incluso deja pasar cuatro años para hacerlo. La media es cada tres años, si bien la mejor forma de saber si le toca un cambio de maceta es fijarse en si se salen las raíces por ella.

Este bello y joven ejemplar de palma de Sagú se ha adquirido online, en Interflora.

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Robustas y resistentes

Por si no lo sabías la palma Sagú tiene un crecimiento lento pero seguro y no es propensa a tener problemas de salud (¡si hasta ha sobrevivido a los dinosaurios!). En especial puedes quemar sus hojas si la expones a sol directo sin haberla aclimatado antes.

Asimismo, cuando las hojas inferiores pasan de verde a teñirse de amarillo fíjate atentamente en si no le han atacado cochinillas. Otros motivos que pueden provocarlo es un exceso de agua o que simplemente haya llegado a final de su vida. Ten en cuenta que la Cycas revoluta puede superar fácilmente los 50 años, así que es una planta de larga vida.

No obstante, pensando en la salud de tu bebé y mascotas, ten en cuenta que no se recomienda decorar con ella si tienes niños pequeños, perros o gatos en casa, dado que es tóxica.

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