Además de plantas de flor para rocallas y parterres, de especies tapizantes y de algún que otro árbol, un jardín que se precie ha de contar también con arbustos decorativos como, por ejemplo, el plumbago. Se trata de una planta perenne que se mantiene vistosa todo el año y que, además, hace gala de una bella floración muy duradera. Hazle un hueco en tu jardín y disfruta de su belleza y su alegría.
Una planta arbustiva para decorar el jardín
Hay muchos motivos por los que merece la pena plantar plumbago en el jardín. No solamente se trata de una planta de fácil cultivo, sino que, además, es perenne por lo que mantiene su frondosidad y su verdor durante todas las estaciones del año.
El plumbago es una planta de porte arbustivo, trepadora, cuyo crecimiento es algo caótico. Sin embargo, si lo controlas ligeramente a través de tutores y podas esporádicas conseguirás que resulte de lo más decorativa.
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Elige tu especie favorita
El plumbago pertenece a la familia de las plumbaginaceae, un grupo variado que engloba en torno a 20 especies diferentes. Aunque comparten la mayoría de las características y se cuidan de forma similar, se distinguen por el color de las flores que en ocasiones varía de unas especies a otras.
El jazmín azul (Plumbago auriculata) es una de las especies más comunes en los jardines españoles, si no la más habitual. Se trata de una planta de tallos leñosos originaria de Sudáfrica. Desde julio hasta diciembre se llena de preciosas flores azules, de pequeño tamaño y cinco pétalos cada una, que se agrupan en vistosos racimos.
Esta variedad de plumbago es muy sencilla de cultivar. Si el entorno es cálido, ya tiene casi todo lo que necesita para crecer feliz y florecer con abundancia.
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Otras variedades que merecen la pena
El jazmín azul o Plumbago auriculata no es el único que podemos plantar en el jardín. Otra opción interesante es el Plumbago rosea o indica, que se diferencia del primero por el color de las flores que, en este caso, son de un color rojo intenso muy bello y especial, mientras que las hojas son pequeñas y ovaladas.
También destaca el Plumbago europaea, un arbusto de hoja perenne y color verde oscuro que crece de maravilla en entornos secos. Sus tallos son leñosos y las flores se agrupan en espigas muy ornamentales.
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En busca del lugar perfecto
El plumbago es una planta fácil que resulta perfecta para jardineros principiantes, por lo que no debes preocuparte si no tienes experiencia en el cuidado del jardín. Si le das los cuidados que necesita, los cuales vamos a repasar a continuación, no tendrás ningún problema.
- El plumbago no soporta el frío intenso, por lo que al llegar el invierno tendrás que protegerlo en lo posible. Puedes hacer un acolchado con mantillo que resguarde las raíces del frío.
- Asegúrate de que lo ubicas a pleno sol, ya que necesita mucha luminosidad para crecer bien.
- Plántalo en maceta dejándola fuera en el exterior.
- Coloca algunos tutores para que crezca de forma ordenada.
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Le gusta la humedad y el riego abundante
Aunque es una planta muy resistente al calor (lo que de verdad no soporta es el frío), el plumbago necesita bastante agua en forma de riego, entre otras. Esto se acentúa aún más en verano, cuando las temperaturas suben en el termómetro y hace mucho más calor.
Riega tu plumbago de manera abundante, dejando secar la tierra entre aporte y aporte de agua. Por otro lado, esta planta necesita bastante humedad ambiental y para solucionarlo conviene pulverizarla a diario hasta que nazcan sus bellas flores.
Un consejo: vigila los encharcamientos porque no los tolera. Lo mejor es proporcionarle un sustrato con un buen drenaje que evite que el agua se acumule.
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Favorecer y controlar su crecimiento
Aunque el plumbago es una planta que apenas demanda cuidados, sí es cierto que se beneficia de ciertas pequeñas atenciones que queramos darle. Como, por ejemplo, proporcionarle una dosis de abono cada dos semanas durante el verano, que es la época de crecimiento de la planta, y es cuando necesita más energía. Utiliza un fertilizante específico diluido en el agua de riego. Una vez el verano toque a su fin, debes dejar de abonar tus plumbagos.
Otra tarea que debes realizar es la de podar tu plumbago para tratar de controlar su crecimiento y darle cierta forma a la planta. Hazlo cuando acabe la floración, algo que sucederá más tarde o más temprano en función de la especie. Una vez ya no tenga flores, corta los tallos leñosos del plumbago, eliminando las ramas muertas y las que están dañadas.
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¿Cómo puedes multiplicar el plumbago?
Si ya llevas un tiempo cultivando plumbago en tu jardín seguro que te gusta tanto que habrás pensado en multiplicarlo para poder disfrutar de nuevas plantas. Para hacerlo existen dos procedimientos bastante efectivos: hacerlo mediante semillas o mediante esquejes.
Si optas por el primer método, lo tendrás más o menos fácil. El plumbago es una planta que germina sin demasiados problemas, por lo que multiplicarlo a partir de semillas es una buena idea.
Hazlo en primavera, cuando ya el clima no sea tan frío. Entierra unas cuantas semillas en el sustrato y humedece el terreno con agua. Puedes diluir en ella previamente una dosis de un fungicida para evitar la aparición de hongos.
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Multiplicar el plumbago mediante esquejes
También es una buena alternativa para multiplicar tus plumbagos. El verano es la mejor época para llevar a cabo esta técnica. Solo tienes que cortar tallos de entre 8 y 10 cm aproximadamente, haciendo un corte en diagonal, justo debajo de un nudo.
Quita las hojas inferiores y planta el esqueje en una maceta con sustrato, riega y mantén la tierra húmeda hasta que eche raíces (aproximadamente un mes).
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Una planta con buena salud
Dado que el plumbago es una planta bastante fuerte y resistente, no se ve afectada por demasiadas plagas y enfermedades, aunque no está exenta de sufrirlas.
De hecho, en ocasiones se ve afectada por el ataque de ciertos insectos, o por algunas enfermedades, que pueden comprometer su salud. Para evitar que esto suceda es conveniente saber cómo podemos actuar ante cualquier problema que pueda sufrir nuestro plumbago.
- Pulgón: es una de las plagas que pueden afectarle. Estos insectos chupan la savia de sus hojas y tallos y provocan que la planta se marchite en poco tiempo. Por eso es importante actuar rápidamente aplicando un insecticida específico, ya sea natural o no. Además del pulgón, pueden afectar al plumbago la mosca blanca y la cochinilla.
- Además de insectos indeseables, los plumbagos pueden verse afectados por hongos como el oídio, que cubren las hojas con un polvillo gris muy desagradable. En cuanto lo detectes, debes buscar la mejor solución: suele ser aplicar un fungicida con base de azufre hasta que los hongos desaparezcan.
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