Hasta que el interiorista Luis Puerta lo adquirió hace seis años, el palacio López de Cogolludo había pertenecido durante más de tres siglos a la misma familia. El conjunto señorial, formado por la casa y la capilla adyacente, dedicada a la Sagrada Familia, fue mandado construir a principios del siglo XVIII por Juan de la Plaza Solano, real secretario de Hacienda de Felipe V, que era natural de Yélamos de Arriba (Guadalajara). A su muerte sin descendencia, fue su hermana Ana de la Plaza Solano, casada con un López de Cogolludo, de donde toma su nombre, la encargada de finalizar las obras.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Nuestro anfitrión encontró este lugar en el corazón de la comarca de la Alcarria hace seis años y se propuso devolverle el esplendor del pasado respetando su esencia y, al mismo tiempo, dotándolo del confort actual. Fue necesaria una reforma de dos años y… aún hoy disfruta encontrando nuevas piezas de decoración. Muebles de brocantes franceses, tapicerías inglesas y americanas, bustos, tapices…Licenciado en Historia del Arte y Antigüedades, también en Derecho, comenzó su trayectoria como interiorista con treinta años tras dedicarse muchos a estudiar y viajar.
Gran esteta y apasionado de las obras de arte únicas, su estilo de decoración es sobrio y atemporal, huye de las modas y crea espacios que transmiten paz, respiran y perduran. Luis nos recibe en su casa palacio junto a su pareja, el cirujano estético milanés Gabriele Armenante, y su sobrina, Celia Puerta.
“La compré hace unos seis años y dediqué dos a la rehabilitación y decoración. A la vez, fui recuperando y rehaciendo el jardín con la ayuda de mi amigo paisajista Álvaro Sampedro”
—Estamos en una casa muy especial para ti, ¿podrías contarnos su historia?
—Es una casa palacio del siglo XVIII, su denominación es palacio López de Cogolludo. Es una casa que estaba en estado ruinoso cuando la vi, pero que me gustó mucho por estar cerca de Madrid, por tener un jardín antiguo, aunque abandonado, y una gran capilla barroca. La compré hace unos seis años y dediqué dos a la rehabilitación y decoración. A la vez, fui recuperando y rehaciendo el jardín con la ayuda de mi amigo paisajista Álvaro Sampedro. Lo hice con mimo, respetando el carácter original de la casa, quitando los añadidos posteriores y devolviendo en lo posible su espíritu original. Busqué materiales antiguos: suelos, azulejos, columnas, chimeneas… y restauré carpinterías, vidrieras, emplomados… Lo pasé fenomenal en este proceso, y todavía me divierto buscando piezas nuevas.
—¿Cuál es el rincón en el que pasas más tiempo?
—Disfruto de todos los rincones y, dependiendo de si es verano o invierno, estamos más en la planta baja, que da al jardín, o en la planta superior. Quizás mi cuarto favorito sea el fumoir, un salón de reminiscencias árabes con camas donde dormir la siesta o pasar tardes enteras leyendo.
—¿Qué es para ti la decoración y el interiorismo?
—Es una parte inseparable de mi vida, una forma de expresión artística creando espacios donde vivir felices.
—¿Organizas reuniones, recibes amigos, llenas la casa de gente?
—Es una casa de recreo, en ella paso, sobre todo, fines de semana siempre rodeado de amigos o de familia. Es la casa ideal para recibir grupos grandes y llevar una vida informal. Disfrutamos mucho tanto del interior como del jardín. Tiene una buena biblioteca, un pequeño huerto y una alberca para los días de verano. El plan allí es muy relajado: cocinar, leer, pasear, jugar a las cartas o charlar junto a las chimeneas en invierno. Aunque también ha servido para celebrar fiestas y, como tiene capilla, las bodas de algunos de mis amigos.
“El plan aquí es muy relajado: cocinar, leer, pasear, jugar a las cartas o charlar junto a las chimeneas en invierno. Aunque también ha servido para celebrar fiestas y, como tiene capilla, las bodas de algunos de mis amigos”
—¿Qué lugares te inspiran?
—Me gusta mucho Italia y viajo allí con frecuencia, las ciudades y las grandes casas italianas son una fuente de inspiración enorme.
—¿Cuál es tu música favorita ?
—Me gusta toda clase de música, adoro el flamenco y la música clásica. La capilla de la casa tiene una acústica privilegiada y organizo un pequeño ciclo de conciertos de música clásica todos los años a la vuelta de verano.
“En el plano personal, mi tío tiene dos grandes virtudes, entre muchas otras, y es que es una persona muy generosa y también muy familiar. Él aúna a la familia y justo esta casa es el lugar perfecto de encuentro”
—¿Eres sibarita?
—Nada, soy todoterreno. Pero sí soy muy esteta.
—¿Un artista favorito?
—Picasso, sin duda.
—¿Un libro de interiorismo que nos recomiendes?
—Reciente, que me haya gustado, Amor platónico, de Beatriz Satrústegui, es muy ameno y comparto con ella la afición de poner mesas bonitas.
“Disfruto de todos los rincones, aunque quizás mi cuarto favorito sea el “fumoir”, un salón de reminiscencias árabes con camas donde dormir la siesta o pasar tardes enteras leyendo”
—¿Cuáles son los errores más frecuentes de los no entendidos a la hora de decorar?
—El error más común es querer copiar lo que vemos en otras casas, cada casa es diferente y decorarla debe ser un ejercicio de creatividad.
—Háblanos de tus próximos proyectos .
—Estoy muy ilusionado con una casa que estoy empezando en Ibiza para unos amigos.
“Busqué materiales antiguos: suelos, azulejos, columnas, chimeneas… y restauré carpinterías, vidrieras, emplomados… Lo pasé fenomenal en este proceso, y todavía me divierto buscando nuevas piezas”
—Celia, ¿sueles venir a casa de tu tío Luis con frecuencia? ¿Qué planes te gusta compartir con él?
—En el plano personal, mi tío tiene dos grandes virtudes, entre muchas otras, y es que es una persona muy generosa y también muy familiar. Él aúna a la familia y justo esta casa es el lugar perfecto de encuentro. A mí me encantan esas reuniones y esas charlas familiares, así que vengo siempre que me es posible, podría decir que es uno de mis sitios favoritos.
—¿Cuáles son tus aficiones?
—Siempre he sido una persona muy inquieta con ganas de hacer cosas. De empaparme de lo que me rodea, de vivir intensamente. Esto me ha llevado a tener muchas aficiones desde pequeña: fotografía, piano, bailar, cantar, dibujar…
—¿Cómo nace tu marca de ropa sostenible?
—Nice Hand nace de mi pasión por la moda y de la buena sintonía que tengo con mi madre, con quien la fundé, y, por supuesto, de algún gen que me ha llamado por el camino del emprendimiento, que, estoy segura, es heredado de mi tío Luis.