Trucos para ahorrar energía con los electrodomésticos de la cocina

Si normalmente el ahorro energético siempre resulta beneficioso para nuestro bolsillo (aparte de ser necesarios por motivos medioambientales), en la época delicada que estamos pasando con el precio luz y gas disparado, hay que priorizar no gastar de más. En este reportaje nos centramos en los electrodomésticos de cocina, dado que es una de las estancias donde más energía se consume de todo el hogar, al concentrar muchos electrodomésticos (de los catalogados como grandes, como la campana y el frigorífico, y también de los pequeños, como la batidora, la tostadora o la freidora al aire).

Toma nota de estos consejos, algunos son simple gestos en el uso, para ahorrar en tus consumos. Dica diseña el proyecto de la imagen (que mostró en Casa Decor) y selecciona electrodomésticos de AEG.

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Busca la máxima eficiencia de los electrodomésticos

Por mucho que tengas buenos hábitos (como explicaremos es interesante apagar el horno un poco antes de finalizar la cocción o emplear ollas a presión súper rápidas), de poco va a servir si tus electrodomésticos no son eficientes y tienen una mala calificación energética. Así, comienza por seleccionar modelos con alta eficiencia y evita los de la ‘G’.

Por si no lo sabías, las etiquetas energéticas se introdujeron por primera vez hace más de 25 años y han incentivado a las marcas a mejorar de forma significativa el rendimiento de sus aparatos. Desde hace ya un tiempo se ha cambiado la escala: las etiquetas van de la ‘A’ (en color verde) a la ‘G’ (en rojo); eliminando las categorías A+, A++, y A+++, de modo que los consumidores identifiquen los aparatos más eficientes de manera más sencilla. ¿Tantas diferencias existen entre ellos? Se calcula que, por ejemplo, un horno de clase ‘G’ consumirá más del doble de energía que uno de clase ‘A’. En la renovación de este piso, realizada por Egue y Seta, la cocina abierta se equipa con un horno de la firma Bosch.

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El refrigerador, gestos para un menor consumo

Debe estar siempre encendido y representa más del 30% del consumo de electricidad de todo el hogar (como media). No dudes en ponerlo en modo vacaciones cuando te vayas unos días y, sobre todo, mantenlo a unas temperaturas razonables: entre 5 y 8º C en la zona de frigorífico y alrededor de los -18º C en el congelador. En la propuesta el mobiliario es de Kvik y el refrigerador se integra.

¿No tienes todavía un modelo no frost? De ser así, mantén a raya el hielo producido o gastará mucho. ¡Una capa de 0,5 cm hace que el aparato consuma un 30% más!

Dejar la puerta abierta más tiempo del necesario aumentará considerablemente tu factura. Tampoco conviene introducir comida caliente, deja que se enfríe antes.

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Selecciona bien tus electrodomésticos para cocinar

Respecto al cocinado, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) realiza varios consejos:

• Aunque resultan más costosos, la inversión de un horno de convección está más que justificada, al ser más eficientes que los eléctricos convencionales. El motivo es que distribuyen el calor de forma homogénea alrededor de todo el plato de comida, lo que logra excelentes resultados culinarios pues los alimentos se cocinan de manera uniforme y todas las partes al mismo ritmo.

• Dentro de las placas de cocina, privilegia los fogones de gas (en el proyecto, la cocina la ha diseñado el estudio Pirkelmann + Schmidt, quien en la encimera Himacs integra tres fogones a gas y sus sendos mandos) y, si instalas placas eléctricas, ten en cuenta que las de inducción son más eficientes que las vitrocerámicas.

• El uso del microondas en lugar del horno ahorra un 60-70% de energía y mucho tiempo.

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Consejos en el uso del horno

Del mismo modo que es preferible no hacer una lavadora a media carga, cuando cocines en el horno conviene hacerlo a plena capacidad. Incluso si puedes cocinar varios alimentos a la vez o de manera consecutiva, mejor.

Más cosas respecto al uso: precalienta a la temperatura adecuada, no superior. Por otro lado, ¿sabes que abrir la puerta supone una pérdida de al menos el 20 % del calor acumulado? Procura no hacerlo hasta el fin de la cocción y, de hecho, apaga el horno unos minutos antes de que esté lista la receta, pues así aprovecharás el calor residual que de lo contrario se desperdicia.

Esta colorista cocina cuenta con un horno de Miele situado a una altura muy ergonómica.

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Los utensilios adecuados

Ya hemos comentado que apostar por el gas es mejor dado que no hay pérdidas, se consume la energía primaria, mientras que con los fuegos eléctricos sí, al transformarse la energía inicial. En todo caso, las vitrocerámicas y las placas de inducción se están implantando en las cocinas de hoy al facilitar las tareas de limpieza al no tener quemadores (ofreciendo al mismo tiempo una estética depurada).

Sean como sen tus fuegos, conviene utilizar ollas rápidas: van a presión y consumen menos energía y ahorran mucho tiempo. Si tus placas son eléctricas (como en esta cocina de Mobalpa), emplea menaje con el fondo difusor, para lograr una temperatura homogénea del recipiente. Y utiliza tapas para ollas, sartenes, parillas… Los tiempos de cocinado se acortarán, lo que te permitirá ahorrar hasta un 25 % de energía. Además, ajusta el tamaño del fuego para que cubra solo la zona del recipiente en el que vas a guisar, si es menor estarás desaprovechando energía. Y centra dicho recipiente al cocinar, para no perder gran parte del calor.

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Colada optimizada

Comienza por seleccionar una lavadora del tamaño adecuado, su capacidad va desde los 6 hasta los 10 kilos o más y para una persona que vive sola o una pareja las necesidades no serán las mismas que para una familia con hijos. Tener una de más kilos de lo necesario te obligará a recurrir habitualmente a los lavados a media carga, gastando más de lo necesario en agua y electricidad.

Además, como el mayor gasto eléctrico de la lavadora se genera a la hora de calentar el agua, salvo que tu ropa esté muy sucia resulta aconsejable limpiar con agua fría (de 30 a 40º C) o templada (60º C).

Esta lavadora de Fagor Electrodoméstico tiene la opción “Agregar +”, así, si olvidas alguna prenda y el aparato ya está en marcha, podrás abrirlo evitando que el ciclo vuelva a empezar.

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¿Es mejor limpiar a mano o usar el lavavajillas?

Emplear el lavavajillas resulta más ecológico que lavar los platos a mano. No lo decimos nosotros, sino un estudio del Canal de Isabel II que ofrece estas cifras: el gasto diario de agua de fregar la vajilla a mano es de 88,8 litros (52 de ellos de agua caliente) y el lavavajillas consume 54,2 litros diarios (24,6 de los cuales de agua caliente).

Eso sí, para no desaprovechar estos beneficios si tienes que enjuagar los restos de algunos platos o cubiertos antes de meterlos en el lavavajillas, no uses agua caliente. Y emplea programas cortos o los ‘eco’ que, aunque suelen ser largos, ahorran en agua y electricidad. En la propuesta el mobiliario de cocina es de la firma Rastelli y el lavavajillas integrado, de AEG.

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Electrodomésticos en forma

Si no mantienes los electrodomésticos, estos no rendirán a su máximo nivel, con lo cual consumirás más energía.

Una placa eléctrica debe estar libre de residuos, así que emplea una rasqueta para mantenerla siempre impoluta. Y limpia regularmente los filtros de la campana extractora (salvo que los filtros sean de carbono, y en tal caso sustitúyelos con la regularidad fijada por el fabricante). El filtro del lavavajillas también tiene que limpiarse regularmente, así como el tambor de la lavadora.

En la imagen, la placa de cocción con la campana integrada es el modelo WVH 92 K/1, una novedad de Whirlpool.

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