El sofá es el rey del salón, eso es indiscutible. Y lo sigue siendo también cuando los centímetros escasean. Pero, al elegir un sofá para un salón pequeño, nos asaltan ciertas dudas como ¿lo elijo con la estructura a la vista o con faldón? ¿Puedo poner un sofá rinconero en un salón mini? ¿Cómo deben ser los reposabrazos? Y es que, aunque si bien es cierto que el sofá de un salón pequeño ha de respetar las dimensiones del espacio en el que estará colocado, eso no significa que tengas que renunciar a un sofá estiloso y, sobre todo, cómodo y confortable. Te ayudamos a elegir el sofá perfecto para un salón mini.
Leer: Qué debes tener en cuenta a la hora de decorar un salón pequeño
Empieza midiendo
Aunque parece algo obvio, no todos los hacemos antes de ponernos a mirar el sofá para el salón. Haciéndolo, sabrás de qué espacio dispones y evitarás encapricharte de algún modelo que eclipse otras opciones igual de decorativas y cómodas. Piensa que, lo ideal –aunque no siempre posible dependiendo del tamaño y forma de tu salón– es dejar alrededor de 45 o 50 cm a cada lado del mueble. Piensa que un sofá de dos plazas suele medir entre 140 y 180 cm; de 3 plazas, entre 180 y 240 cm. Los que tienen 4 plazas son demasiado grandes para un sofá pequeño, a no ser que sea rinconero –más adelante hablaremos sobre estos sofás–.
Leer: Estas son las medidas mínimas a respetar en una casa pequeña
¿Elijo un sofá o dos?
Cuando un salón es pequeño, es preferible elegir menos piezas, aunque sean más voluminosas. Un salón con demasiados elementos y, además, pequeños, dará sensación de abarrotamiento. Nuestra recomendación es que te decantes mejor por un sofá algo más grande, en lugar de seleccionar dos minis, aunque tengas que renunciar a ‘eliminar’ esos 50 cm laterales de los que hablábamos antes y la pieza quede casi pegada a la pared.
El mejor color para un salón pequeño
Sin ningún tipo de duda, la tapicería más adecuada para un salón pequeño ha de ser clara, ya sea blanco, beige, un ocre o un gris suave. Un sofá claro ayudará a dar mayor sensación de amplitud al tiempo que colaboran en multiplicar la luz. Si tienes niños o mascotas en casa, elige un sofá con una tapicería lavable, que se limpia fácilmente con agua. Otra opción es colocar una funda en el sofá que, aunque sea de un color claro, puedas lavar en la lavadora cuando sea necesario.
Pero, ¿y si quiero un sofá de color? Pues entonces, lo mejor que puedes hacer es pintar las paredes de color blanco, el mismo color que debes elegir para los complementos textiles que decoren tu sofá. Para darle calidez, puedes añadir alguna pieza de madera, como una butaca o la mesa de centro.
¿Cómo es el asiento de un sofá para un salón pequeño?
Aunque dependerá del estilo de sofá que elijas, si te haces con un sofá con el asiento continuo, el conjunto se verá más ligero, con menos interrupciones visuales y dará más juego para sentarse, ya que no limita las plazas. En cambio, si eliges un sofá con asientos convencionales, selecciona uno con el menor número de asientos posible. Hay sofás de tres plazas que tienen tan solo dos asientos, por ejemplo.
Los reposabrazos importan más de lo que crees
Aunque es un elemento fundamental para la comodidad del sofá, si tu salón es muy pequeño, tendrás que limitar su tamaño. ¿Por qué? Porque hará que el sofá sea demasiado grande o reste asientos a la pieza. ¿Lo mejor? Elegir un modelo sin reposabrazos y, si los tiene, mejor que sean más discretos. Así conseguirás también que el conjunto se vea más ligero y el salón no se sienta muy lleno.
Leer: Sofás tan cómodos que no querrás levantarte ¡ni para ir a la cama!
Sofá cama, ¿sí o no?
Puede que, aunque tu salón sea pequeño, cuentes en casa con una habitación de invitados en la que puedas contar con una cama para las visitas. En ese caso, la respuesta sería no. Pero si además de tu salón, tu casa también es pequeña y te gusta recibir, entonces es un sí rotundo. Actualmente, hay modelos muy estilosos y cómodos que se convierten en cama y que huyen de los tradicionales sofás cama en clic o tipo libro. Si vas a hacerte con un sofá cama, lo ideal es que sea de calidad para que sea realmente cómodo.
Leer: Estos sofás son tan cómodos que tus invitados podrán quedarse a dormir
Cuándo hacerse con un sofá rinconero
Los sofás rinconeros o con chaise longue también son piezas perfectas para salones pequeños, ya que aprovechan las esquinas y no dejan ni un solo centímetro sin aprovechar. Además, son una opción perfecta si sois varios en casa y os gusta disfrutar cómodamente del salón. Podrás arrimarlos a dos de las paredes, dejando el resto del espacio libre. Ahora, tendrás que prescindir de colocar una mesita auxiliar en uno de los laterales. Asimismo es aconsejable que elijas el resto de elementos de un estilo ligero, que no eclipse el protagonista de tu sofá.
Leer: Sofá con 'chaise-longue' o rinconera: ¿cuándo elegir cada uno?
Elígelo con almacenaje
Si eliges un sofá con chaise longue y, además, necesitas ampliar el almacenaje de tu salón, hay modelos que cuentan con un arcón en la zona del chaise longue. Te regalarán un montón de espacio para almacenar mantas, plaids o la ropa de otra temporada sin que se note. Funcionan como una cama con canapé, con muelles hidráulicos. Un consejo: guardes lo que guardes, asegúrate de incluir algún elemento que cuide tu ropa mientras la tienes almacenada, como bolas de cedro o bolsitas de lavanda.
Leer: Trucos y consejos para que tu armario siempre huela bien
¿Con o sin la estructura a la vista?
A la hora de decorar un salón pequeño, elegir muebles livianos es fundamental para que la sensación de espacio y la amplitud sea mayor. Por eso, siempre será recomendable elegir un sofá que tenga las patas vistas: lo hará más estilizado y ligero, lo que contribuirá a que la imagen de su salón también lo sea. Además, este elemento es fundamental para contribuir en potenciar el estilo decorativo que quieras darle a tu salón. Por ejemplo, las de metal son una buena opción si quieres un efecto moderno, pero también pueden ser de madera y con las patas ligeramente inclinadas, aportando un look retro muy cálido.
Leer: 12 claves de estilo para que tu salón no se parezca al de tu vecina