El clavel de una de las flores más populares y empleada en ramos y arreglos florales por su belleza, así como por su capacidad para mantenerse fresca una vez cortada. Además, es un icono de la cultura española, muy empleado para adornar el pelo o la solapa de la chaqueta en trajes regionales, como los de chulapos. Lo más característico de los claveles es la cantidad de colores que ofrecen sus flores, motivo por lo que también es muy apreciada por los amantes de la jardinería. Te contamos cuáles son las características y cuidados de los claveles.
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Características de los claveles
Muy conocidas por ser una de las flores más empleadas en ramos y arreglos, también es habitual ver claveles decorando terrazas y balcones gracias a su impresionante colorido. El nombre científico del clavel es Dianthus y es un género de plantas formado por unas 300 especies. Las más conocidas son el Dianthus caryophyllus (el más utilizado para ramos y arreglos florales), Dianthus barbatus, Dianthus chinensis (el de la imagen) o Dianthus alpinus, entre otras.
Los claveles son plantas herbáceas de porte compacto y tallo leñoso. Según su variedad pueden alcanzar de 0,5 a 1 m de altura. Sus hojas suelen ser rígidas, de un verde claro o grisáceo. Pero si por algo llaman la atención los claveles es por sus flores, que pueden ser de una gran variedad de colores, tamaños y formas, convirtiéndola en la planta muy versátil y decorativa.
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Significado de los claveles según su color
El nombre científico del clavel, Dianthus, fue acuñado por el griego Theopharastus, que se traduce como flor de los dioses: dia –dios– y anthos –flor–. Siendo, además, una de las flores más regaladas, cada color que vemos en sus pétalos tiene distintos significados:
- Blancos: al igual que otras flores de este color, los claveles blancos simbolizan la pureza y el amor puro, la inocencia.
- Rojos: el significado de los claveles rojos está relaciona con el amor, el orgullo y la admiración, por eso es una de las flores más utilizadas para declararte a una persona. Pero también se emplean en ocasiones tristes.
- Rosas: se relacionan con la amistad o el amor materno por ser de un tono suave y dulce.
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¿Cuánto sol necesitan los claveles?
Aunque los claveles son una planta de exterior muy fácil de cuidar, hay que tener especial cuidado con su ubicación, ya que para prosperar y ofrecer bellas flores, los claveles necesitan grandes dosis de luz directa. Deberás asegurar que recibe entre 6 y 7 horas de sol directo al día.
En cuanto a las temperaturas, has de tener en cuenta que no llevan muy bien el frío, por lo que si en tu zona hay temperaturas inferiores a -3 °C, tendrás que protegerlas para que no se hielen, ya que los daños pueden ser irreversibles. De hecho, lo ideal es tenerla entre 8 y 35 °C.
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¿Cuántas veces hay que regar los claveles?
El riego es de uno de los factores más importantes de los claveles. Y es que esta planta típicamente española demanda mucha agua, por lo que tendrás que regarla entre 3 y 4 veces a la semana en verano, evitando siempre los encharcamientos. Lo ideal es hacerlo a primera hora del día o al atardecer, cuando las horas son más frescas. En cambio, en invierno, puedes espaciar los riegos a una o dos veces a la semana.
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¿Hay que podar los claveles? ¿Cómo se hace?
Al igual que el riego, la poda es otro de los factores fundamentales para que los claveles prosperen y decoren tu jardín, terraza o balcón con bellas flores. El momento idóneo para poder los claveles es en primavera, cuando hay que realizar una poda de mantenimiento. Este tipo de poda consiste en cortar los tallos con flor por el cuarto o quinto nudo, lo que ayudará a que se creen nuevos tallos que crecerán con más fuerza. Asimismo, se pueden ir cortando las flores y hojas de la parte superior, lo que hará que se produzcan nuevos tallos. Para podar tus claveles (así como cualquier otro tipo de planta) emplea unas tijeras de podar bien limpias y desinfectadas.
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El sustrato y abono de los claveles
Puesto que el clavel es una planta que no soporta los encharcamientos, es importante que el sustrato de los claveles sea rico en nutrientes y, sobre todo, cuente con un buen drenaje. Sea cual sea su variedad. En el caso de que el clavel se cultive en maceta, se recomienda poner en la base una capa de guijarros o grava para evitar la acumulación de agua.
Para que crezcan más sanos y esplendorosos, abona una vez a la semana durante la época de floración y una vez al mes el resto del año. Pero no te pases: un exceso podría ser prejudicial a las plantas y que nazcan menos flores.
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¿Cómo hacer que florezcan los claveles?
El clavel es una planta que florece en primavera y verano, aunque en climas cálidos puede florecer durante todo el año. Para que ofrezca una abundante floración, es muy importante que reciba entre 6 y 8 horas de luz directa al día, así como proporcionarle los riegos necesarios, siempre sin encharcar el sustrato. Una manera de alargar la floración del clavel es ir eliminando las flores secas o marchitas y pinzando alguno de los tallos para que se ramifiquen y crezcan más plantas.
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Plagas y enfermedades más comunes de los claveles
Si proporcionas a tus claveles unos cuidados preventivos, es probable que la planta se mantenga saludable. Pero, aunque es una especie resistente, puede verse atacada por ciertas plagas o enfermedades:
- Babosas: suelen aparecer en entornos muy húmedos. Suelen comerse toda la planta. Pueden evitarse utilizando molusquicidas o empleando remedios caseros con ceniza, el ajo o la cebolla.
- Pulgón: puede aparecer también durante los meses fríos. Puedes combatir el pulgón rociando la planta con jabón potásico diluido en un litro de agua.
- Minadores de hojas: son larvas de insectos que hacen un túneles entre el haz y el envés de las hojas de las plantas. Trátala con un insecticida.
- Roya: este hongo deja una especie de pústulas en las hojas y tallos que puede generar malformaciones en la planta, afectando la calidad de los pétalos. Para eliminarlo, deberças aplicar un fungicida específico.
- Fusarium: este hongo puede ser fatal para la planta. La mejor manera de evitarlo es aplicando tratamientos antifúngicos preventivos y evitando regar en exceso.
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