El verano puede ser un buen momento para meterte en obras y realizar aquellas reformas que, o bien porque el tiempo no acompañaba (piensa en las ventanas) o porque durante el invierno todos estáis en casa, habías dejado en ‘stand by’. Ahora que los días son más largos, el sol permite que la pintura se seque más rápido, no hay lluvia a la vista y los niños están en un campamento o pasando unos días con los abuelos, es el momento de reformar la cocina (todo un clásico en esta época), cambiar la caldera, pintar alguna estancia o todas e, incluso, hacer una integral, aunque esto signifique poner todo patas arriba. Además, al haber más tiempo para trabajar, los plazos pueden acortarse y las vacaciones nos permiten supervisar las obras o trasladarnos a una segunda residencia.
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Pintar la casa
Nada mejor que el verano para pintar tu hogar, quitar el gotelé que llevas años deseando eliminar o dar un nuevo aire (y color) a tus paredes y estrenar casa. El verano es la época ideal para acometer esta reforma porque la pintura tarda menos en secar y las ventanas pueden quedarse abiertas todo el día y toda la noche, evitando que se concentre el olor. Aprovecha y elige uno de los tonos tendencia de 2022 y habrás conseguido un cambio de ‘look’ total y a la moda, sin gastar mucho. Otra buena idea es empapelar la habitación infantil o una pared del salón o del dormitorio y renovar sin sufrir obras engorrosas.
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Reformar la cocina
Llevas tiempo soñando con dar una vuelta a la cocina, colocar una zona de ‘office’, tirar un tabique y abrirla al salón o, incluso, tener una isla central, a modo de base de operaciones. Estos meses son una buena opción, sobre todo si aprovechas las vacaciones para hacer la reforma y no hay nadie o solo estáis los dos y, en función de lo que quieras hacer, podéis apañaros con menú diarios, comidas y cenas frías o barbacoas al aire libre. Un consejo: si vas a meterte en obras, aprovecha y cambia todo lo que se ve viejuno o es antiguo, pavimento y revestimientos incluidos y no es eficiente, los nuevos electrodomésticos parecen de ciencia ficción y no solo ahorran en tu factura, sino que también te hacen la vida más fácil.
Según el último estudio de Houzz, más de la mitad de los encuestados realizó cambios importantes en esta estancia como modificar la distribución y renovar las instalaciones de fontanería, electricidad o los sistemas de extracción de aire; mientras que un 30% aumentó su tamaño y un 36% reemplazó todos los electrodomésticos.
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Actualizar el baño
No te vamos a engañar, reformar el baño cuando solo tienes uno, es un verdadero fastidio. Eso sí, la cosa cambia si hay dos o más, ya que puedes usar ‘el otro’ mientras haces obras en el principal, por ejemplo. Además, como los horarios y las rutinas son menos estrictas durante el verano, los niños marcan su propio ritmo ajustándose al cole, todo resulta más fácil que durante el curso. Es un buen momento para renovar suelos, poner nuevos azulejos, cambiar la bañera por una ducha o, al revés, renovar griferías o instalar un radiador toallero, pensando en el invierno y las toallas secas y calentitas.
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Cambiar las ventanas
Las ventanas juegan un papel fundamental en el aislamiento, confort y consumo de una vivienda. Por lo tanto, si las tuyas dejan pasar el frío o el calor, oyes el ruido de la calle como si estuviera en el centro de tu salón, se han quedado anticuadas o no resultan muy seguras, ahora es un buen momento para cambiarlas por otras nuevas que solucionen todos tus problemas. Como no tienes peligro de que una Filomena arrase con todo nuevamente o sufras varios días de lluvia seguidos, puedes quedarte en casa durante las obras. Según un estudio de Saint-Gobain ISOVER & Placo, un 31,4 % de los encuestados buscaban mejorar el aislamiento térmico de su vivienda y un 22% solucionar los problemas de humedad o malos olores.
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Solucionar humedades
Si durante el invierno o la primavera, has tenido humedades y todos los expertos te han recomendado que esperaras al buen tiempo, estás de enhorabuena porque el sol ya está aquí y todo se secará, para que puedas abrir y buscar de dónde vienen y arreglar la zona sin complicaciones. El tipo de humedad marcará el tratamiento y la obra a seguir. Así, si es por condensación (lo más habitual), será sencillo de solucionar y lo podrás hacer, incluso, tú mismo; si es por infiltración, el agua de fuera se cuela dentro por una fisura, habrá que hacer obra ya que hay que impermeabilizar; mientras que si es por capilaridad (el agua se filtra por los cimientos) el problema será mucho mayor y también el presupuesto. Ten en cuenta que este es un buen momento para reparar el tejado.
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Renovar los radiadores o la caldera
Si quieres estar preparada para el invierno, aprovecha estos meses de buen tiempo para cambiar tu caldera o renovar tus radiadores. Incluso si estás en casa es un buen momento, ya que ducharse con agua fría no resulta tan terrible y encima es bueno para la firmeza de tu piel y el brillo de tu pelo. Si quieres una chimenea, hazla también ahora.
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Planificar (bien) la iluminación
Para mejorar la eficiencia energética. Desde cambiar a led todas las lámparas y focos de la casa hasta poner puntos de luz donde no había o apostar por soluciones domóticas que te hagan la vida más fácil y proporcionen un plus de seguridad cuando te vayas de vacaciones. Es importante que las distintas luces se ajusten a los usos de cada estancia, te apoyes en las auxiliares para dar ambiente y crear atmósfera e incorpores la natural, para elevar el ánimo y ahorrar en la factura.
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Crear una zona de despacho
Si eres de las que todavía trabajas en casa, al menos algunos días, y no has tenido tiempo, ni ganas, de crear una zona específica para este fin, puede que ahora, mientras estás de vacaciones, sea un buen momento para tirar tabiques, eliminar pasillos y recibidores y diseñar en ese hueco muerto tu despacho. Evita ubicarlo en el dormitorio o en el salón y opta siempre por un rincón con luz natural.
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De arriba abajo
Si te acabas de comprar una casa o la que tienes pide a gritos un lavado de cara en profundidad, esta época del año es perfecta para realizar una reforma integral, ya que puedes aprovechar y ‘mudarte’ a una segunda residencia u ‘ocupar’ la casa de tus padres o de un buen amigo que pase todas las vacaciones en la sierra. Para que no se eternice y dure más tiempo del necesario es importante que cuentes con una buena planificación “Tómate tiempo en seleccionar los proveedores, establecer unos plazos y firmar un contrato por el que todo quede estipulado; tiempos, precio y participantes. La reforma media en España ronda los 30.000 euros + IVA, una cantidad nada desdeñable que obliga a estudiar la situación antes y durante. Recuerda también guardar una cantidad para ‘imprevistos’ (entre el 10 y el 15 por ciento)”, aconsejan desde Acierta Hogar.
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