Los gladiolos son uno de los bulbos más preciados por la increíble y elegante belleza de sus flores, que podemos encontrar en gran diversidad de colores. Su porte alargado los hace perfectos para decorar cualquier jardín, pero también se pueden cultivar en maceta. Muy preciada por los amantes de la jardinería, estos bulbos son fáciles de cuidar y llenarán de color cualquier rincón de tu zona exterior. Esto es todo lo que debes saber sobre los gladiolos y sus cuidados.
Características de los gladiolos
Los gladiolos son una planta de exterior con flor con más de 250 especies y casi 10.000 variedades, lo que los convierte en una de las plantas más variadas que podemos cultivar en nuestro jardín. Esto hace que puedas encontrar gladiolos de distintos tamaños, con flores más o menos pequeñas y más o menos vistosas. De hecho abarca todo un género de bulbos de la familia Iridaceae. Los gladiolos son bulbos perennes que pueden llegar a alcanzar hasta un metro de altura, dependiendo de la variedad. Cuentan con escasas hojas, de forma plana y con los nervios paralelos. Sus flores, que se agrupan en espiga, pueden ser de muchos colores, desde tonos cálidos entre rojizos, anaranjados o amarillos, también blancos, o tonos más fríos como violáceos o morados.
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Curiosidades de los gladiolos
Su nombre procede del griego ‘gladius’ y significa espada, debido a su porte alargado y erecto. Es originaria del sur de Europa y del sur de África, así como de Oriente Próximo. Su cultivo se popularizó en Europa en el siglo XVIII.
Los gladiolos son flores son muy utilizadas en arreglos florales y ramos y puedes decorar tu casa con ellos. Para ello, corta los tallos en bisel y ponlos en agua cuanto antes. También se conservarán mejor si los mantienes a una temperatura fresca y los pulverizas con agua fría.
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Cuánta luz necesitan los gladiolos
Los gladiolos necesitan alrededor de 12 horas de luz diaria directa para poder florecer. En ubicaciones de sombra no lo harán, mientras que si están en semisombra, lo harán también en menor cantidad y profusión. Ahora, aunque estos bulbos aguantan bien al sol directo en climas templados, en climas cálidos, en las horas de más calor, lo ideal es protegerlas con una tela de sombra, especialmente los días más calurosos.
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El riego de los gladiolos
Durante las primeras etapas de crecimiento, el riego de los gladiolos debe ser abundante, evitando que el suelo se seque por completo. Después el riego debe ser moderado, prestando especial atención a no encharcarlo. Por eso es también importante que la tierra drene bien. Recuerda que, si mantienes la tierra húmeda, los gladiolos ofrecerán una floración más abundante y sus flores serán más grandes. Una falta de agua (igual que de sol) podría provocar que tus gladiolos no florezcan o que sus flores sean muy pequeñas.
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Cuál es el mejor sustrato para los gladiolos
Los gladiolos no son muy exigentes en cuanto al tipo de sustrato que necesitan para crecer y se adaptan con facilidad a cualquier tipo de tierra. Pero si quieres darle las mejores condiciones de crecimiento a tus gladiolos, elige uno arenoso y que drene bien.
En cuanto al abono, lo más adecuado es hacerlo cuando la planta cuenta ya con unos 25 cm de altura, así como al inicio de la floración. Asimismo, es importante mantener la tierra de los gladiolos libre de malas hierbas, ya que estos bulbos no son buenos compitiendo por los nutrientes.
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Otros cuidados de los gladiolos
Una de las cuestiones a la que debes prestar atención en el cuidado de los gladiolos es relación a la temperatura. Así, mientras aguantan bien las temperaturas altas, no toleran las heladas. Aunque lo ideal es mantenerla en entornos con temperaturas entre los 10 y los 25 °C.
Ten en cuenta también que las especies más altas necesitan entutorado para no doblarse.
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Cómo plantar y multiplicar los bulbos de los gladiolos
Los gladiolos se desarrollan a partir de bulbos que se plantan a principios de primavera. Si quieres alargar su floración, puedes plantarlos escalonados. Plántalos en un suelo bien drenado, rico en nutrientes y al que se le haya aplicado un fungicida para evitar que lo ataquen los hongos.
Planta los bulbos a unos 8 centímetros de profundidad y con una separación entre ellos de unos 30 cm y con la punta hacia arriba. Si están en maceta, es importante asegurar un compost rico en materia orgánica. Asimismo se recomienda no plantar nada más cerca, ya que se trata de una planta muy territorial y que se desarrollará mejor si no tiene otras especies cerca.
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Cuándo florecen los gladiolos
Los gladiolos comienzan su floración a principios del verano y la mantienen hasta entrado el otoño. Uno de los trucos de jardinero para contar con bulbos durante toda la temporada es hacer la siembra de los bulbos escalonada, desde la última helada y hasta la primera semana del verano. Planta dos o tres cada semana, de manera que siempre contarás con varios en flor durante los meses cálidos.
Un consejo: cambia los bulbos de ubicación de un año para otro, de manera que la nueva tierra estimule su crecimiento. También puedes dejarlos descansar un año.
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Enfermedades y plagas de los gladiolos
Al igual que otras plantas de exterior, los gladiolos pueden verse afectados por ciertas enfermedades y plagas, como trips que provocan decoloraciones en las hojas y flores, así como pulgones y babosas. También pueden verse atacados por moscas del bulbo y del narciso y por los áfidos del bulbo.
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