Montar un cuarto de juegos, un espacio independiente del dormitorio, es un buenísima idea que les encantará a los niños y será muy práctica para los mayores. Sin embargo, es imprescindible que cumpla ciertos requisitos.
Hoy te explicamos cómo debe ser la habitación de juegos perfecta para los niños de la casa: divertida, confortable, segura y capaz de fomentar la imaginación y la creatividad. ¡Toma nota!
Crea un ambiente divertido
Si quieres que tus niños pasen tiempo jugando en esta habitación debes lograr que el ambiente sea divertido y especial para ellos. De lo contrario, antes de que te des cuenta estarán jugando en el salón o en la cocina.
Decorar el cuarto de juegos es mucho más que llenarlo de juguetes. Puedes darle al espacio un toque festivo con colores alegres, aunque no demasiado llamativos, y guirnaldas que decoren las paredes. Añade textiles que aporten comodidad, cuadros o posters que pongan el toque personal y coloca también las cosas que más les gustan a tus hijos: juguetes, peluches, muñecos, etc.
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Que reine la seguridad
Es el primer requisito imprescindible que debe cumplir el cuarto de juegos: la seguridad de los niños ha de estar garantizada. El objetivo es que los más pequeños pasen bastante tiempo en este espacio, por lo que es fundamental que todo esté revisado al milímetro para evitar accidentes.
Los muebles altos y voluminosos deben estar perfectamente anclados a la pared. Protege las esquinas y los bordes afilados, especialmente si los niños son pequeños. Coloca alfombras mullidas que amortigüen posibles caídas y pon malla antideslizante debajo para que no se resbalen.
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Piensa en la edad de los niños
Tanto los juguetes como el espacio deben estar adaptados a la edad de los niños. Sin embargo, la mayoría de los cuartos de juego no son solamente para un niño, sino que son compartidos por varios hermanos de diferentes edades.
En este caso deberás crear espacios delimitados para cada uno, en especial si uno de los niños es un bebé. Acota una zona para el más pequeño donde pueda jugar separado de los más mayores. Si tiene acceso al resto de la habitación podría encontrar cosas que supongan un riesgo para él, como juguetes con piezas pequeñas que podría tragar.
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Un espacio para el arte
No solo con juguetes se entretienen los niños. De hecho, a la mayoría les encanta dibujar y experimentar con pinturas, rotuladores o pinceles.
Coloca en el cuarto de juegos una mesa a su altura para que den rienda suelta a sus dotes artísticas y equípales con todo lo que necesitan: papeles, lápices de colores, una pizarra, un caballete, etc. Fomentar el gusto por el dibujo y la pintura es siempre buena idea.
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Un mundo de cuento
La decoración de los cuartos infantiles también puede fomentar la imaginación de los más pequeños. Recurre a elementos especiales para crear un mundo de cuento: desde papel pintado para las paredes, textiles que decoren y aporten confort, muñecos… hasta un tipi o tienda en el que crear un escondite solo para los más pequeños. Elige los colores: tonos pastel o empolvados, colores neutros o más intensos.
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Juegos de movimiento
En ciertos espacios de juego infantiles, concretamente en los más amplios y diáfanos, se pueden montar estructuras sorprendentes que permitan a los niños moverse, subir y bajar, escalar, etc. Recuerdan a las instalaciones de los parques infantiles.
Son una buena alternativa, si cuentas con los metros cuadrados necesarios, para que los más pequeños se desfoguen cuando no es posible jugar en el exterior. Columpios, pequeños toboganes, paredes para escalar, una zona de gimnasio, barras y espalderas, etc.
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Momentos para la pausa
De la misma manera en que es positivo fomentar el movimiento, también lo es hacerlo con otras actividades más tranquilas y pausadas como la lectura. Que los niños cuenten con un rincón en el que leer es clave en un cuarto de juegos. De esta manera potenciamos su pasión por los libros y descubrirán que la lectura es algo lúdico y divertido.
Coloca almohadones en el suelo para que los niños estén cómodos y una pequeña estantería en la que colocar sus cuentos favoritos para tenerlos a mano.
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Tips para mantener el orden
Si no quieres que la habitación de juegos esté siempre como una leonera, debes trabajar por instaurar el orden. Y eso pasa por dotar al espacio de los elementos necesarios para conseguirlo, y aun así no será fácil.
Coloca muebles de almacenaje para guardar los juguetes: contenedores, cajas, armarios auxiliares, estanterías, etc. Sean cuales sean los elementos elegidos, lo importante es que los pongas a su altura, para que ellos puedan encargarse de recoger sus cosas desde pequeños.
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Todo como el primer día
Ya sabemos cómo son los niños: intensos y despreocupados. Por eso es buena idea tomar ciertas precauciones:
- Elige muebles y complementos muy sólidos y resistentes, capaces de soportar el uso cotidiano infantil.
- Huye de los acabados delicados como los lacados, por ejemplo, porque se deteriorarán pronto ofreciendo un aspecto descuidado. Opta por laminados de calidad, más fáciles de mantener como nuevos.
- Los textiles también han de ser resistentes. Utiliza telas con tratamientos específicos antimanchas, que se laven bien a máquina.
- Protege el suelo con alfombras. Además de añadir comodidad al espacio, protegerán el suelo de golpes y arañazos, en especial si son de tarima o parquet.
- Instala un zócalo en la pared hasta media altura y evitarás tener que renovar la pintura con demasiada frecuencia. Es lo mejor contra las manchas en las paredes.
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