Villa Glen, una casa que fusiona lo antiguo y lo nuevo con el color como nexo de unión

Villa Glen es una casa construida en la década de 1930 en una calle ahora residencia de Toorak, Australia, rodeada de otras casas y espacios abiertos con vegetación. El proyecto rehabilita y amplía la vivienda para una consultora de arte y su familia de cinco integrantes. Con una redistribución de espacios, es la decoración de interiores la que logra esa unión perfecta entre pasado y presente, lo antiguo y lo nuevo.

El color, el hilo conductor de un proyecto que combina pasado y presente

Así es, lo antiguo y lo nuevo conviven a la perfección en esta casa, dando lugar a un estilo decorativo personal en el que el color y el arte están presentes. Lucy Clemenger Architects (Lucyclemenger.com.au) son especialistas en arquitectura y diseño interior. Ellos  se encargaron de dar sentido a este proyecto en el que redefinieron las estancias para que la distribución respondiera a una concepción más moderna. Era importante que cada espacio tuviera entidad y fuera un lugar de exhibición para la colección de arte contemporáneo australiano y asiático de los propietarios.

En la redistribución, se creó una sala de estar contigua al comedor, una nueva y espaciosa cocina abierta, un salón y una zona de trabajo. Se reubicó la escalera para conectar con la sala de juegos del primer piso, la suite principal, la terraza privada y las habitaciones de los niños.

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El salón, una estancia sosegada en verde

En cada una de las estancias de este proyecto, la decoración de interiores está encauzada a destacar las obras de arte y las esculturas. Y se logra con un juego de color basado en cada una de esas piezas. También los muebles se escogen cuidadosamente para no restar importancia al arte. En esta sala de estar el verde está muy presente como fondo en la pared para el cuadro de tonalidades suaves que la decora. En una intensidad más profunda, también aparece el verde en la tapicería del sofá.

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Un comedor con mucha mezcla de materiales y colores

El objetivo de Lucy Clemenger Architexts en esta casa era elevar lo cotidiano a través de la decoración de interiores. La piedra jaspeada, los detalles en latón, el suelo de madera de nogal en un tono fuerte y oscuro son un plus de estilo. En este comedor se dan cita todos. Las alfombras se usan para aclarar el pavimento y que destaquen más aún los muebles. Aquí, no falta la luz natural y el blanco en las paredes y carpintería. Junto a la elegante embocadura de la chimenea que preside la pared principal, otra obra de arte de gran tamaño, con varios colores que invitan a ese toque divertido de combinación de sillas alrededor de la mesa.

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Del comedor al salón

En esta imagen se ve cómo desde el comedor se accede al salón, de manera que se sucedan los ambientes de manera lógica y cómoda, pero se puedan usar de forma independiente. De hecho, era importante en la rehabilitación lograr espacios amplios que permitiesen reunir a grandes grupos. Y esto también se buscó en la conexión con los jardines, para poder aprovecharlos con reuniones cuando el tiempo lo permitiese.

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Cocina con salón informal

Delante de la cocina, delimitada por una gran isla rectangular, se crea otra zona de estar a modo de saloncito informal con chimenea. Desde este punto, en esta imagen, se ve el acceso al comedor y desde este, un poco más al fondo, al salón principal. Los vanos se suceden y dejan ver los planos de arte. Al mismo tiempo, en la zona de la cocina, una bonita puerta doble corredera de madera con tirador en latón da paso a otra zona de distribución de la vivienda.

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La gran cocina, repleta de elegancia

El veteado predominante del mármol usado en el revestimiento de la gran isla central y en el antepecho de la zona de trabajo concede elegancia a la cocina, resuelta con un frente adosado a la pared y la isla. Esta se convierte en una zona de almacenaje y preparación muy valiosa, al tiempo que crea una zona de barra confortable para cuatro personas. Sobre esta, una lámpara de diseño minimalista en latón que enlaza con el detalle de las puertas correderas.

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Detalle de los revestimientos de la cocina

Los muebles se resuelven con frentes lisos en color blanco, sin tiradores para que todo resulte más limpio y continuo, y se abren en puntos estratégicos en estantes que rompen con la sencillez y aportan matices con sus colores y acabados. Si en un primer vistazo la cocina puede parecer sencilla, al mirar con detenimiento se observa cómo se ha jugado con los acabados para crear movimiento y enriquecer la estancia, que goza de un gran ventanal que llena de luz el espacio.

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Una zona de paso con vistas a los distintos ambientes

"Una característica destacada de la redistribución es la introducción de nuevas aberturas entre los espacios, proporcionando líneas de visión entre espacios y el arte", indican desde Lucy Clemenger Architects. Inspirándose en los interiores art déco de la década de 1930 y, en particular, "en la policromía arquitectónica de Le Corbusier, los interiores combinan paletas de colores armoniosos con detalles contemporáneos", añaden. Aquí se aprecia esa conexión en una zona de paso con escalera que acceder al piso superior donde se encuentran los dormitorios.

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La habitación de estudio

Dos puertas con cuarterones de cristal permiten cerrar el espacio para trabajar sin perder la conexión visual con el resto de la vivienda. La luz es una máxima muy aprovechada en cada estancia. A través de la ventana, los espacios interiores conectan con las zonas ajardinadas que rodean la vivienda. Aquí el blanco predomina en el mobiliario adosado a las paredes, que de alguna manera se mantiene en un segundo plano respecto a la mesa de trabajo, que ocupa una posición central.

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El dormitorio principal tipo 'suite'

Espacioso, luminoso y sencillo. Sin artificios. El mobiliario busca decorar sin llenar. Las paredes lisas en color blanco son el lienzo idóneo para componer un espacio de mínimos que cobra sentido a través del color. En estas imágenes se aprecia el tamaño de la zona de descanso y cómo conecta con el baño integrado.

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Baños con notas en color

Y si el color es precisamente el hilo conductor en toda la vivienda, junto con el arte, en el baño este no desaparece, sino que con azulejos y baldosas atrevidas se personaliza el ambiente. Como ejemplo, este cuarto de baño con ducha donde la pared en diferentes tonalidades de rosa levanta el conjunto en piedra y blanco. No faltan los detalles en latón a través de la grifería ni la luz natural que se cuela aquí por el tragaluz del techo de la ducha.

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