Estamos ante uno de los muebles de la casa con más posibilidades y funcionalidades. Básica en la mesa de comedor, en la decoración de interiores del resto de las estancias cumple, además de con su misión esencial de proporcionar asiento, con otras como hacer de galán de noche, servir como mesita auxiliar, convertirse en sillón orejero… Además, si no la quieres ver, nada como un modelo plegable, de quita y pon.
En el salón
En el salón siempre es bienvenida, ya que puede brindar un asiento extra en el estar, para que ningún invitado se quede sin sitio durante la sobremesa. Después, puedes dejarla en un rincón donde no moleste, sumarla al ambiente como mesita auxiliar o ‘esconderla’. Si, como en esta propuesta de Muy mucho va a sustituir a los típicos sillones de la zona de los sofás, elige un modelo confortable y, preferiblemente con brazos, donde puedas estar cómoda y relajada.
En el rincón de lectura
Tanto si está junto a la chimenea, como en esta propuesta de Kave Home, como cerca de una ventana. Lo fundamental para incorporar una silla a un rincón de lectura, en lugar de la típica butaca o, incluso, del clásico sillón, es elegir un modelo muy cómodo que invite al relax y te haga olvidarte de las otras opciones. Un cojín y un puf para los pies pueden ser de gran ayuda.
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En el salón comedor
Dentro del salón comedor puede ejercer distintos roles y ser una 'silla para todo', que puedes usar para ampliar el número de asientos de la zona de comedor, para completar el estar, junto a la chimenea o al lado de la ventana a modo de rincón de lectura… En función de los diferentes papeles, elige un modelo u otro. Más ligero si no tiene un lugar fijo; o ergonómico si has montado la oficina en el salón, como aquí, y necesitas que sea funcional y muy cómoda.
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En el recibidor
Otra de las zonas de la casa donde no debe faltar una silla es en la entrada, para que puedes calzarte y descalzarte cómodamente, sin hacer malabarismos. Además, si la eliges con brazos, como en esta propuesta de Madam Stoltz, también puede actuar de perchero improvisado, si no tienes uno, para colgar el bolso y dejar el abrigo. Como ocupa menos que un banco, uno de los muebles ‘clásicos’ de esta zona de la casa, es perfecta para recibidores pequeños.
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En el pasillo
En las zonas de paso también puede cumplir una función esencial. Tanto en el pasillo, como en este ambiente de Zara Home, como en el descansillo entre dos pisos para hacer un alto en el camino y coger fuerzas. Estos espacios de la casa se caracterizan por la falta de metros, por lo que una silla es la opción ideal, ya que ofrece asiento, sin restar valiosos centímetros. Si tienes hueco, crea una coqueta zona con una consola o con una mesita auxiliar y le sacarás más partido en tu día a día.
En el dormitorio
En esta estancia es verdaderamente un as en la manga, ya que su papel en la decoración del dormitorio es clave para el día a día. Puede hacer las veces de galán de noche, donde dejar la ropa que te quitas o la del día siguiente; descalzadora para quitarte los zapatos o echarte crema, para la zona de tocador o de escritorio, según tengas una u otra, como mesita de noche improvisada… Para que funcione bien, debe compartir estilo decorativo con la habitación, ser ligera para que su presencia no abarrote el espacio y tener algo especial, como esta de Maisons du Monde que con su aire a la famosa Emmanuelle aporta valor ‘deco’ y un toque ‘chic’ a la estancia.
En la habitación del bebé
Contar con una silla resulta muy útil en la habitación del bebé, sobre todo si no te sobran los metros y no puedes colocar la clásica butaca o sillón. Este asiento resulta ideal para velar el sueño del recién nacido, dejar el kit de emergencia, con un chupete y un babero que puede necesitar en cualquier momento o, incluso, transformarse en un rincón para leer, mientras tu hijo juega. La clave de su éxito es que sea muy cómoda, para que no eches de menos el orejero, y a ser posible, mecedora, como la de esta propuesta de Zippy.
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En la cocina
Para el ‘office’, para que tu invitado se siente mientras cocinas, para dar de comer a tu hijo pequeño, para dejar las bolsas de la compra, para tomarte un café antes de recoger… Si encima es un diseño ‘top’ como este de los Eames (en Vitra), simplemente la querrás para dar un toque de estilo a tu cocina. Antes de elegir la silla ideal para esta estancia, recuerda que debe integrarse en el ambiente, ser resistente y fácil de limpiar.Ten presente que, aunque en muchas ocasiones estarás tentada de usarla de escalera, no se trata de una buena idea.
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En el baño
Para dejar la ropa que vas a ponerte, tener la toalla cerca de la ducha, echarse la crema tranquilamente, sentarse mientras se llena la bañera, como mesita auxiliar para la taza o el libro… Si en tu cuarto de baño no hay una, como la que viste este ambiente de Pepe Peñalver, seguro que la echas de menos todos los días. Por cierto, en baños pequeños puedes sustituirla por un taburete y en uno grande, por un banco. Todas las opciones funcionan igual de bien.
En el balcón
Si de algo no andan sobrados los balcones es de metros. Por este motivo, contar con una silla (o dos) te solucionará el día a día, sin recargar ni ocupar mucho sitio. Y si, además, eliges un modelo plegable, podrás cerrarla y guardarla cuando no la uses, dejando el espacio despejado. Úsala para tomar el fresco, leer después de comer, ver a la gente pasar, desayunar el fin de semana… En esta propuesta de Elho se ha elegido a juego con la barandilla (metálica y blanca), lo que aligera aún más su peso visual.
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En el jardín
Para ver la puesta de sol, contar con un asiento extra en la mesa de comedor al aire libre, usarla como ‘pieza para todo’ donde los invitados pueden dejar el bolso, la chaqueta por si hace frío o la bolsa de la piscina, o para completar el estar junto a la piscina, si el sofá no da más de sí. Como todo mueble de exterior que se precie debe ser capaz de resistir las (duras) condiciones de fuera con la mejor cara posible y, a ser posible, sin miedo a la lluvia, como este modelo de Fermob.