Un salón de verano es fresco, informal, emite calma, se decora para invitar al disfrute, al descanso y al relax. Si es posible, incluso conecta con el exterior, con una terraza amueblada con gusto y cuidados detalles. Esa es la definición de libro. Así que si quieres un salón con estas características, inspírate en estos que son los más deseados del verano por el acierto en su decoración de interiores.
Azul y blanco, la mezcla de colores perfecta
Y no tiene que ser en un estilo marinero. Este salón de verano es una propuesta del estudio PortobelloStreet.es, que bebe del navy más actual. Y es gracias al tono alegre y vivo de azul aguamarina elegido para tapizar el sofá, una pieza con chaise-longue muy atractiva que marca el conjunto. Al rededor, mucho blanco y crudo.
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Los tonos neutros no fallan
Decorar un salón de verano en tonos crudos multiplica la luz, genera relajación y sosiego por la neutralidad y tranquilidad asociadas a esta gama cromática y crean sensación de espacio. No dudes de que apostar por una gran alfombra que cubra la mayor parte del suelo en un tono piedra muy suave y blanquecino, es la base perfecta para darle un aire refrescante y slow al salón. Añade fundas a los sofás si tienes piezas de colores oscuros. O aclara con muchos cojines en blanco, arena, piedra, topo… Propuesta de Bijl Architecture con mobiliario muy ligero.
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Sensación de apertura desde el salón al exterior
¿Cómo? A través de grandes ventanales. Corre las cortinas o sube los estores. Incluso en un salón de verano puedes prescindir de ellas o sustituir las cortinas pesadas por ligeros estores que se muevan con la brisa al dejar las ventanas abiertas. Hay que aligerar y dejar que las vistas se cuelen en el interior. Disfrutar de la luz y de las plantas. Si tienes la suerte de contar con una terraza anexa al salón, llénala de plantas que se vean desde este último. Proyecto de Openideas Architecture and Interior Design.
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Equilibrio, calma y sosiego
Este es uno de los salones de verano más deseados porque reúne todas esas características en su interiorismo. Solo usa tonos neutros de base, que hacen que se sienta la luz natural en el interior. Se introducen detalles en el mobiliario en madera natural, hay mezcla de tejidos y materiales que hacen que no se cree un conjunto plano, sin vida. Se introducen pinceladas de color, pero sin estridencias y, además, aparecen las plantas en arreglos verdes, que reflejan frescura. Es un proyecto de Pia Capdevila Interiorismo con estilismo de Mar Gausachs.
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Fibras naturales, un acabado que tiene que estar
Sí o sí, en un buen salón de verano, con esa nota informal y fresca, no pueden faltar las fibras naturales. ¡Hay muchas maneras de incorporarlas a la decoración! Desde una butaca, a una bandeja sobre la mesa de centro, la pantalla de una lámpara de sobre mesa junto al televisor, algún puf, cestas con plantas dentro o una alfombra. La fibra vegetal en acabado natural es fácilmente combinable y encaja en cualquier estilo. Pero también se puede teñir e incorporar la fibra con color. Infalibles en un salón de decoración fresca y relajada una fibra vegetal como el yute o el mimbre con la madera natural lavada o con toque shaby. Este diseño es obra de la interiorista Natalia Zubizarreta.
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Artesanía en un salón de verano
Otra de las claves que hacen que un salón de verano se convierta en uno de los más deseados es el uso de piezas de artesanía en su decoración. Con su aportación de valor como objeto único, sus detalles imperfectos que ponen en alza el mimo con el que se ha fabricado. ¿Cómo lograr esa nota? Con cerámica y barro usadas en jarrones, damajuanas de cristal, lámparas artesanales, textiles tejidos con tramas gruesas… Aquí, todo es de La Redoute Interieurs.
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El salón de verano más tradicional
Es posible lograr un salón de verano con un estilo más tradicional o clásico y lograr que sea uno de los más deseados, si la tendencia va contigo. ¿Te sientes identificado con este salón? Escoge un papel pintado estampado o que aporte textura a una pared y combina sus tonalidades en los cojines, con diferentes estampados combinados. Esto enriquece y aporta matices interesantes. Los colores azules son muy frescos, también los verdes claros y los amarillos suaves. Entre ellos, también empastan bien. Incorpora alguna mesa auxiliar joya, en un material más sofisticado (metal dorado, laca o mármol) y lo tendrás. En la imagen, textiles y papel pintado de Sanderson, de venta en Gancedo.
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Y la oción de ciudad
En el otro extremo, no podía faltar un salón de verano de estilo contemporáneo. ¡Es posible! Un ejemplo de cómo no solo los espacios más refrescantes para los meses estivales responden a estilos inspirados en la playa. Este puede ser un salón de verano de ciudad. Es una propuesta de Estudio Daniel Rotmensch con muebles de Culto Interior Design. Un sofá con chaise-longue en crudo, una lámpara de pie actual de generosas dimensiones en blanco pie + pantalla, mesas de centro de líneas redondeadas, butaca con estructura negra bajo lámparas colgantes -a modo de rincón de lectura- y una alfombra que aclara el suelo. Las paredes en blanco se animan con un par de láminas gráficas sencillas en colores cálidos.
Salones que se alejan de la unidad de materiales
Es un buen recurso para decorar un salón relajante pero apetecible y acogedor. Quieres sentir que el ambiente te invita a estar. Y para ello funciona escoger una gama cromática de tonos claros muy similares, que no haya un color que sobresalga respecto a otro; pero evitar la "planicie" que se podría general con la combinación de varias texturas a través de los materiales. Estos estarán presentes en revestimientos, mobiliario, carpintería, complementos y textiles. Este salón de verano, decorado por La Redoute Interieurs, cumple todos los requisitos a través de fibras, maderas y tejidos naturales.
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Completos salones de verano en el exterior
Aunque hemos hecho un repaso por los salones de verano "de interior" más apetecibles y deseados, puedes crear un espacio al aire libre para estar al que no le falte ningún detalle. De esa manera tendrás un salón al aire libre, también muy de verano. Además, es tendencia precisamente subir el nivel de los espacios exteriores, convertirlos en una estancia de la casa decorada con tanto mimo como cualquier otro espacio interior. Este salón de verano creado en un patio es un ejemplo de cómo se puede crear un estar perfecto. Es obra del Estudio Daniel Rotmensch.
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