Si quieres convertir tu jardín es un ‘spa’ de un hotel de lujo de Malawi, Mauricio o las islas Cook, tres de los destinos paradisiacos por excelencia, y no sabes por dónde empezar, estas ideas de decoración te ayudarán a conseguirlo. En función de las dimensiones y la ubicación, puedes adoptar todas o elegir solo aquellas que te falten o encajen bien. Este proyecto de Natalia Zubizarreta es una buena prueba de cómo la decoración del jardín, donde no falta una ducha exterior doble, una piscina, tumbonas, un ‘jacuzzi’ y un porche para vivir, es capaz de lograr una atmósfera relajante y apetecible, que te haga olvidar que el verano está a punto de acabar.
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Un ‘jacuzzi’
Se trata de esa pieza que convertirá al instante tu jardín en un templo de relax. Además, resulta más económico que una piscina, salvo las hinchables, puedes disfrutarlo también en invierno y se puede instalar en la terraza. Lo ideal es elegir un modelo portátil, como este de Kinedo, ya que no requiere obra, son desmontables y no ocupan demasiado, mientras que los empotrables implican trabajos de albañilería y electricidad. Para una perfecta instalación, asegúrate de que el suelo sea plano y liso y dejar un espacio de, al menos, 50 cm para una circulación cómoda por todos los lados. En cuanto a la ubicación, elige un lugar estratégico preferiblemente a la sombra, bajo los árboles, una pérgola o pon una sombrilla cerca.
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Una ducha
Tan práctica como apetecible, es ideal para refrescarse después de un tiempo al sol o quitarse la arena de la playa y la sal del mar, pero, además, puede brindarte un momento de relax, especialmente si tiene agua caliente y posee algún efecto, o usarse para el aseo si tienes hijos pequeños. Sin olvidar que, en muchas ocasiones, puede sustituir a la piscina, si tu jardín es pequeño o se trata de un patio. Ante todo, debe ser bonita e integrarse en el entorno, como ocurre en esta propuesta donde la grifería de FIR Italia en color grafito oscuro se ha encajado en una estructura de piedra autóctona de la zona. También debes decidir si la quieres de suelo o de pared, el material y elegir una buena ubicación, soleada y con un desagüe cerca.
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Una tumbona
Donde darte un masaje o simplemente relajarte o echarse la siesta. Las tumbonas son una de las piezas imprescindibles en la decoración de jardines y terrazas, sea cual sea su tamaño. Para que funcione, búscale una buena ubicación, mejor con vistas, y elige un diseño cómodo y resistente, como este de Talenti, para que pueda vivir al aire libre sin problemas de adaptación y soportar las duras condiciones del exterior.
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Una piscina con cascada
Esta propuesta logra que disfrutes de un 'spa' de lujo sin salir de casa y proporciona un agradable aire paradisiaco. Existe una gran oferta de chorros que van desde las cascadas de diseño, relax, cañones de agua para masajes hasta efectos contracorrientes que te permiten nadar kilómetros sin moverte, ya que el chorro de aire que expulsan nos mantiene en el sitio. A la hora de su instalación, puedes hacer un ‘spa’ integrado con chorros instalados en la escalera o adosado a la piscina.
Una cama XL
En este ambiente no habrá otoño que se te resista, ya que querrás disfrutar del jardín y de esta cama con dosel, concretamente, todos los días del año. Este proyecto, obra de Toni Espuch de AzulTierra, brinda un lugar para relajarse y descansar en el mejor ambiente posible. Situada en Ibiza, la vegetación autóctona de la zona, la madera y los materiales naturales contribuyen también a este propósito de paz y serenidad en el mejor lugar del mundo: ¡tu casa!
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Una fuente
El sonido del agua resulta, en muchas ocasiones, tan relajante como un baño y proporciona, sin duda, un gran bienestar. Además, es perfecto para crear una atmósfera zen, donde desconectar y sentirse relajado, incluso si vives en la ciudad, ya que hay fuentes de todos los tamaños y diseños. Para el paisajista Fernando Pozuelo es un elemento clave en el jardín o la terraza, ya que “refresca y da un movimiento acústico muy agradable”.
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Una luz que acompaña
Lo bueno de convertir tu jardín en un ‘spa’ es que puedes usarlo tanto de día como de noche. Para ello, la iluminación exterior debe no solo iluminar correctamente las diferentes zonas, sino también contribuir a diseñar una atmósfera que te haga desear un baño nocturno. Además de apliques y lámparas de techo, no dudes en recurrir a luminarias de suelo, velas y antorchas. En este ambiente de Leroy Merlin, la piscina Formentera es todo un acierto, ya que, además de tener una superficie desbordante, incluye iluminación led, que invita a zambullirse en mitad de la noche. Sus colchonetas a los lados son todo un acierto.
Un rincón de pensar
Después de un masaje o un baño relajante, es el momento de tumbarse y desconectar. Para ello, no dudes en crear un rincón especial donde todo contribuya al relax y la calma, como ocurre en este ambiente de Dobbies. Abundante vegetación, una buena tumbona, velas y farolillos que favorecen una atmósfera zen, un cojín para reposar la cabeza… Evidentemente siempre en una ubicación a la sombra, donde corra el aire.
Una bañera al aire libre
Si quieres que tu jardín parezca un paraíso del Caribe, una bañera al aire libre te ayudará a conseguir ese aire de hotel de lujo y disfrutar de un baño relajante en el mejor lugar y sin salir de casa. La clave para que no desentone es integrarla con el resto de la decoración y el entorno, de manera que quede en armonía, como ocurre en este ambiente 100% relax. En ocasiones también es una buena idea conectarla con el interior y acotarla con biombos, celosías o cortinas que den privacidad y aumenten el encanto.
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Una piscina infinita
Las piscinas infinitas o desbordantes son un clásico de los hoteles de lujo que también puedes tener en tu jardín. Instagrameables y con impresionantes vistas, si las colocas en la casa de la playa, lograrás que se fundan con el azul del mar y hacer desaparecer el horizonte. Es muy importante que elijas una buena situación, preferiblemente alta, y con vistas al mar, un bosque, un palmeral o los rascacielos de una ciudad, ya que también pueden instalarse en terrazas. Eso sí, recuerda que su coste es algo más elevado que el de una tradicional, al igual que su mantenimiento. Pero bañarse en ellas no tiene precio.
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