Zonas de trabajo en casa para teletrabajar, para escribir si es tu hobby, para repasar facturas y papeles o para estudiar esa oposición que estás preparando. El uso que le des, depende de tu necesidad concreta. Pero si en tu caso, un espacio para estudiar o trabajar en casa es imprescindible, hazlo a conciencia y evita estos errores (que se repiten con frecuencia).
Comodidad, primordial en una zona de trabajo
Los elementos principales de una zona de trabajo son el escritorio o mesa y la silla. Luego se añaden accesorios como la iluminación o muebles auxiliares que favorecen la organización alrededor. En los elementos principales la comodidad y el bienestar han de primar sobre la estética (y no son cuestiones reñidas). Un error es quedarse solo con lo más bonito y no pensar que las horas que pasamos en este ambiente pueden pasar factura a nuestra espalda si los elementos no son adecuados en tamaño, ergonomía, etc. Invierte en tu salud. En la imagen, un rincón con muebles clásicos y una alfombra de la colección Michael Chan de The Rug Company.
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En cuanto a cómo han de ser silla y mesa…
En la zona de escritorio es un fallo no prestar atención a los materiales de estos dos elementos. O sí hacerlo en el caso de la mesa pero no de la silla. Ambos muebles serán más o menos resistentes al uso en función de su diseño y materiales. Así que elige los más resistentes si prevés un uso intensivo. En el caso de la mesa es fundamental que sea estable y que el sobre resista el desgaste que provoca el roce de los brazos apoyados en el borde. En cuanto a la silla, es importante atender al tipo de asiento (tamaño y densidad), el material y la ergonomía. Rincón de trabajo proyectado por aanda + HYCArch.
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Error al planificar: no escoger un lugar concreto
Concreto y siempre el mismo. Lo de trabajar hoy en el salón y mañana en el dormitorio no ayuda a establecer rutinas de concentración. Además, esto puede provocar el efecto "colonización" de toda la casa, con papeles esparcidos por aquí y por allá. Evita este error al planificar una zona de trabajo y separa ambientes. Aunque un escritorio esté integrado en otro espacio, que el rincón sea una unidad en sí que se respeta según el uso que se hace. Proyecot de SIKORA Interiors.
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No te olvides de la decoración
Aunque la zona de trabajo es un espacio muy funcional y práctico, con un uso concreto; es un error olvidarse de la parte más decorativa. Un tono en la pared, una alfombra, plantas, las lámparas que crean ambiente, papel pintado o una sugerente composición de láminas en la pared… Hay que crear un ambiente tranquilo y estos elementos ayudarán a crear la atmósfera adecuada. La decoración influirá en el rendimiento. Dale personalidad.
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No darle importancia a la luz natural
Es un error al decorar una zona de trabajo en casa no tener en cuenta que cuanta más luminosidad reciba, más confortable será su uso. Y también más inspirador y agradable. La luz natural ha de ser protagonista. Escoge cortinas que puedas correr o estores que levantar para dejar que pase. O bien cuenta con un estor que tamice y evite reflejos sobre la pantalla (hay tejidos técnicos con los que lograr este efecto, como el screen). Los muebles y colores de las paredes también pueden potenciar la luz al reflejarla. Proyecto ideado por RQH Studio.
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No pensar bien en la iluminación artificial
La que se necesita cuando se trabaja o estudia al atardecer en invierno o por la noche. Incluso a primera hora de la mañana durante los meses más fríos. Es necesario que la lámpara proyecte el haz de luz adecuado y que su posición evite reflejos y sombras. Las lámparas de sobremesa, flexos o apliques ocupan sobre la mesa. Si esta es pequeña, opta por un aplique de pared o lámpara de pie tipo flexo junto al escritorio. Diseño de Valdivieso Design.
¿Dónde ubicar la zona de trabajo? Errores al hacerlo en el dormitorio
Lo ideal es que la zona de trabajo no se encuentre en el dormitorio para no asociar descanso y trabajo. Pero cuando no queda más remedio, es importante planificar una distribución que, al menos, evite que se vea el ordenador desde la cama. Una buena opción es la parte trasera del cabecero. Adosar la mesa y así crear un rincón de trabajo y estudio que queda, en cierta manera, independizado en el mismo espacio. Espacio de Terra del Sole vía Ritmonio.
Error: no escoger el tamaño de la mesa según el uso
Es un error al decorar una zona de trabajo en casa no adecuar el tamaño de la mesa al espacio y al uso que se hace de ella. Si trabajas puntualmente con un portátil no precisas de una mesa demasiado grande (bastan 50 cm de fondo). Así ganas espacio en el resto del ambiente. Pero si trabajas habitualmente, es necesario crear un puesto con más holgura (mínimo 60 cm). Este agradable espacio de trabajo y estudio, con una mesa adaptada al hueco del mueble a medida, es una propuesta de Raquel González Interiorismo con estilismo de Cristina Rodríguez Goitia.
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¿Quién va a trabajar en el espacio creado?
No es lo mismo diseñar una zona de trabajo para una persona que para dos. Ni un espacio que vaya a ser usado por dos personas, aunque nunca al mismo tiempo. Si son dos, hay que tener en cuenta el espacio para que cada uno pueda trabajar sin molestar al otro. Puede ser un escritorio en línea o con los puestos en L o enfrentados, en función del tamaño de la estancia. Pero siempre, cuenta con al menos 60-70 cm de ancho para cada puesto. Sin olvidar que hay que tener en cuenta si se usan papeles además de ordenador, si este es portátil o sobremesa, si hay dos pantallas… en el caso de una misma mesa que será usada para teletrabajar por dos personas diferentes, aunque en días distintos, el escritorio ha de contar con lo necesario para organizar las cosas de dos y poder guardarlas.
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No pensar en los muebles auxiliares
Esto es otro error que se comete al planificar la decoración de una zona de estudio y trabajo. ¡No todo queda sobre la mesa! Es importante jugar con estantes o estanterías y cajoneras que queden cerca de la mesa, incluso con acceso directo mientras la persona está sentada. En función de lo que se necesite almacenar, serán necesarios más o menos cajones y espacios abiertos o con puertas. Incluso, planifica algún espacio para relajarte, donde puedas madurar ideas o descansar; con un mini sofá o butaca.
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