Una idea luminosa (¡y brillante!) consiste en integrar en la decoración alguna lámpara de suspensión que sea un hito en la historia del diseño, pues será una pieza que ‘elevará’ la decoración de cualquier estancia.
Arrancamos el reportaje con la mítica PH, que creó Poul Henningsen y produce Louis Poulsen, una creación disponible en distintos coloridos y que en la propuesta Sinmas Studio ha seleccionado en su versión en color verde, aunque está disponible en muchas tonalidades, desde un vibrante azul eléctrico hasta un suave rosa palo o en blanco.
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2097, de Gino Sarfatti
Cuando alguien imagina una lámpara de araña nunca piensa que pueda tener unas líneas tan depuradas y modernas. Pues bien, el modelo 2097 lo ideó Gino Sarfatti en 1958 con esta silueta todavía hoy muy contemporánea y una de las más populares de la historia del diseño. Es una luminaria suspendida que edita Flos. Su corazón (la estructura central) es de hierro mientras que los brazos son de latón.
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Serie de luminarias Beat, de Tom Dixon
Elegantes y de líneas simples, las distintivas lámparas de metal del diseñador inglés Tom Dixon son muy codiciadas. Su colección Beat surge a inicios del siglo XXI para promocionar el trabajo artesano y, de hecho, cada pieza se esculpe a mano en el norte de India. Se emplea latón, pulido en el interior.
Demuestra la versatilidad de usos que se le puede dar a la serie este interiorismo de Live in Design Studio, que combina tres Beat en la zona de comedor y, de nuevo, otra en el rincón de lectura.
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Zettel'z, de Ingo Maurer
El alemán Ingo Maurer creó Zettel’z 5 y Zettel’z 6 a finales de los 90’ y antes de fallecer en 2019 quiso revisitar su mítico diseño con el modelo que vemos, Zettel'z Laughing Buddha, una versión orientalizada que revela la fascinación del autor por las figuras de porcelana china.
En cualquier modelo el papel japonés impreso por ambas caras es la esencia de la lámpara suspendida.
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Lámpara Artichoke, de Poul Henningsen
El danés Poul Henningsen (conocido en su país sencillamente como PH) fue un prolífico diseñador y creó casi un centenar de lámparas, pero todo artista tiene una obra maestra y Artichoke, que fabrica Louis Poulsen, es la suya. Su obsesión fue desarrollar pantallas múltiples de tal modo que se evitaran deslumbramientos, algo que logra con este modelo realizado en 1958 que cuenta con ni más ni menos que 72 finas láminas de metal colocadas esculturalmente y que nos recuerda a la forma de la alcachofa que le da nombre.
Es una creación poética, aunque no exenta de un minucioso estudio, pues el flujo luminoso de la Artichoke se refleja en las hojas con un efecto difuminado, logrando una iluminación uniforme y, además, una pequeña sombra delinea la orilla de cada hoja, consiguiendo un efecto de lo más singular.
Flowerpot, de Verner Panton
La historia del diseño industrial no sería la misma sin las aportaciones del danés Verner Panton en mobiliario y, por supuesto, en lo referente a iluminación. La lámpara de suspensión sobre este escritorio es Flowerpot y se inspira en el movimiento Flower Power de finales de los años 60’. En concreto la pieza, que edita & Tradition, nació en 1968 y consta de dos semicírculos girados uno frente al otro. ¡Tan simple como efectivo!
Y aunque aquí la vemos teñida en un color sobrio, también está disponible en una amplia gama de coloridos más alegres.
Taraxacum 88, de Achille Castiglioni
La magia de la lámpara Taraxacum 88 que firmó en 1988 el prestigioso diseñador italiano Achille Castiglioni son sus 60 bombillas Globolux claras, repartidas por la estructura y creando una pieza vistosa a la par que simple y sumamente etérea. Su diámetro es de 80 cm y se trata de un modelo que se inspira en el plumoso fruto del diente de león, que forma parte del catálogo de Flos.
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Link, de Ray Power
Link es el nombre dado a esta lámpara suspendida creada por el irlandés Ray Power para LZF, cuyo nombre significa vínculo, esa unión natural que existe entre luminosidad y belleza, entre forma y función. Sus chapas de madera parecen remitirnos al infinito, con sus suaves ondulaciones muy dinámicas y expresivas que recuerdan a una nube.
Se trata de un diseño que vio la luz en 2007 y que es una de las piezas más vendidas por la marca que la edita.
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Vértigo, de Constance Guisset
Vértigo fue una de las primeras lámparas de diseño ‘XXL’ que ha inspirado posteriormente infinidad más. El secreto de esta creación de la francesa Constance Guisset es que la pieza resulta muy ligera a la vista y, en especial, el movimiento de sus formas.
Aunque joven (fue creada en 2010 para la firma francesa Petite Friture), este modelo ya se ha ganado un puesto en la historia del diseño gracias a su geometría delicada que compone un cilindro de cintas rematado por el ala, que casi recuerda a una elegante pamela. Es tan vigente que recientemente ha nacido la colección Vértigo Nova.
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