Los consejos más prácticos y efectivos para organizar la sala de estar

La sala de estar es el centro del hogar. Uno de los espacios de la casa en los que más tiempo pasamos, por lo que es importante que sea cómodo y acogedor. Para eso, además de decorar esta zona de estar a nuestro estilo, hemos de mantenerla limpia y recogida. Aquí tienes algunas claves fundamentales para lograrlo.

Una estancia complicada

Es el corazón de la casa, probablemente la zona de tu hogar en la que más tiempo pasas cada día. Eso supone un reto, ya que es mucho más difícil mantener el orden y la limpieza en la sala de estar o en el salón en el que descansas, trabajas o te entretienes.

Cuanto más se usa un espacio, tanto más cuesta que esté recogido. Sin embargo, sí es posible seguir unas pautas que te ayuden a paliar el desorden y a hacer de tu sala de estar un lugar habitable y cómodo.

Para empezar, hay que tener claras las dos tareas que la sala de estar impone como esenciales: ordenar y limpiar, y no necesariamente en este orden. Cuando el espacio es un caos, es mejor llevar a cabo ambos trabajos de forma simultánea. Libérate de todo aquello que sobra en tu salón y limpia a conciencia. Después, concéntrate en mantener el orden, lo que te facilitará la limpieza en el futuro.

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¿Cómo y con qué frecuencia hay que limpiar?

Bego, La Ordenatriz (@La_Ordenatriz), especialista en orden y limpieza, nos cuenta en su libro “Limpieza, orden y felicidad” (Ed. Planeta) que existen distintas rutinas de limpieza que debemos implementar en la sala de estar.

Para ella es importante llevar a cabo una limpieza rutinaria dos veces a la semana, en la que tratemos de eliminar el polvo, “ese enemigo pesado e insistente que hay que combatir con paciencia y buen humor, porque, hagas lo que hagas, siempre vuelve”. Limpia muebles y superficies comenzando por la parte superior y trabajando hacia abajo con un plumero sintético o una bayeta de microfibra húmeda. Termina aspirando sofás y alfombras, y también el suelo. Después puedes pasar una mopa humedecida con agua.

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¿Cuándo programar la limpieza general?

Además de la limpieza rutinaria, La Ordenatriz nos recomienda hacer en la sala de estar una limpieza a fondo al menos dos veces al año.

El cambio de estación al entrar en el otoño y en la primavera son los mejores momentos para llevar a cabo esta limpieza general. Es entonces cuando debemos dedicarnos a dejar impecable aquello que normalmente pasamos por alto por falta de tiempo: techos y paredes, lámparas, ventanas (que no los cristales, ya que estos necesitan más atención), interruptores, etc.

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Elige muebles funcionales

Para decorar una sala de estar es importante buscar el equilibrio entre el diseño y la funcionalidad. En este tipo de espacios que se viven con tanta intensidad necesitamos muebles prácticos como los que son multiusos y cumplen varias funciones.

Busca mesas o pufs con espacio interior para guardar, sofás extensibles que aportan un plus de comodidad, mesas de centro que se elevan para improvisar una pequeña zona de comedor, etc. Explora soluciones que te hagan la vida más fácil.

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Simplifica la decoración

Sea cual sea el estilo de tu sala de estar, lo mejor es apostar por una decoración sencilla, sin demasiados accesorios que compliquen el orden y la limpieza, ya de por sí complejos, de esta estancia.

No se trata de dejar las estanterías vacías, ni de que parezca que te encuentras en plena mudanza. Más bien la clave está en apostar por soluciones prácticas, como no pasarse con los complementos o elegir textiles fáciles de limpiar. Haz grupos de tres objetos decorativos y no te excedas para evitar el desorden.

Un consejo: apuesta por vitrinas en lugar de dejar las estanterías abiertas. Las puertas de cristal protegen tus cosas del polvo y la limpieza se facilita bastante.

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Acierta con la paleta de colores

Elegir con sentido los colores de la decoración de un espacio es una herramienta efectiva para lograr un estilo armónico y equilibrado, que tenga cierta cohesión.

Es buena idea apostar por una paleta de colores neutros, ya que aportan calma y serenidad y contribuyen a que los espacios parezcan más amplios y desahogados. Puedes poner algunos toques de color que añadan personalidad a los ambientes, en determinados complementos o en textiles como los cojines del sofá.

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Busca sitio para guardar tus cosas

Las personas ordenadas tienen una máxima que cumplen a rajatabla: “Un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio”. Ahora es el momento de hacer tuya esta frase.

Después de hacer limpieza y seleccionar todo aquello con lo que vas a quedarte, busca un sitio para guardar cada cosa. No escondas los objetos y dedícate a encontrar ese espacio en el que guardarlos de forma definitiva. Si no lo encuentras, igual significa que ese objeto no debe estar en tu sala de estar (y a lo mejor tampoco en tu casa).

Destinar para cada objeto un lugar donde guardarlo te permitirá saber dónde está siempre y encontrar lo que buscas a la primera. Es fundamental para mantener la sala de estar adecuada.

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Esconde los dispositivos electrónicos

Los mandos de la TV, las tablets, las consolas, el portátil, los cargadores de todos estos dispositivos… Tener todas estas cosas desparramadas por el cuarto de estar no favorece el orden ni el equilibrio visual. Por eso es importante mantener este tipo de elementos a mano, pero fuera de la vista.

Hazte con una de esas bandejas que tienen un cargador inalámbrico para colocar los móviles: los tendrás controlados mientras se carga la batería. También es buena idea que busques una cesta para guardar cargadores y demás accesorios electrónicos, así como una caja decorativa para colocar sobre la mesa de centro y en la que guardar los mandos a distancia.

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Que no te falte un cajón de sastre

Puede ser una caja grande, el cajón de un mueble o uno de esos contenedores de fibras vegetales tipo cesta que son tendencia. Busca un lugar que te sirva para reunir todo aquello que no sabes dónde ni cómo guardar, pero que tampoco quieres tirar.

No se trata de tener un contenedor en el que esconder el desorden, sino que debe ser una solución temporal para esas cosas difíciles de ordenar. De hecho, la clave está en vaciarlo cada cierto tiempo.

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