Contar con un elemento de agua en el jardín puede ser el detalle que marque la diferencia, en especial si cultivas plantas acuáticas y tienes peces nadando en él. Sin embargo, se trata de un recurso que no es sencillo de mantener. Resulta un tanto complicado conseguir que el agua esté siempre en buen estado y que tanto plantas como peces puedan crecer y desarrollarse.
El agua es vida y belleza
Los elementos de agua son un punto fuerte en todo diseño de paisajismo. Puede ser una fuente, una piscina de diseño natural o un estanque. Si el espacio lo permite, resulta muy decorativo instalar una pequeña cascada que aporte movimiento.
En caso de que te decidas por poner un pequeño estanque, tendrás la oportunidad de cultivar plantas acuáticas como, por ejemplo, los nenúfares, misteriosos y bellos. Su cultivo no es complicado, aunque tendrás que darles los cuidados que necesitan.
La calidad del agua, una cuestión prioritaria
La tarea más importante a la hora de cuidar un estanque de jardín es mantener el agua en buen estado, clara y limpia. Si no está en las condiciones óptimas no podrán vivir en el estanque las plantas ni cualquier otro ser vivo.
Por eso has de enfocarte en conseguir que el agua del estanque esté siempre limpia. Esto no es tan fácil, ya que es inevitable que se acumule suciedad y residuos en el estanque como hojas y plantas muertas. Si no las quitamos terminan por descomponerse, provocando la aparición de algas y arruinando la calidad del agua.
En verano, además, las altas temperaturas hacen que este problema sea más acusado, ya que se acelera el proceso de descomposición de hojas otros restos.
El nivel de oxígeno óptimo
Una de las claves para que el estanque esté siempre en buenas condiciones es mantener el nivel de oxígeno del agua en los valores adecuados. Si el agua de tu estanque no está lo suficientemente aireado y con el oxígeno que debe tener, no podrás cultivar plantas ni podrían vivir los peces.
Una forma natural de mantener la oxigenación es introducir en el estanque determinadas plantas acuáticas capaces de airear el agua. También puedes emplear una bomba de aire, especialmente en verano.
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Luchar contra la evaporación
En verano con el calor es frecuente que el nivel del agua del estanque descienda por debajo de lo habitual. Has de estar vigilante y paliar la evaporación del agua según se produzca, ya que de lo contrario los peces no tendrían suficiente oxígeno para vivir.
Para mantener constante el nivel del agua tendrás que ir rellenando el estanque una vez a la semana con una manguera. Otra opción es instalar una válvula de llenado que rellena el estanque según baja el nivel.
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Consejos para mantener el agua limpia y clara
Hay ciertas cosas que podemos hacer para conseguir un agua cristalina en nuestro estanque:
- Instala un sistema de filtrado que resulte adecuado a las dimensiones del estanque. Es la mejor solución para conseguir que el agua se mantenga clara, además de que previene la aparición de algas.
- Utilizar alguicidas y clarificadores de agua adecuados. Úsalos de forma puntual cada cierto tiempo para potenciar los efectos del sistema de filtrado.
- Elimina los restos de hojas, flores y vegetación que caigan al estanque.
- Mantén tus plantas acuáticas sin hojas viejas o marchitas. Quítalas para evitar que se descompongan en el agua.
- Alimenta a los peces con moderación para evitar que sobre comida y se descomponga en el fondo del estanque.
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Evita los químicos perjudiciales
El agua del grifo contiene cloro y otro tipo de desinfectantes que no son adecuados para determinadas plantas acuáticas y peces que viven en el estanque. Además pueden provocar la aparición de algas.
Por otro lado, ciertas plantas y residuos en descomposición también podrían alterar el agua, modificando su química y empeorándola. Detectar estos cambios cuando se producen es esencial para poderlos corregir cuanto antes con soluciones que desintoxiquen el agua y evitar consecuencias negativas.
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Una limpieza en profundidad
Aunque consigas mantener clara el agua de tu estanque, de vez en cuando será necesario hacer una limpieza a fondo del propio contenedor.
- Para ello hay que vaciar por completo el estanque drenando el agua con una bomba. Antes debes sacar las plantas y los peces y ponerlos a salvo en un contenedor aparte.
- Limpia a conciencia el fondo y el revestimiento de las paredes del estanque con un cepillo adecuado. Es importante que no utilices productos limpiadores agresivos que puedan dañar las superficies y ser perjudiciales para plantas y peces.
- Llena el estanque de agua limpia y devuelve plantas y peces. Tendrás que restablecer las colonias de bacterias nitrificantes beneficiosas utilizando los químicos adecuados.
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El cuidado de los peces
Son seres vivos y debes estar bien cuidados y atendidos. Además de conseguir que el agua en el que nadan esté en perfecto estado, tendrás que proporcionarles el alimento y las atenciones que precisan para vivir felices.
Para empezar es importante controlar el número de peces en el estanque, asegurándote de que no haya demasiados. Tener más peces de lo recomendable podría dificultar la oxigenación del agua.
También debes controlar la cantidad de alimento que les proporcionas a tus peces. Debe ser la justa para que lo coman todo en cuestión de minutos. Si la comida se queda en el fondo del estanque comenzará a descomponerse alterando el agua.
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Elige plantas oxigenadoras
Conocer las plantas acuáticas que vas a plantar en tu estanque es una cuestión relevante para poder elegirlas con acierto. Entre todas las especies existentes, conviene optar por plantas oxigenadoras, que son aquellas que ayudan a mantener el agua clara y oxigenada.
Sus hojas, que permanecen sumergidas en el agua, absorben minerales y dióxido de carbono, lo que evita que las algas proliferen en el estanque. Se trata de plantas con flor (las flores quedan en la superficie) que crecen y se multiplican con bastante rapidez, por lo que hay que podarlas de vez en cuando.
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