La ropa interior son las prendas que más sufren en el día a día y que más lavamos. Por eso, también, su tiempo de uso puede verse reducido. Y más si no hacemos la colada como es debido. Prendas encogidas, puntillas deshilachadas, ropa interior dada de sí o calcetines de los que no se va el mal olor pueden ser algunas de las consecuencias. Para que tu ropa interior te dure más (la de diario y la de las ocasiones especiales), te damos algunos consejos según la prenda.
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Cómo lavar los calcetines
Un mal lavado de los calcetines, puede provocar que acumulen malos olores o que cojan las antiestéticas bolitas que harán que los retires de tu armario mucho antes. Lo primero que debes hacer es separar los calcetines según el tejido y el color para lavarlos con prendas similares. Así, no debes mezclar los calcetines de vestir con los blancos, que suelen soltar pelusas, así como las toallas o jerséis. Cuando hayas seleccionado los diferentes tipos, dales la vuelta para ponerlos del revés, así evitarás que se acumulen las pelusas. Después elige un programa con agua fría y para ropa delicada, especialmente si son calcetines de vestir, ya que protegerás la integridad de las fibras de los tejidos.
Ahora, si son blancos y están muy sucios, nuestra recomendación es que los pongas primero en remojo con un poco de detergente y vinagre de limpieza.
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La mejor manera de lavar los sujetadores
De toda la ropa interior, los sujetadores son los que más pueden sufrir en el lavado. Y es que, tanto si tienen aros o relleno como si no, pueden deformarse, haciendo que después no queden bien. Además, también pueden perder el color o encoger.
Lo primero que debes saber es cada cuánto lavar los sujetadores. No hay que lavarlos a diario. Lo ideal es hacerlo cada tres o cuatro usos. Ahora, si has sudado mucho o se trata del sujetador deportivo, sí que se recomienda lavar con mayor frecuencia.
Para lavar los sujetadores mételos en remojo con jabón delicado y aclara bien. Después, escurre con delicadeza sin apretar demasiado. Si lo haces, que sea sin deformar la prenda. Ahora, no todos los días hay tiempo para lavar la ropa a mano, así que si no te queda más remedio que meterla en lavadora, hazlo en una bolsa de tela y con un programa para ropa delicada y un centrifugado suave.
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Cómo lavar las braguitas y calzoncillos
Comienza separándolos por colores para que no destiñan el resto de la colada o cojan color. Si llevan estampados o están decoradas de alguna manera, ponlas en una bolsa de tela o de rejilla para evitar que se estropeen. Mételas en la lavadora y pon un programa a unos 30 o 40 °C. Lo habitual es lavar las braguitas y calzoncillos en la lavadora, aunque si son tejidos delicados, mejor que lo hagas a mano.
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Cómo lavar la lencería con encajes
La lencería con encaje tiene esa belleza que nos encanta y sienta tan bien. Destacan también por su delicadeza y agradable tacto. Por eso mismo, su cuidado merece una atención especial para que no se estropee. Lo primero es consultar siempre la etiqueta para ver las condiciones de lavado. En cualquier caso, lo más adecuado es lavarlas a mano, con un detergente para prendas delicadas y evitando frotar mucho. Ahora, si las metes en la lavadora, hazlo siempre en una bolsa de tela, de manera que evitarás que se enreden o estropeen con estar prendas.
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Así debes lavar las medias o pantis
Las medias son una prenda muy delicada que tendremos que retirar de nuestro armario ante cualquier enganchón. Por eso, debes tener especial cuidado al lavarlas. Para hacerlo, ponlas en remojo y enjabónalas con un detergente o jabón delicado. Después frota suavemente por toda la longitud de la media. Enjuágalas bien y retuércelas para quitar los restos de agua. Después sécalas un poco con un paño limpio y que no deje pelusas (especialmente si son de color). Después tiéndelas lejos de una fuente de calor.
Un consejo: cuando las vayas a dar la vuelta o doblar, usa unos guantes para no enganchar las uñas al hacerlo.
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Antes de estrenar…
Lava siempre la ropa interior después de comprarla. Primero porque es un poco antihigiénico tanto si son bragas, calzoncillos o tangas, pero lo mismo con los sujetadores. Piensa en toda la gente que la toquetea aunque no la compre. Además, también acumulan bacterias, polvo y suciedad. Y segundo porque normalmente, los tejidos suelen venir con los aprestos para dejarlas más bonitas y atractivas, como tintes y otros químicos. Esto es especialmente recomendable para personas con alergias o dermatitis.
Un consejo: antes de lavarlas por primera vez, comprueba la etiqueta, ya que te permitirá saber si la puedes meter en la lavadora, a qué temperatura, si se puede usar suavizante…
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Cómo tender la ropa interior
Para secar la ropa interior, evita tanto el uso de la secadora como colocarlas en el radiador u otra fuente de calor. El calor puede estropear las fibras, ya sea la goma elástica de los calzoncillos o los calcetines, el encaje en la lencería o el estampado de tu braguita. En su lugar, deja que se seque en el tendedero, preferiblemente al aire libre y a la sombra.
En cuanto a los sujetadores, tiéndelos por la mitad, ya que si los tiendes por los tirantes o de uno de los lados se deforman. Y si las prendas son de encaje, colócalas en horizontal. Con pinzas o de una cuerda, se deformarán con el tiempo.
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Cómo doblar y guardar la ropa interior
Tener los cajones de la ropa interior ordenados, nos facilitará la tarea de vestirnos por la mañana. Por eso es importante cómo doblas las prendas y cómo las guardas:
- Los calcetines: extiende el par de calcetines. Mete el talón hacia dentro del calcetín y dóblalo en tres partes, haciendo una especie de paquetito. Mételos en vertical en un cajón.
- Las braguitas y tangas: extiéndelas sobre una superficie con la parte trasera hacia arriba. Dobla los laterales hacia el centro y la parte inferior hacia arriba, de manera que pase por encima de la parte superior. Encaja después el sobrante dentro la braguita o tanga para que no se desdoble cada vez que cojas una del cajón. Guárdalas en vertical.
- Los sujetadores: abrocha el cierre del sujetador y coloca los tirantes hacia el interior de la copa. Después, guárdalos extendidos en el cajón.
- Las medias: extiéndelas bien y dales la vuelta si no lo has hecho (mejor si te pones un guante para que no se enganchen con las uñas). Coloca también bien la zona de la puntera y el talón. Dóblalas por la mitad y comienza a doblar hacia la cinturilla a partir del talón, haciendo un rulo. Guárdalas con cuidado en el cajón, de manera que no se enganchen con nada.
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