El diseño de interiores de los 70’ para el comedor ha vuelto para quedarse, ofreciendo coloridos atrevidos, formas redondeadas, materiales que parecían algo olvidados un tiempo atrás... No obstante, esta década ha sido denostada por muchos por sus excesos y en pleno siglo XXI vuelve más comedido, elegante y ofreciendo una atmósfera exclusiva con aire retro. ¿Quieres aplicar este estilo de tendencia en tu comedor? No te pierdas estas claves.
En el ambiente de la imagen el interiorista Raúl Martins ofrece un aire seventies con un papel pintado geométrico de la firma francesa Casadeco, una mesa diseñada por su estudio con el sobre de Dekton y unas sillas también de su creación tapizadas con terciopelo de Güell Lamadrid.
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¿Qué nos va de este estilo retro?
Suaves y seductoras curvas, rotundas líneas rectas… En el estilo setentero todo tiene cabida, haciendo a la geometría gran protagonista y, en especial, buscando la amabilidad de las siluetas redondeadas en piezas destacadas, como la mesa Tulip de la imagen o las butacas, de Crisal. Este es un ambiente decorado por Mikel Irastorza, quien selecciona un papel pintado de la casa inglesa Jupiter10 y una escultural lámpara suspendida de Hudson Valley Lighting.
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Decoración de ayer para un comedor contemporáneo
En los últimos años estamos viendo el resurgir de los muebles cannage, que triunfan al resultar ligeros a la vista (y estando indicados especialmente en comedores pequeños). Estas sillas de rejilla, por ejemplo, proceden de Casa Viva y recuerdan en su forma a la icónica Cesca. Aparte de en asientos, en el comedor es habitual que estos entramados de fibras formen parte del frente del mueble bar o el aparador.
Otro material que pisa fuerte en la actualidad y fue típico en la década de los 70’ (en este caso para la estructura de la pieza) es el mimbre, así como otras fibras vegetales, en un elogio a lo natural sin estridencias.
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La mejor iluminación, a todas luces
Bolas, semircírculos, reproduciendo la forma de las setas… Las lámparas de los años 70 lucen formas curvy y son de los pocos objetos de medio siglo atrás que siempre han estado vigentes en decoración.
Las lámparas suspendidas de este ambiente son Växjö, de Ikea, de diseño clásico y que emiten una luz suave y sin reflejos. El comedor presenta otras piezas de aires setenteros: sus sillas en piel, el modelo Bernhard, también de la firma sueca.
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De normal a único
El estilo setentero es colorista y apuesta por los patrones divertidos que nos suben el ánimo. De este modo, una buena forma de trasladarlo al comedor es pintando una alacena, un aparador, el sobre o el pie de la mesa. En esta cajonera el dibujo es ondulante. Las pinturas empleadas son ecológicas, chalk paints de la firma Annie Sloan.
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A tope con el papel pintado
La edad de oro del papel pintado fue durante los 70’, si bien en la actualidad vive una nueva época de éxito. Si te decantas por un modelo psicodélico, entonces procura que el resto de los elementos resulten sobrios, para conseguir un resultado equilibrado, pues este tipo de diseños tienen mucha fuerza visual. En la propuesta vemos Sinon, de la firma Papeles de los 70, teñido de tonos cálidos (naranja, amarillos y marrones) y con las típicas formas abstractas de círculos y cuadrados.
Ten en cuenta que medio siglo atrás se empleaban mucho los colores pop en decoración, como el amarillo, el naranja, el rosa, el verde o el azul. De ahí que el setentero se reconozca como un estilo de lo más vital.
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También puedes apostar por un revival de los 70’ con una osada combinación de papeles pintados (Miriam Alía incluso hace que sean distintos en función de la pared y selecciona otro modelo para el techo). Aparte, se insufla mucha energía a este exquisito y singular comedor al que no le falta personalidad con la colorida alfombra de Rahmati. Este fue un espacio creado por la interiorista para Westwing, expuesto en Casa Decor.
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Vuelve a amar al terrazo
Si quieres triunfar, por mucho que te tiente no renueves el suelo de terrazo si es el que tienes, pues ofrece una gran riqueza visual, motas coloridas y un toque desenfadado que pocos revestimientos pueden conseguir. Es tal el furor por este material que muchas firmas lo fabrican en la actualidad o lo reproducen en baldosas cerámicas.
También puedes dar una pincelada sesentera con complementos de decoración de inspiración terrazo; se comercializan lámparas o jarrones, e incluso vajillas (estas bandejas y platos pertenecen a la colección Ecöh, de Sklum).
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El toque final
La artesanía está de vuelta y se cuela en los hogares actuales. Muy especialmente para dar un toque setentero al comedor puedes incorporar una preciosa decoración mural a base de cuerdas anudadas hecha por ti o adquirida. El macramé vivió su época de máximo furor en España en la década de los 70’ y está dispuesto a volverse a reivindicar en otros objetos también, como portamacetas, centros de mesa o alfombras.
En el color natural generarán ambientes muy auténticos, pero también son adecuados con las cuerdas teñidas en un color, si se pretende dar una nota más vibrante y alegre.
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Otro detalle de estilo que lucirá fantástico en un estante o sobre el aparador del comedor es un cuadro cuya gráfica se inspire en los seventies por repetir un motivo geométrico hasta el infinito y más allá, por ejemplo. Si lo prefieres selecciona un dibujo de flores, te recordamos que medio siglo atrás fue el triunfo del flower power.
En este caso es de Storigraphic, un estudio de diseño británico. En concreto la lámina la han nombrado Spaghetti Western y se trata de una edición limitada.
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