Guía para que tus plantas de interior se mantengan sanas y esplendorosas

Seguro que, si pedimos entre nuestros lectores y lectoras que le levante la mano quien no haya ‘matado’ una planta, pocos podrán afirmarlo y es que todas las personas pasan por su fase de iniciación a la jardinería. Para tener más suerte con tus plantas de interior en el futuro, te ofrecemos estas valiosas pautas acerca de sus cuidados. Verás como ver tu casa llena de plantas esplendorosas te hará sentir inmediatamente más relajado y feliz, y es que estar conectados con la naturaleza nos produce bienestar. 

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Falta de luz

Uno de los principales problemas que acusan las plantas de interior y hace que ofrezcan una imagen triste y lánguida es la ausencia de luz suficiente. Salvo contadas excepciones y variedades que no acusan encontrarse en lugares sombríos, por regla general tus plantas serán felices cerca de la ventana pero sin sol directo, que puede quemar sus hojas.  

El soleamiento de una estancia cambia en función de la época del año, tenlo en cuenta por si es necesario trasladar alguna planta y reubicarla.

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Exceso de agua

Por regla general las plantas acusarán más que te pases con la frecuencia de riegos que, al contrario, así que ten la precaución de no excederte.

Además, siempre hay que adaptar la frecuencia de riego a la estación del año, a pesar de que al estar en interior percibirán menos los cambios que las plantas que están en un jardín, terraza o patio, que acusan más los cambios de estación. Asimismo, infórmate acerca de si tu planta necesita un riego normal o prefiere que sea por inmersión.

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¡Cuidado con los encharcamientos!

Vigila que la tierra para tus plantas sea ligera y esté bien aireada, para evitar los encharcamientos de agua que pueden causar la pudrición de la planta. En la base, antes del sustrato coloca siempre grava para que evite la acumulación de agua. Y por cierto, los tiestos deben contar con los platitos que recogen el agua sobrante (que sale por los agujeros de drenaje), pues bien, cuidado con no vaciarlo después, pues pueden provocar problemas en la salud de tus adorados especímenes naturales.

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Cambios de temperatura

Como seres vivos que son, las plantas son sensibles tanto a los cambios bruscos de temperatura como a las corrientes de aire, así que de nuevo habrá que prestar atención en encontrarles la ubicación perfecta alejadas de fuentes de frío o calor (como aires acondicionados o radiadores) y donde no circule constantemente aire.

En este soleado salón-comedor equipado con mobiliario y complementos de la firma Gato Preto a cada variedad de planta se le ha encontrado el lugar en el que pueden prosperar con éxito.

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Falta de humedad ambiental

Muchas de las plantas de interior que nos enamoran y decoran nuestro hogar son variedades tropicales, que en su hábitat natural cuentan con gran humedad ambiental, algo que no podemos simular en casa, pero sí corregir en cierta forma si las mimas. Por ejemplo, agradecerán que las pulverices con agua, aunque si tienen flor es mejor que solo se mojen las hojas.

En este ambiente el soporte para la maceta colgante de la izquierda es de Ikea y está realizado a mano en algodón.

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Traslado (forzado) de maceta

Dependiendo de su ritmo de crecimiento será anualmente o con una frecuencia más espaciada pero, en todo caso, el trasplante a otra maceta es siempre inevitable porque, de lo contrario, las raíces se encontrarán apretadas y perjudicaremos la salud de nuestros ejemplares. Eso sí, tampoco debes pasarte con el tamaño del nuevo recipiente porque si la planta tiene mucha tierra no centrará sus esfuerzos en crecer.

Por cierto, las plantas de mayor tamaño tienen más problemas con el trasplante así que sé muy cuidadoso para que no sufran un shock tras el traslado al nuevo tiesto. Y selecciona la mejor época del año para hacerlo, que en muchos casos es la primavera.

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¿Debo abonar?

No esperes a ver tus plantas mustias para aportarles nutrientes, tan imprescindibles para que no se queden sin reservas en el sustrato. Búscales el tipo de fertilizante idóneo para ellas (más rico en nitrógeno, potasio, fósforo…) y puedes añadírselo en el agua de riego para su fácil administración. ¿Con qué frecuencia? Ni todo el año ni en cada aporte de agua, por regla general en su época de crecimiento y/o floración con una regularidad de aproximadamente cada dos semanas.

Otro consejo, es vital no sobrefertilizar a la planta ya que las consecuencias pueden ser nefastas.

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La unión hace la fuerza

¿Desconoces los beneficios de agrupar las plantas de interior? Pues aparte de lograr una estética envidiable, el motivo por el que muchas veces se juntan varias plantas es que se facilita su cuidado y entre ellas crean su propio microclima, aumentan la humedad y así se ayuda a evitar la pérdida de agua. Eso sí, el secreto está en juntar plantas que se desarrollan en condiciones similares respecto a la luz y el riego.

En la propuesta, Egue y Seta diseña un jardín interior frente a un ordenado despacho donde teletrabajar plácidamente.

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Otra alternativa para reunir plantas consiste en crear un panel verde y natural gracias a un jardín vertical. ¿Te preocupa el riego? Facilita más su mantenimiento poniéndolo automático. De este modo tan solo te requerirán un abonado cada 6 meses y el recorte de plantas y la separación de especies (si se combinan varias), para mantener el diseño original.

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No te olvides de ellas

La última pauta es que estés vigilante a los síntomas que puedan mostrar tus plantas antes plagas, enfermedades o los problemas más habituales que suelen sufrir en interior: falta de luz y abono, y exceso de riego.

Por cierto, siempre que incorpores una nueva planta a la decoración del hogar, trasplántala para evitar que las raíces queden muy constreñidas en el contenedor original.

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