Seguro que te parecen ideales las estampas que ves de pícnics preparados con todo detalle para comer fuera. El buen tiempo anima a comer fuera y no siempre hay que hacerlo en la terraza de un restaurante. Puedes organizar una divertida jornada de pícnic tanto en el jardín de tu casa como en el campo, montaña o playa. Triunfarás y te sentirás a gusto con esta lista de imprescindibles que, además, pondrán estilo a tu velada.
El lugar adecuado para hacer un pícnic
Según la Real Academia de la Lengua Española, un pícnic es una excursión que se hace para comer o merendar sentados en el campo. Y aunque no indica nada de cómo hacerlo, nosotros pensamos en un pícnic perfecto, con mucho estilo. Y para que sea así, entran en juego el entorno (escoger el lugar adecuado); llevar los accesorios imprescindibles y la comida apta para una reunión informal de este tipo. Así que lo primero que debes pensar es en el punto donde situarás tu campamento de pícnic. Está bien improvisar, pero puede salir perfecto o todo lo contrario. Así indaga en Internet, recuerda dónde viste ese paraje con césped a la sombra, o escoge un rincón de tu jardín y conviértelo por un día en un enclave idílico para comer en el suelo. En este caso, escoge una mesa baja y reparte cojines alrededor, sobre una manta o alfombra tipo estera. En la imagen, una propuesta de comida informal de H&M Home.
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Lleva sillas plegables para disfrutar con más comodidad
Si vas a realizar el pícnic en un lugar al que puedas acceder con el coche o dejarlo cerca, marcarás la diferencia si llevas contigo una silla de director o una tumbona plegables. Las hay ligeras y disfrutarás de la sobremesa o de una siesta escuchando solo los sonidos de la naturaleza. Puedes escoger un lugar tipo merendero que tenga sillas y bancos de madera (en este caso, no olvides nunca llevar un mantel para colocar sobre la mesa). O bien, elige un conjunto plegable de mesa y bancos, si no quieres comer en el suelo. En la imagen, muebles y accesorios de La Redoute Interieurs.
El pícnic tradicional se monta en el suelo con comodidad
Sobre una gran manta, estera o plaid que hace las veces de mantel y de base para sentarse. Para más comodidad puedes añadir unos cojines de suelo. Elige el tamaño de la manta en función de cuántos vais a comer en el pícnic. Y ten en cuenta que debe tratarse de un material lavable. Si el pícnic es sobre una zona húmeda como pueda ser una superficie cubierta de césped o vegetación, elige una manta específica impermeable para que no se moje. Puedes poner la manta de base y el mantel encima (liso o el tradicional de cuadritos Vichy o flores campestres). Así que como imprescindibles para un pícnic perfecto no pueden faltar estos textiles, a los que se suma una vela textil o parasoles para dar sombra a tu mesa improvisada para comer al aire libre. Esta propuesta decorativa de pícnic en la playa, en tonos naturales y anaranjados, es de H&M Home.
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Neveras portátiles
Con el calor son otro de los imprescindibles para un pícnic perfecto. Con una nevera portátil mantendrás la bebida fría, bien con bloques de hielo de los que se enfrían en el congelador o bien con hielos y agua, en función del tipo de material y diseño de la nevera. También puedes llevar la comida que necesite estar refrigerada en bolsas térmicas.
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La cesta con la comida y utensilios del pícnic
Puede tratarse de una cesta tradicional de mimbre cuando el pícnic es para dos. O para llevar solo un refrigerio y aperitivo a la playa. Las bolsas o cestas de tejido con asas, tipo la que ves en esta imagen de Ikea, son una opción interesante para los pícnics ligeros. Lo mejor es que luego se guarda en menos espacios que el otro tipo de cestas rígidas. Pero en pícnics más abundantes, lleva bolsas de tela con base ancha de manera que puedas meter los recipientes de la comida en plano, sin que nada se derrame.
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El menaje del pícnic
Ten en cuenta que si vas a organizar la jornada de pícnic en un merendero con mesas, puedes llevar menaje desechable, pero en el caso de que la comida sea en el suelo sobre un plaid, los platos de melamina son más estables para cogerlos con las manos y acercarlos para comer. Lleva platos pequeños; boles o vasos si el menú incluye alguna crema fría o gazpacho: cubiertos y alguna tabla o bandeja para presentar la comida con encanto. Tendrás la mesa perfecta. Es útil llevar algún cuchillo que corte bien (protegido con su funda correspondiente) y cubre alimentos para evitar que se acerquen los insectos. Echa servilletas de sobra y bolsas de basura para los desperdicios. Cuando termines el pícnic, retira los restos de comida con servilletas y apila el menaje dentro de bolsas. De esta manera no se manchará la cesta en la que los has llevado y, cuando llegues a casa, podrás lavar los platos previamente "adecentados". En cuanto a los vasos, puedes llevar de plástico (siempre es preferible escoger piezas que no se rompan fácilmente), de los que imitan cristal labrado, o de melamina. ¡Un toque muy glamuroso para tu pícnic con encanto!
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Imprescindible para un pícnic: botellas termo
Aunque por lo general el pícnic es más apetecible cuando hay buen tiempo, puedes aplicar algunas de estas ideas en una velada de comida al aire libre en un día de otoño. Además, los termos son para comida caliente y fría, así que puedes llevar un café para después de comer o una sopa fría de melón para el entrante. En la imagen, una propuesta de la firma Maisons du Monde.
El tipo de comida que debes preparar
Es imprescindible para asegurarte el éxito del pícnic que escojas bien los alimentos que vas a llevar teniendo en cuenta que no irán en nevera y que deben soportar bien el clima del verano. Evita salsas que pueden estropearse. Lo ideal es que sean platos en frío. El picoteo es muy agradecido, como quesos y fiambre con frutos secos y frutas. Las ensaladas también dan mucho juego (de patata, de pasta, de lechuga…). Llévalas sin aliñar y hazlo cuando vayas a presentarlas. Para ello mezcla la vinagreta en un tarrito de cristal con tapa, agita antes de añadir y riega tu ensalada. Lleva varios tipos de panes o panecillos. La fruta siempre apetece en un día de verano, así que prepara un táper con distintas variedades cortadas, listas para pinchar y comer. Una buena idea es preparar brochetas de frutas. Y lleva una buena cantidad de bebida fresca. Agua, refrescos, cervezas y vino. Que no falte una limonada o una sangría.
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Improvisa una zona de descanso
Este detalle es para un pícnic redondo. Piensa en el momento de después de comer... ¿Apetece una siesta? Pues además de la tumbona que hemos mencionado que puedes echar al coche, otra opción es llevar una hamaca de tela para atarla a un par de árboles e improvisar un rincón de descanso.
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