Es tu huerto y lo cultivas, más que para conseguir una gran producción de verduras y hortalizas, por el placer y el disfrute del tiempo que pasas trabajando en él. Sin embargo, saborear unos ricos tomates o unas fresas suculentas también tiene su encanto.
Descubre cómo puedes cultivar un huerto más ecológico y sostenible cambiando ciertas rutinas de trabajo y el sustituyendo el uso de determinados productos químicos por otros que sean naturales.
¿Qué es la agricultura ecológica?
Puede que te parezca un concepto sencillo pero difícil de aplicar y, sin embargo, no es así. La agricultura ecológica es aquella que se preocupa por producir alimentos más naturales y saludables, cultivándolos de una manera más sostenible y respetuosa con el ecosistema.
Lejos de aplicarse solamente a grandes cultivos, las bases de la agricultura ecológica sirven también para tu huerto doméstico. Se centran en optimizar los recursos de la tierra utilizando técnicas y productos naturales, ya se trate de abonos como de insecticidas o fitosanitarios.
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Cómo plantear un huerto ecológico
Si has decidido que quieres planificar un huerto en tu jardín y cultivarlo de forma ecológica lo primero que debes pensar es cómo vas a lograr tu objetivo: el de obtener cultivos más naturales que respeten el proceso de crecimiento y desarrollo de las plantas, evitando el uso de productos químicos. De esta forma, las verduras y hortalizas resultantes son más saludables.
Para que un huerto ecológico resulte viable es importante encontrar la ubicación adecuada para situarlo, ya que es esencial que las plantas reciban al menos seis horas de sol al día. No proyectes el huerto en una zona en la que haya árboles grandes o muros altos que le den sombra a los cultivos.
Leer: Cómo cultivar plantas de tomate y disfrutar de tu propio huerto
Acertar al elegir las plantas
Conocer las plantas que van a formar parte de tu huerto ecológico y saber elegirlas es muy importante para conseguir cultivos productivos y exitosos. De esta forma no cultivaremos juntas plantas que puedan competir por los nutrientes, por ejemplo, ni aquellas especies que no crezcan bien en nuestro sustrato, o que no se adecúen al clima de la zona.
El tipo de suelo y el clima son factores esenciales a la hora de elegir las plantas que vamos a cultivar, ya que determinan el éxito de nuestro huerto. Por tanto, es importante tener en cuenta el calendario de plantaciones de la zona en la que vivimos.
Además, conviene elegir semillas y plantas de variedad local ya que están plenamente adaptadas a las condiciones climatológicas de la zona, lo que contribuye a que crezcan mejor y a prevenir determinadas enfermedades.
Leer: Huerto en casa: 10 hortalizas que puedes sembrar en primavera
Aprovecha la asociación de cultivos
Puede que no lo sepas, si no tienes mucha experiencia en agricultura ecológica, pero existen cultivos que se benefician mutuamente (o unos de otros) cuando se cultivan juntos. Combinar las plantas de la manera adecuada nos ayuda también a prevenir plagas y enfermedades.
Encuentras un ejemplo en la zanahoria y la cebolla, dos hortalizas que es interesante plantar juntas, ya que las cebollas ahuyentan un tipo de mosca que ataca a las zanahorias. De esta forma, las protegen de esta plaga frecuente en ellas.
Otra asociación de cultivos es plantar aromáticas como la menta o la albahaca en el huerto, ya que repelen un gran número de plagas.
Leer: ¿Sabes qué es la xerojardinería? Descubre cómo diseñar jardines más sostenibles
Cómo devolver los nutrientes al suelo en el huerto ecológico
Si quieres mantener una agricultura de tipo ecológico a la hora de cultivar tu huerto tendrás que prescindir de cualquier tipo de abono o fertilizante químico. Solo podrás utilizar abonos orgánicos que no alteren las características de los sustratos y respeten el ecosistema.
Los abonos orgánicos más recomendables son los sólidos como el compost (que puedes crear tú mismo con un compostador), el humus de lombriz o el estiércol. Este tipo de materias orgánicas fertilizan el sustrato de forma muy completa y, aunque no resultan contaminantes, tampoco conviene abusar de ellos.
Leer: Abonos e insecticidas ecológicos: descubre por qué merece la pena elegirlos
Mantener las plagas a raya (sin un insecticida sistémico)
¿Es posible combatir las plagas en el huerto sin utilizar un insecticida sistémico químico? La respuesta a esta pregunta es sí, es posible. Para lograrlo tendrás que emplear fitosanitarios e insecticidas de tipo ecológico que no contaminan el terreno ni los cultivos.
Además de estas sustancias naturales, puedes poner en práctica una técnica efectiva: la rotación de cultivos. Consiste en evitar plantar el huerto de invierno en el mismo lugar donde lo cultivaste la temporada pasada, ya que sembrar siempre las mismas especies en el mismo lugar es una manera de atraer las plagas. Rota los cultivos cambiando de lugar y de productos, e intercala periodos de barbecho o descanso para la tierra.
Leer: Mantén las plantas de tu jardín o terraza libres de plagas y enfermedades
Utiliza productos ecológicos
El hecho de no utilizar insecticidas químicos en tu huerto no quiere decir que lo vayas a tener repleto de insectos que echen a perder tus cultivos. Ni mucho menos. Solo tendrás que elegir otro tipo de sustancias naturales que pueden ayudarte a acabar con los insectos dañinos.
Una de estas sustancias es el jabón potásico que se convierte en una solución realmente eficaz, además de sencilla, rápida, económica e inocua para tus cultivos. Solo tienes que diluir el jabón en agua y pulverizarlo generosamente sobre los tallos y las hojas de tus plantas. Esta sustancia actúa por contacto, cubriendo a los insectos y asfixiándolos.
Leer: ¡Guerra a las plagas! Descubre cuáles son los mejores insecticidas para combatirlas en tu jardín
Insecticidas naturales que no dañan a los polinizadores
No todos los insectos son iguales. Mientras las plagas se alimentan de tus plantas y las terminan matando, los polinizadores extraen el polen y lo llevan en las patas diseminándolo por todas partes y provocando la fecundación y la reproducción de las plantas.
Por eso es importante emplear sustancias que no dañen a este tipo de insectos como las abejas y abejorros, las polillas o las mariposas, que tan beneficiosos son para nuestro huerto y para el ecosistema en general.
- Extracto de neem: es un aceite que se obtiene de las raíces y hojas del árbol de neem (Azadirachta indica). Aunque no es tóxico para los polinizadores, sí es capaz de combatir plagas como el pulgón, la mosca blanca o las orugas.
- Extracto de ajo: es un repelente preventivo que ahuyenta las plagas antes de que se instalen en tus plantas.
- Aceite de colza: crea una película oleosa sobre los insectos y los ahoga, y todo sin dañar ni los frutales ni las plantas del huerto.
Leer: ¿Sabes cuáles son las plantas que atraen a tu jardín a los insectos polinizadores?
¿Y contra los hongos?
Existen varias sustancias de tipo ecológico que sirven para prevenir el ataque de los hongos. Se trata de fungicidas preventivos de uso natural que resultan efectivas.
- Equisetonina: una sustancia que se obtiene del equiseto o cola de caballo (Equisetum arvense). Resulta inocua para las plantas y previene hongos como la roya, el oídio y el mildiú.
- Azufre: es un fungicida preventivo especialmente eficaz contra el oídio.
- Los extractos de determinadas algas marinas refuerzan las plantas del huerto o del jardín y las hacen más resistentes ante el ataque de los hongos (roya, oídio, botrytis, etc.).
Leer: Así puedes emplear el mantillo para mejorar el sustrato de tus plantas en el jardín