Contemplar los geranios en flor, oler los jazmines con su delicioso perfume, gozar de la estampa del girasol tornando su flor en busca de los rayos solares, tocar una lavanda y empaparte de su fragancia… pocas cosas hay tan veraniegas como todas estas experiencias sensoriales para la vista, el olfato y el tacto, ¿no te parece?
En este reportaje te descubrimos las flores más deseadas en la temporada estival, pues es cuando lucen con su máximo esplendor. Aromáticas, coloridas, vistosas, discretas… tienes un abanico de posibilidades grande donde elegir.
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Geranio
Adornando el jardín, la terraza o el balcón, el geranio (Pelargonium) es una de nuestras plantas favoritas porque es exuberante y presenta una gran abundancia de flores. Además, es muy fácil de mantener perfecto y luciendo su hermosa floración sin tener que destinarle muchos cuidados. Riégalo en verano dos veces por semana, además sitúalo a pleno sol, aunque resguardado un poco de él en las horas centrales del día.
Por otra parte, debes estar vigilante a que no le afecte la mariposa del geranio, una plaga habitual con la llegada de temperaturas superiores a los 20º C.
Leer más: Cuidados básicos de los geranios para llenar de color tu jardín
Clavel
El clavel (Dianthus) es una flor muy popular y se trata de género formado por unas 300 especies. Aunque es originario de América Central, he encontrado por estas latitudes una forma de asentarse dentro de nuestros paisajes como planta perenne o bienal (con dos años de vida).
Amante del sol, lo que no le gusta es la humedad, por lo que requiere un sustrato aireado que no retenga agua. La frecuencia de riego en los meses más cálidos es alta: hazlo en días alternos. Por otra parte, es capaz de soportar incluso los inviernos fríos. Seguro que te encanta su floración, con un solo gesto puedes alargarla más: bastará con retirar las flores marchitas.
Leer más: Claveles: características y cuidados de la flor más popular
Clavelina
La clavelina o clavel chino (Dianthus chinensis), es una de las variedades más populares de la familia de los claveles, que se caracteriza por su tamaño pequeño que da lugar a composiciones muy coquetas. De gran valor ornamental, además destaca su fragante floración presente por lo general un largo periodo de tiempo, desde la primavera hasta el otoño. La flor es diminuta, mucho más pequeña que los claveles, pudiendo alcanzar hasta 3 centímetros de diámetro como máximo y está compuestas típicamente por cinco pétalos, a menudo con un borde con volantes o en zigzag.
Es una planta que prefiere la exposición a pleno sol o ligeramente sombreada y puede soportar un rango amplio de temperaturas, si bien no conviene que se encuentra a más de 38º C. Para un resultado vistoso, conviene agrupar las clavelinas creando una mata compacta.
Leer más: Manual de cultivo y cuidados de la clavelina, una planta con un largo periodo de floración
Jazmín
Su dulce y embriagador perfume la hacen una planta única, pero además el jazmín es rústico (pudiendo soportar hasta temperaturas bajo cero), muy resistente y apenas requiere cuidados, así que sobran motivos de su popularidad para cubrir pérgolas o configurar parterres.
El jazmín es amante del pleno sol, algo comprensible dado que es originario de África y la península arábiga. También se siente cómodo en semisombra.
La variedad más típica es la denominada jazmín común (Jasminum officinale). Su temporada de floración, que dura desde finales de primavera hasta principios de otoño, es la que permite lucir esta trepadora en su máximo esplendor. Precisamente en estos meses de crecimiento y floración pide un riego abundante, cada 2 o 3 días, reduciendo el aporte de agua durante los meses más fríos. Por lo demás no es exigente con el tipo de suelo, pero sí convendrá abonarlo una vez al mes durante su floración para nutrirlo adecuadamente.
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Buganvilla
Con permiso del jazmín, la buganvilla (Bougainvillea) es considerada para muchos la trepadora del verano. Esta colorida planta cuenta con 'flores' (bueno, en realidad son brácteas, es decir, hojas distintas de la hoja normal) en tonalidades violetas, rosadas o rojizas, llenando de alegría los exteriores, como setos o cubriendo paredes.
Siendo originaria de Brasil, a esta planta le gusta especialmente el calor y el sol. Además, es tolerante a la sequía y cundo esté bien establecida requerirá agua tan solo cuando la tierra esté seca. Para evitar encharcamientos procúrale un suelo bien drenado. Así que ya ves, tiene fama de delicada pero en realidad la buganvilla es muy fácil de cuidar.
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Hortensia
La hortensia (Hydrangea) es una planta de exterior icónica en la geografía del norte de España, pues se siente cómoda con los climas suaves. Destaca porque aporta presencia y elegancia a la hora de decorar con flores cualquier jardín.
Con unos cuidados especiales se puede lograr que la hortensia florezca desde inicios del verano y hasta el otoño, presentando esas maxiflores espectaculares en multitud de colores: blancos, azules, violetas, fucsias, rosas pastel e incluso amarillos y encendidos rojos.
Aunque le gusta la luz, es mejor exponerla a sombra o semisombra que a pleno sol. Asimismo, debes regarla en días alternos durante el verano. Ten en cuenta también que necesita un sustrato ácido, con buena capacidad de retención de humedad.
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Girasol
El girasol (Helianthus annuus) es la planta con flores amarillas por excelencia y ¡qué flores! Su tamaño (que puede alcanzar los 40 cm de diámetro) llama la atención casi tanto como su comportamiento, de girarse a medida que se va moviendo el sol, de ahí el nombre dado. Su floración es veraniega y, como puedes suponer, necesita sol directo (al menos 6 horas al día).
Con estas maxiflores el efecto decorativo en el jardín está garantizado, pues además las plantas llegan a alcanzar varios metros de altura. Puedes plantarlas en tierra y en maceta, aunque en el segundo caso es mejor ponerles un tutor que garantice que no caiga cuando sopla un fuerte viento. Procura regarlas con moderación cuando el suelo está seco, pues no es una planta tolerante a la sequía. Además, son flores de temporada, o lo que es lo mismo, su ciclo de vida es anual y tras florecer en verano muere.
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Lavanda
La lavanda (Lavandula officinalis) es otra planta que evoca el verano, pero en este caso también el Mediterráneo. Con sus maravillosas flores de color púrpura en espiga (presentes durante buena parte del año, aunque dependerá de cada variedad de la familia), este arbusto enano llenará de aroma los exteriores. Por ello se ha ganado con mérito propio ser la aromática preferida de los jardines mediterráneos, dándoles un aire silvestre.
No es una planta con muchas necesidades hídricas y soporta la sequía más que el exceso de agua, así que procura que tenga el suelo bien drenado. Respecto al suelo, le vienen mejor los alcalinos. Y es un excelente repelente de mosquitos.
Otro apunte interesante si tienes huerto: es una flor que lo cuida indirectamente, al ser amada por los polinizadores, lo que logra que aumente la producción de frutas y hortalizas.