Si eres de las que piensa que la arruga, por mucho que digan, no es bella, las odias, incluso en las prendas de lino, te gusta ir siempre impecable y prefieres desestresarte realizando una actividad más lúdica y placentera que planchar (recientes estudios hablan de su poder para acabar con el estrés) tienes dos opciones: meter la plancha en la maleta o seguir estas ideas prácticas. Descubre cómo eliminar las arrugas sin esfuerzo, sin pasar calor y en tiempo récord porque nos hemos propuesto que estas vacaciones, la plancha se quede en casa.
El lavado es clave
Presta atención a los detalles del lavado. No cargues a tope la lavadora, ya que, además de gastar más, crearás arrugas extra, lo idóneo es dejar unos 20 cm o un palmo entre la ropa y la parte superior del tambor. Evita meterla en la lavadora hecha un ovillo y usa suavizante, hay algunos que facilitan el planchado, para ‘alisar’ las prendas. Si puedes, separa los tejidos, poniendo una con los más ligeros y otra con los más pesados, tipo toallas o sábanas, para que no aplasten los unos a los otros.
Usa la lavadora a tu favor
Comprueba si tu lavadora cuenta con un programa específico de planchado y no centrifugues a muchas revoluciones. También es importante sacar la colada nada más terminar y, si va a la secadora, dobla las prendas bien. Por cierto, si estás pensando en comprar una lavadora nueva, es el momento de elegir un modelo con función vapor, ya que reducen las arrugas de la ropa hasta en un tercio y son más higiénicas.
Tiende de la manera correcta
Evidentemente, tiende nada más terminar la lavadora, ya que cuanto más tiempo esté la ropa húmeda en el tambor, más se arrugará. A continuación, sacude y estira bien cada prenda, colocando las pinzas en las costuras, para evitar dejar marcas. Ten en cuenta que las de plástico dejan menos señal que las de madera.
Preferiblemente, hazlo siempre del revés, tanto por el momento plancha como para evitar que pierdan color por el sol. Como norma general, cuelga la parte más pesada hacia abajo, para que el propio peso la estire. Después, tiende las faldas y pantalones por los laterales y las camisas y vestidos o bien en perchas o bien con varias pinzas en los extremos que favorezca el paso del aire. Recoge nada más secarse, ahora en verano es cuestión de dos o tres horas, porque si la dejas más tiempo se quedará rígida y tendrás que planchar sí o sí.
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Trucos caseros que funcionan
Tan sencillo como efectivo, especialmente para la ropa de algodón, basta con colocar cuatro o cinco cubitos de hielo en la secadora, esperar 15 minutos y listo: prendas como recién planchadas, gracias al vapor que se produce al derretirse. Si buscas una demostración, síguele la pista a @brunchwithbab, esta abuela influencer está revolucionando TikTok e Instagram con sus trucos para el hogar. Si en tu casa de la playa o de la montaña no tienes secadora, prueba a poner los cubitos entre la prenda y espera a que se derrite, no es lo mismo, pero también alisa.
Dobla bien las prendas
Si has seguido al pie de la letra nuestras ideas prácticas, lo normal es que camisetas y pantalones queden perfectos. Solo te queda doblarlos bien. Para ello, estira cada prenda, alísala con las palmas de la mano y dóblala con cuidado. No pongas mucha cantidad de ropa en el cajón, ya que se arrugará mucho más fácilmente, y no hagas montañas altas de camisetas, porque al coger la que está más abajo, descolocarás el resto y harás que se arruguen sin querer.
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Si estás en un hotel...
Si estás en un hotel y tus camisas y vestidos parecen un acordeón, aprovecha el momento de la ducha para acabar con ellas. Para ello, cuelga la prenda en una percha y deja que el vapor haga su trabajo y la estire. Recuerda crear la atmósfera adecuada cerrando la puerta y usando agua caliente. Si se trata de camisetas y no tienes plancha a la vista, rocía agua con un spray y seca con el secador. ¡Funciona!
En segundas residencias
Si tienes una casa en la playa o la montaña y cuando llegas, debes ponerla en forma y repesar aspectos que dejaste sin hacer, como lavar las cortinas, no pierdas tampoco tiempo en la plancha y cuélgalas justo después de lavarlas, ya que, su propio peso, hará que se estiren y evitará que empieces las vacaciones plancha en mano.
Y si no te queda más remedio que planchar, evita que la ropa se arrugue colocando bien el cesto de la plancha. Para ello, deja las prendas dobladas y muy lisas, depositando en el fondo lo que más pese y arriba lo más ligero, así saldrán más estiradas. Eso sí, asegúrate de que no queden dobleces muy profundas porque se marcarán aún más.
Ten cuidado al hacer la maleta
Aunque la tentación pasa por llevarte todo el armario, controla este primer impulso y haz una lista de básicos que te den juego. Después, sigue dos reglas básicas: el neceser debe ir al fondo y los zapatos, si es posible, en otra bolsa para que no estropeen el resto de tu ropa. Después, ordena con sentido: coloca primero las prendas que más pesen y ocupen y la más finas o delicadas, arriba. Para rizar el rizo, pon entre estas papel de cebolla para suavizar la presión. Rellena los huecos que queden libres con prendas pequeñas, como ropa interior o calcetines, para mantener todo encajado, y presta atención al cuello de las camisas, para que no quede aplastado.
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Claves de un planchado fácil
Si a pesar de todo, no te queda más remedio que coger la plancha, recuerda que es más sencillo planchar la ropa del revés para evitar marcas y que debes abrochar los botones y subir las cremalleras, para que los pliegues queden en su lugar y no haya marcas extrañas. Es importante que, nada más recoger la ropa del tendedero, pases la plancha para que no se hagan arrugas extra y que empieces por las prendas que necesitan menos calor y después el resto, así iréis en línea la plancha y tú. Recuerda que si lo haces en círculo resultará mucho más sencillo.